Estos son los hábitos que siguen las personas más longevas del mundo

El secreto para lograr una buena longevidad es uno de los temas que la ciencia está explorando constantemente. No es una búsqueda al azar, ya que hay muchas personas que desean extender su presencia en la tierra lo máximo que sea posible.

Curiosamente, hay algunos lugares específicos en el mundo en que sus residentes son las personas más longevas sin esforzarse demasiado para lograrlo. Ellos pueden llegar a cumplir 100 años e incluso varios más, en algunos casos. A esos sitios se les ha denominado zonas azules, donde la esperanza de vida es mucho más alta si se les compara con otros puntos del planeta.

Hasta ahora se ha reconocido que existen cinco zonas azules en el mundo. La primera que se identificó fue Cerdeña, en Italia, pero luego se sumaron otras como la isla Okinawa en Japón, la isla Icaria en Grecia, la Península de Nicoya en Costa Rica y Loma Linda en California.

Todas esas regiones poseen más puntos en común de lo que se podría pensar. Además de tener mayores probabilidades de cumplir un centenario o más, sus poblaciones presentan menores índices de enfermedades al corazón, cáncer y también demencia senil.

Lo anterior no significa que ellos dediquen grandes cantidades de tiempo al cuidado de su salud, sino que solo lo necesario.

Uno de los que más ha indagado este fenómeno es el periodista y explorador de National Geographic, Dan Buettner, quien incluso descubrió cuatro de las cinco zonas azules.

Para comprender de mejor manera qué es lo que causa que esas personas puedan vivir más tiempo, el autor en conjunto con un equipo multidisciplinario de investigadores dedicó su tiempo a estudiar los factores en común que habían en esos espacios y que se basan más bien en el estilo de vida que llevan sus residentes.

Acá, algunos de los hábitos que pudieron reconocer para lograr una buena longevidad.

A este hábito los japoneses lo conocen como ikigai y podría traducirse como el motivo de vivir o el propósito por el que debes levantarte. Para Buttner, es ideal intentar hallar un propósito en la vida y tenerlo claro cada vez que te despiertas por la mañana.

Si percibes que es difícil lograrlo, el autor recomienda hacer una lista que debe contener tres elementos: los valores que tienes, las actividades que te gusta hacer, y por último, considerar en lo que eres bueno. Cuando ya estén claros esos tres pilares, podrás tener tu propio ikigai.

Otra práctica muy significativa a considerar es que los residentes longevos tienen en primer lugar a sus familias y cercanos: suelen mantener una relación muy estrecha y saludable con su comunidad. Según lo que han analizado los investigadores de las zonas azules, aquello influye directamente en la esperanza de vida de las personas.

Buettner y los investigadores determinaron que la mayoría de las personas que consigue alcanzar una buena longevidad suele dar prioridad a los vegetales dentro de su alimentación. Si bien cada dieta varía de acuerdo a cada zona azul, los alimentos que más se repiten son la espinaca, acelgas, las algas, las legumbres y los garbanzos, así como hay una prevalencia por el uso de aceite de oliva.

Además, los residentes de las zonas azules no consumen carne tan seguido: optan por hacerlo solo cinco veces al mes.

Al contrario de lo que se podría pensar, los habitantes de donde se vive más extendidamente —y de mejor manera— no son grandes deportistas.

No se presionan mentalmente para ir al gimnasio a diario, salir a trotar o ser un experto en algún deporte, sino que se van moviendo según las actividades que tienen que hacer a diario sin exigirse a altos estándares.