Vuelco al sudeste: los nuevos líderes del crecimiento a nivel global




Este año es fundamental para la economía global. En 2013, por primera vez desde la mecanización liderada por Reino Unido al inicio del camino de la industrialización en el siglo 19, las economías emergentes producirán la mayoría de los bienes y servicios del mundo. Los habitantes de las economías ricas y avanzadas han representado por largo tiempo solo una pequeña pero poderosa proporción de la población mundial. Ahora son menos importantes desde el punto de vista económico que la masa de gente que vive en los países pobres y de clase media.

El cambio en el equilibrio del poder económico mundial es profundo. También es uno que los economistas esperan que continúe. Para 2018, el Fondo Monetario Internacional calcula que la participación de los emergentes en el PIB mundial habrá subido a 55%, haciendo al término "emergente" cada vez menos relevante.

Aunque los estándares de vida siguen siendo más de cinco veces superiores en las economías avanzadas, la brecha se ha acortado rápidamente desde 1990. Donde el ingreso y el crecimiento alguna vez fueron codo a codo, ponerse al día ahora es un tema. Además de representar la mitad de la participación del PIB mundial, tres cuartos del crecimiento global dependerán del dinamismo de los emergentes en los próximos cinco años.

A Jim O'Neill, ex economista jefe de Goldman Sachs, le gusta usar una escueta comparación para este vuelco. La expansión anual de 8% en China, plantea, es ahora tan importante como el 4% de expansión en EEUU. Es un contraste bastante importante en comparación con 1980, cuando China se expandía incluso más rápido, pero en comparación era un pececillo. En 1980, un crecimiento de 10% en China era menos importante que una expansión de 1% en Estados Unidos.

La larga marcha hacia la prominencia de las economías externas al G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) debiera ser poca sorpresa. El crecimiento ha sido más fuerte en las economías emergentes durante más de 30 años. Los estándares de vida per cápita se han estado poniendo al día en los últimos 20.

McKinsey Global Institute ha mostrado cómo ha cambiado el centro de gravedad de la economía mundial. En 1950, estaba en el norte de Islandia, en el Atlántico. Luego, a medida que Japón empezó a despegar, se dirigió hacia el oriente. Ahora se está moviendo rápidamente hacia el sudeste, moviéndose más en la última década que en cualquier otra. Para 2025, estará cerca de Novosibirsk en el suroeste de Siberia.

Richard Dodds, director de McKinsey Global Institute, dice: "La urbanización y la transformación de China está ocurriendo a 100 veces la escala de Reino Unido, el primer país en urbanizarse e industrializarse y alrededor de 10 veces su velocidad… de manera que la revolución industrial china tiene 1.000 veces el impulso que la revolución industrial británica".

El cambio en el dinamismo económico global ha pasado por distintas fases durante los últimos 30 años. A mediados de los '80, las grandes economías avanzadas todavía dominaban el crecimiento global. EEUU representaba casi un tercio, la Unión Europea representaba 20% y seis de los países del G7 estaban entre los 10 países que más contribuían al crecimiento (es decir, todos, excepto Francia).

Pero para 2017 el cambio será enorme. La UE representará apenas 5,7% del crecimiento global, mientras en conjunto, India y China representarán la mitad de la expansión global. Tal es el cambio en el equilibrio de poder que cualquier empresa que todavía se concentre en las economías establecidas realmente está viviendo en el pasado.

© The Financial Times Ltd. 2011

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