Vacancias en el TC

Una llamativa situación es la que está viviendo el Tribunal Constitucional (TC). En mayo de 2016 los ministros suplentes Alan Bronfman y Christian Suárez cesaron en sus puestos y desde entonces la instancia ha funcionado sin los dos juristas que cumplen la labor de reemplazar a cualquiera de los diez magistrados titulares que falten, cuando no existe quórum para sesionar, ya sea en el pleno o en las dos salas en que se divide el organismo.

De acuerdo con la Ley Orgánica Constitucional (LOC) que regula la estructura y funcionamiento del TC, en enero de 2016 los nombres de los dos abogados debían estar propuestos por el Ejecutivo y aprobados en votación por los dos tercios del Senado, de una nómina de siete nombres que propone el Tribunal Constitucional.

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Luego de un par de intentos por parte de la administración Bachelet para lograr consenso en los nombres propuestos para los cupos faltantes, no se avanzó más. La falta de un acuerdo político suficiente como para lograr el quórum necesario para el visto bueno del Congreso, sería la razón que está detrás de esto. Probablemente la labor del TC no se ha visto perjudicada, sin embargo, resulta poco serio que una instancia tan relevante no cuente por tan prolongado tiempo con todos sus cargos ocupados.

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