Lluvias en Santiago: ¿Podríamos quedarnos nuevamente sin agua potable?
Tras los pronósticos de lluvia en la capital, se generó una especie de temor por revivir el evento de junio, donde se anunció un corte de agua potable en la mayoría de las comunas. ¿Podría volver a suceder?
Al menos cuatro días de precipitaciones se pronosticaron para Santiago. Se trata de un sistema frontal que muchos meteorólogos ya pronosticaron que será “gran intensidad”.
Esto genera cierto temor en la población capitalina, principalmente por el suceso del pasado junio, donde además de las inundaciones y el sobrecrecimiento del río Mapocho, hubo un anuncio de corte de agua potable.
Ante ello, los expertos aseguran que este nuevo evento —que comenzará el fin de semana— corresponde a un río atmosférico, un fenómeno donde se mueve la humedad y vapor de agua por la atmósfera desde el Pacífico Ecuatorial, y que es el mismo que provocó, entre otras cosas, la turbiedad en el río Mapocho en junio.
Pero en esta ocasión, ¿la capital podría quedarse nuevamente sin agua potable? ¿Qué otros riesgos traerá este frente de lluvias? Esto es lo que pronostican los especialistas.
¿Podría Santiago volver a quedar sin agua potable a raíz de las lluvias?
—Sí, podría ocurrir nuevamente una situación donde se tensione el abastecimiento de agua potable, dado que los pronósticos mencionan precipitaciones con temperatura alta y, por ende, una isoterma alta. No se puede descartar, tenemos que reconocer que es una posibilidad —dice a La Tercera el investigador de CIGIDEN y profesor asociado de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile, Jorge Gironás.
Pero, ¿qué fue lo que provocó que la capital estuviera en riesgo de quedarse sin agua potable a finales de junio? Según el experto, el problema se produjo por la precipitación abundante en la cordillera y precordillera, que cayó en forma de agua líquida en lugar de nieve, a raíz de las altas temperaturas que no son típicas del invierno.
—Eso hace que esta precipitación, que cae en forma líquida, arrastre una cantidad significativa de material, remueva el material y lo arrastre. Así, el agua se vuelve turbia a niveles que son intratables por la planta de agua potable. La planta simplemente no podrá remover esa turbidez —explica Gironás.
A lo anterior, el ingeniero físico de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), Edgardo Sepúlveda, añade que esa lluvia que desciende desde la cordillera, a través de las cuencas hídricas y cauces naturales, aumenta los caudales de los ríos y, por ende, también la probabilidad de inundaciones y desborde de los ríos.
—Al parecer, éste sábado tendremos una isoterma 0 menor que la del evento de junio pasado, pero con probabilidad de que aumente para los siguientes días. Aún así, no es el mejor de los casos —revela a LT el experto.
Gironás también explica que el sistema de agua potable de Santiago tiene una autonomía de 35 horas aproximadamente, pero si se sobrepasa ese tiempo, habrá que recurrir a cortes porque “simplemente no existirá la cantidad de agua necesaria para poder abastecer la ciudad”.
Pero ese no es el único riesgo: también están las activaciones de quebradas e inundaciones en sectores ocupados por actividad humana, viviendas o en zonas urbanas.
¿Por qué están sucediendo este tipo de desastres por las lluvias?
—Generalmente, las precipitaciones con altas temperaturas suelen ser vistas en eventos muy particulares en verano en la zona central, pero definitivamente no en invierno —afirma Sepúlveda.
En esta línea, el experto indica que la intensidad de los fenómenos que provocan lluvias y desastres tienen una fuerte relación con el escenario de altas temperaturas que se está viviendo en el mundo.
—Debemos recordar que el calentamiento global actual ayuda a condicionar un escenario de altas temperaturas. A esto, debemos sumarle otras variables que están haciendo del 2023 un año mucho más cálido de lo esperado, como el inicio del fenómeno El Niño, aunque esto es debatible —explica.
Cómo se está preparando la Región Metropolitana para las lluvias
Desde el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), aseguraron que, en virtud de la declaración de alerta, todos los niveles sectoriales de deben activar sus planes de contingencia.
En paralelo, el gobernador de la Región Metropolitana de Santiago, Claudio Orrego, aseguró que están preparándose para cualquier eventualidad.
—Nosotros no podemos negar la posibilidad o descartar un racionamiento de agua en el futuro de Santiago. Miren la situación en que está la cordillera y los glaciares. De verdad es dramático, sobre todo tratándose de una ciudad de 8 millones de personas que requiere o depende un 80% del agua que viene de la parte alta de la ciudad —dijo Orrego.
A lo anterior, añadió que siguen trabajando en la resiliencia de la ciudad y que “siempre es mejor prevenir que lamentar”.
Además, la gobernación aseguró a LT que entregará motobombas a 14 municipios —tras una inversión de 249.900.000 pesos chilenos— para ayudar a bajar las inundaciones de las calles, en caso de ser necesario.
Tras un estudio previo para identificar las zonas con mayor riesgo de anegamiento en la capital, escogieron a las siguientes comunas como beneficiarias de bombas de agua: Cerrillos, Cerro Navia, Estación Central, La Florida, Lampa, Lo Espejo, Macul, Maipú, Pudahuel, Quinta Normal, Recoleta, San Bernardo, San Miguel y Santiago.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.