Trabajadores que ensamblan la Soyuz rusa tendrán que llevar cámaras corporales
Tras el fallo en un lanzamiento tripulado producto de un propulsor que no logró encenderse, desde la agencia rusa han indicado que por norma, ahora todas las empresas de la industria aeronáutica tendrán que ser grabados al ensamblar y fabricar naves.
Los trabajadores de las plantas que fabrican y ensamblan los cohetes y naves Soyuz tendrán que llevar cámaras corporales para registrar su actividad después del fallido lanzamiento el pasado día 11 que investiga una comisión y que puede tener su origen en el proceso de montaje.
El Servicio de Prensa de Roscosmos indicó hoy a la agencia Interfax que esta norma se aplicará a todas las empresas de la industria aeronáutica.
De momento, la comisión que investiga el fallido lanzamiento de la Soyuz ha descartado un sabotaje durante el ensamblaje del cohete, según la agencia RIA Nóvosti.
Pero una fuente cercana al Ministerio ruso de Defensa indicó al diario Kommersant que aparentemente el daño se produjo por un defectuoso montaje de las secciones de la segunda etapa del cohete en las instalaciones de ensamblaje y prueba del cosmódromo de Baikonur.
En concreto, el daño puede haber sido causado cuando un lado de la sección fue levantado con una grúa, por lo que no ha sido un error de diseño o de producción, sino uno operativo.
La agencia espacial rusa Roscosmos presentará el lunes o martes próximos las conclusiones de la comisión de trabajo que investiga la avería.
El pasado 11 de octubre, un fallo en el cohete portador Soyuz-FG, que debía transportar a la Estación Espacial Internacional (EEI) la nave Soyuz MS-10 con el cosmonauta ruso Alexéi Ovchinin y el astronauta estadounidense Nick Hague a bordo, provocó una eyección automática de la cápsula recuperable que aterrizó en Kazajistán.
La causa inmediata del accidente, según la información preliminar, fue el golpe de un elemento lateral, parte de la primera etapa del cohete, cuando se estaba separando de la segunda etapa.
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