La recta final hacia La Haya
El 17 y 18 de mayo se llevará a cabo una trascendental reunión en París del equipo jurídico nacional e internacional que representa a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la demanda boliviana. La Contramemoria ya entró en fase de detalles.
La obra de ingeniera está lista, sólo faltan detalles. En esta etapa se encuentra la redacción de la Contramemoria que Chile debe presentar a más tardar el 25 de julio, en respuesta a la demanda presentada por Bolivia ante la Corte Internacional de justicia (CIJ) por una salida soberana al Océano Pacífico.
Este próximo 17 y 18 de mayo el agente José Miguel Insulza liderará una nueva reunión en París con el equipo jurídico internacional y nacional que defiende la postura nacional ante la Corte. En dicha cita se espera tener el borrador completo del texto con sus tres capítulos ya armados que se dividen en la introducción general, los argumentos jurídicos y las aclaraciones históricas. En este último apartado, los redactores ya analizaron el informe entregado por el historiador Joaquín Fermandois, quien comenzó a asesorar a la Cancillería, una vez que se decidió incluir una detallada respuesta de corte histórico al observar los errores e imprecisiones en que ha incurrido Bolivia tanto en la memoria que presentó como también lo ha hecho en forma pública a través de diversos discursos del presidente Evo Morales.
Fuentes diplomáticas comentaron que por estos días los abogados están elaborando comentarios específicos en un trabajo que se lleva a cabo de forma diaria a través de los documentos que comparten vía correo electrónico. Todo ello bajo la atenta mirada del agente José Miguel Insulza, quien está supervisando y opinando sobre los detalles. Ante ello, la Contramemoria ya entró en una "etapa avanzada", afirma la misma fuente, que también explica que en la reunión de mayo próximo ya se debería aprobar el borrador final. La fecha de entrega del texto tiene como plazo final el 25 de julio y, según se ha comentado en el equipo jurídico, no existe ningún tipo de apuro en presentarla, aunque sí esperan que se la entrega se haga efectiva un poco antes de esa fecha, pues la idea es asegurar que cada punto del informe esté absolutamente chequeado, con el fin de evitar sorpresas.
Respecto al futuro del proceso, miembros del equipo de abogados creen que si bien Chile tiene argumentos de peso para convencer a la Corte de que nuestro país no ha incumplido ningún compromiso no teniendo así ninguna obligación para negociar una salida con soberanía al mar, estiman que con La Haya "cualquier cosa se puede esperar". Por ello, existe un cauteloso optimismo en torno al desenlace del proceso. Hay quienes piensan que dado los argumentos que esgrimió la Corte en las excepciones preliminares no se puede descartar algún tipo de salida "creativa" de La Haya llegue la hora de la resolución. Pero para ello aún falta tiempo, pues tras la entrega de la Contramemoria lo más seguro es que Bolivia presente una réplica lo que extendería los plazos del dictamen ya para finales del próximo año.
Las mismas fuentes comentaron que las críticas surgidas en torno al activo rol que ha tenido el agente Insulza en la coyuntura nacional, no le ha quitado ningún tipo de atención a su trabajo. Un miembro del equipo afirma que Insulza está plenamente concentrado en la redacción de la respuesta con abierta y constante comunicación con los abogados.
Punto a favor en lo comunicacional
Mucho se ha hablado sobre la fuerte campaña comunicacional que ha llevado a cabo Bolivia, con un vocero incluido de la causa marítima como el ex presidente Carlos Mesa, quien ha intentado recolectar el apoyo de la comunidad internacional para su demanda. La cancillería chilena siempre ha sido de la estrategia de ocupar las vías diplomáticas de carácter reservado para explicar la posición nacional. Salvo algunos viajes públicos de parlamentarios y ex presidentes; y de la elaboración de documentos y videos, la estrategia comunicacional chilena ha sido más bien en el terreno de lo privado.
Y bajo ese contexto, la semana pasada desde Europa se recibió una buena noticia que fue muy valorada por las autoridades chilenas, luego que la Unión Europea expresara a través de una declaración de la Comisión Parlamentaria Mixta que " la demanda interpuesta por Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia relativa a su aspiración marítima es un tema estrictamente bilateral". Además, se consideró importante otro argumento que planteó la UE, referido al respeto de los tratados internacional al "reconocer el desempeño de Chile en el concierto global, entregando un aporte sustantivo al sistema internacional, al respeto a los tratados internacionales, incluida la estabilidad de las fronteras y la integridad territorial". Este último punto adquiere valor pues una de las tesis centrales esgrimidas por nuestro país es justamente el respeto que se debe tener al tratado de 1904, un pacto firmado a conciencia por ambos países y que fijó a perpetuidad los límites fronterizos.
Esta señal, brindada la semana pasada por la UE, no es menor, considerando que la Corte además de ser un ente de derecho- al ser un órgano dependiente de las Naciones Unidas-, también considera en sus fallos factores políticos. Dicha arista está siendo muy analizada por los abogados defensores, junto a las legales e históricas, pues en el equipo estiman que cualquiera de estas áreas puede resultar clave para convencer a la Corte de que con Bolivia no hay temas pendientes.
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