Ya es realidad

La industria tecnológica se está comiendo a sí misma. Adelantos, innovaciones y noticias siempre van a existir, por cierto. La pelea de Apple contra el FBI por el derecho a la privacidad versus la seguridad nacional, claramente está subiendo la temperatura de los medios, pero en términos netamente relacionados a lo que se refiere a nuevos productos —o mejor, nuevas tecnologías— la industria está, hace años, al debe. Sin mucha capacidad de asombro. Incluso esta última versión de la popular Mobile World Congress, que se desarrolló como todos los años en la prendida ciudad de Barcelona, ha estado bastante discreta en términos de novedades. Cierto, hay internet de las cosas (o al menos se habla de ella) y hay nuevas versiones y conversaciones, como la factibilidad de desplegar ya redes 5G o el debut de la eSIM con datos en la nube (útil).

Pero como todos los años, son los gadgets de los más grandes actores de la industria móvil los que se roban las miradas: Samsung presentó la nueva versión de su portentosa línea Galaxy, con sus modelos S7. Su competencia coreana, LG, hizo lo mismo con su G5, el nuevo gama alta de la compañía, con un original diseño modular. HP vuelve a la fabricación de celulares. Y Sony, Huawei, HTC, Motorola, Xiaomi y el resto de la industria han mostrado vestibles inteligentes, tabletas y "novedades" que, en verdad, no dejan de ser mejoras o actualizaciones a modelos tope de línea que ya están circulando en el mercado o ya se habían visto antes. Mejor desempeño, más durabilidad de la batería, aún mejores fotografías. Ya, bienvenidos sean. ¿Y lo verdaderamente nuevo? A estas alturas, no es ninguna sorpresa: la realidad virtual fue la que, al igual que en la pasada Consumer Electronic Show, se transformó en la verdadera vedette del evento.

Era de esperarse: varias marcas hicieron gala del uso de la realidad virtual entre sus productos. Desde empresas de tecnología que simulaban estar en un submarino a automóviles, como Ford, que además de ser auto híper conectados, también juegan con el tema virtual. Pero más allá del buen momento durante el año pasado, que llevó a Palmer Luckey (23), papá de la nueva revolución virtual, a ser portada de la revista Time, este debiera ser el año del despegue definitivo, de la masificación, con marcas como Oculus Rift, HTC, Sony y su PlayStation VR, entre otras, en la puerta del horno para ser usadas, al fin, por consumidores comunes y corrientes. Pero también por productos de consumo masivo o medios de comunicación, como Coca-Cola y el New York Times, que han incluido visores y contenido en RV para sus consumidores. Hay momemtum.

Hubo un momento clave en la feria, sin duda. Fue durante la presentación de Samsung para su nueva línea Galaxy S7. Todo el público asistente tenía puestos los aparatos de realidad virtual de la compañía, los Gear VR (presentación que fue mostrada al mundo con estas características), mientras el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, caminó con una sonrisa hacia el escenario para realizar el anuncio de que Facebook y el gigante surcoreano aunaban fuerzas para transformar la realidad virtual en la próxima plataforma social, junto al anuncio de una cámara para grabar en este formato. En otras palabras, realidad virtual para las masas. La foto de ese momento es tremenda, decidora y será, qué duda cabe, una de las instantáneas del año. Y el anuncio, o más bien la oficialización de la alianza, cobra inusitada fuerza al tratarse de plataformas móviles de los principales impulsores de esta tecnología, que más allá de presentar una nueva forma de acceder a videojuegos o consumir entretenimiento va a cambiar profundamente la forma en que interactuamos con nuestro entorno y las personas. "Será la plataforma más social de todas", declaró Zuckerberg ante su audiencia. Y más allá del anuncio de LG para un periférico de estas características, el VR de Samsung es hasta ahora el único aparato que funciona perfectamente desde un smartphone y que, por cierto, está disponible en Chile.