Quién era Saleh al Arouri, el “número dos” del brazo político de Hamás que murió en el ataque en Líbano

Este martes se confirmó que uno de los líderes más importantes de Hamás, Saleh al Arouri, murió tras el ataque de un dron en una de las sedes del grupo en Beirut, la capital de Líbano.

El hombre de 57 años fue el jefe adjunto de la oficina política de la organización militante y tuvo una participación clave en la creación de su ala militar, conocida como las Brigadas Izz al Din al Qassam.

La explosión se dio en Dahiyeh, un barrio ubicado al sur de la ciudad, y desde Hamás apuntan a las fuerzas de Israel como los presuntos responsables de su asesinato. Se presume que hay al menos cinco bajas más.

Saleh al Arouri, también conocido como el “número dos” de la organización, ingresó a sus filas en 1987 y sus acciones fueron claves para que establecieran presencia militar en la región de Cisjordania, territorio que es ocupado por las tropas israelíes.

Asimismo, sus relaciones con Irán y Hezbolá fueron estrechas.

Estuvo 12 años cumpliendo condena en cárceles israelíes hasta 2010 y se le atribuyen múltiples ataques de carácter terrorista desde el suelo libanés, según Israel.

Una vez que fue liberado, figuró como uno de los negociadores de un acuerdo en el que se prometió la libertad de más de 1.000 presos palestinos, a cambio de la liberación del soldado israelí Gilad Shalit.

Aquello ocurrió el 2011. Ese mismo año, específicamente el 27 de octubre, las tropas israelíes destruyeron su residencia en Cisjordania, la cual estaba ubicada en la localidad de Arura, según rescató la BBC.

Al momento de su muerte esta semana, Saleh al Arouri estaba viviendo en Líbano.

De la misma manera, lo ocurrido este martes se posiciona como el deceso del representante de mayor rango de Hamás desde que se intensificaron los conflictos con Israel en octubre de 2023.

Cabe recordar que el 7 de dicho mes, los militantes de la organización cruzaron desde Franja de Gaza para realizar una serie de ataques, los cuales generaron unas 1.200 muertes —mayoritariamente civiles— y el secuestro de unos 240 rehenes.

Dicho escenario llevó a que Israel respondiera con una ofensiva permanente en el territorio asediado, lo que ha desencadenado más de 22.000 bajas, principalmente de mujeres y niños, según ha informado el Ministerio de Salud de Gaza, que es controlado por Hamás.

Por su parte, los miembros de Hezbolá han reaccionado con cohetes y enfrentamientos contra las fuerzas israelíes.

Respecto al deceso de Saleh al Arouri y las acusaciones hacia Israel, el país del primer ministro Benjamin Netanyahu no se ha pronunciado.

Sin embargo, un portavoz israelí llamado Mark Regev declaró a MSNBC que “quienquiera que lo haya hecho, debe quedar claro que no se trata de un ataque contra el Estado libanés”.

“No fue un ataque ni siquiera contra Hezbolá, la organización terrorista. Quien haya hecho esto, ha realizado un ataque quirúrgico contra los dirigentes de Hamás. Quien haya hecho esto tiene asuntos con Hamás. Eso está muy claro”, planteó.

Tras ser consultados por la BBC, desde el Ejército de Israel prefirieron no hacer comentarios.

Frente a esta situación, el primer ministro provisional de Líbano, Najib Mikati, manifestó que se trata de “un grave asalto contra el país, su pueblo, su seguridad y su soberanía”.

“Este crimen nunca quedará sin respuesta y castigo”, enfatizó.

Junto con ello, el miembro del buró político de Hamás, Izzat Al Rishq, declaró que fue “un cobarde asesinato de la ocupación sionista”.

En medio de estas tensiones que vive Medio Oriente, el general de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, dijo según la BBC que sus tropas se encuentran “en un nivel muy alto de preparación, en todos los ámbitos, en defensa y ofensiva”, para así enfrentarse a “cualquier escenario”.