Fotos inéditas muestran a una tribu de Brasil nunca antes vista
La población de los Massaco ha llegado a duplicarse en las últimas décadas, según una agencia brasileña que trabaja con comunidades indígenas.
En la tupida selva amazónica de Brasil, se oculta una comunidad que vive de forma aislada y que ha logrado prosperar silenciosamente pese a la amenaza de la deforestación.
Se trata de los Massaco, una tribu nunca antes vista que ahora fue captada gracias a cámaras instaladas en la Amazonía, según publicó el diario The Guardian. El grupo habita en Rondonia, un estado brasileño que se ubica al lado de Bolivia.
Qué se sabe de los Massaco, la tribu de Brasil nunca antes vista
De acuerdo al diario británico, los Massaco son una de las 28 comunidades que vive de forma aislada en territorio brasileño.
Se les ha apodado de esa manera en referencia al río que pasa por su territorio, pero se desconoce cómo se llaman a sí mismos.
Su lengua, tradiciones y creencias también son un verdadero misterio. Sin embargo, según ha podido identificar la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas de Brasil (Funai), organismo del gobierno brasileño que se enfoca en ejecutar políticas para comunidades indígenas, los Massaco dominan la caza con arcos largos y cada vez que quieren proteger su territorio de visitante indeseados, ponen trampas de púa en el territorio donde habitan, que tiene aproximadamente unas 421.000 hectáreas.
Las imágenes que permitieron verlos por primera vez fueron posibles por cámaras que puso la Funai. Esto, con el fin de cuantificar la población de este grupo sin correr el riesgo de contacto.
Los registros, tomados entre 2019 y 2024, exhiben a hombres del grupo interactuando con algunas herramientas de metal que les dejó la Funai como regalo y permitieron descubrir que, a pesar de la creciente presión de actividades humanas externas como la minería y la agroindustria, su población ha logrado crecer significativamente.
El prolífico crecimiento de los Massaco en Brasil
De acuerdo a Altair Algayer, agente de Funai, en la década de 1990 la población de los Massaco era de 100 a 120 personas. Hoy, se estima que el número total de habitantes se ha elevado a unos 200 a 250.
Desde el organismo calculan que hay aproximadamente 50 familias, de las cuales cada una tiene cuatro o cinco integrantes. Algunos indicios como juguetes, huellas de pies pequeños y lazos, sugieren que hay niños y que las familias se han vuelto más numerosas. Estos hallazgos son consistentes con lo que se ha observado en otras comunidades aisladas del Amazonas, que también han experimentado un crecimiento en sus poblaciones.
“En nuestras expediciones más recientes y en imágenes de satélite hemos visto más tapiris (chozas de paja) nuevos, así que no me sorprendería que haya 300 individuos”, relató Algayer al medio británico.
Desde que el equipo del agente de la Funai comenzó a investigar a los Massaco han logrado identificar más de 170 tapires en Rondonia, lo que les ha permitido desarrollar mapas de sus senderos y aprender cómo son sus movimientos estacionales, de manera de acudir al lugar cuando el grupo ya se ha ido.
Las imágenes obtenidas a lo largo de los años también han expuesto los sofisticados instrumentos que este grupo desarrolla para sobrevivir: sus arcos y flechas, que suelen abandonar en sus campamentos, pueden llegar a superar los tres metros. Se trata de los más largos que se han encontrado en la selva amazónica, señala The Guardian.
Una de las grandes razones por las que los Massaco han prosperado es la política de “no contacto” que la Funai ha mantenido desde fines de la década de 1980. Ese enfoque surgió después de que las experiencias de acercamiento tuvieran resultados catastróficos para las tribus aisladas, y en los últimos años, ha sido replicada por otros países como Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia.
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