30 años de un gigante de la TV: por qué aún nos importa Friends
Este domingo 22 se festejan tres décadas desde que la cadena NBC emitió el primer episodio de la sitcom sobre Rachel, Joey, Monica, Chandler, Phoebe y Ross. Una excusa para preguntarse sobre su perdurabilidad, sus mayores fortalezas y su inmunidad frente a las críticas.
Es el coloso de las sitcoms de las últimas tres décadas. El sinónimo de reunión y calidez para varias generaciones. El espacio que juntó a algunos de los mayores talentos cómicos que recuerde la televisión. El título que continúa motivando maratones, ya sea para descubrir su humor por primera vez o revivir sus momentos más sobresalientes. Por diversos motivos, Friends continúa presente en nuestras vidas.
La serie originada en las mentes de David Crane y Marta Kauffman cumple 30 años de vida este domingo, La cadena NBC emitió su piloto el 22 de septiembre de 1994 y a partir de entonces ni las vidas de su elenco ni de la audiencia volvieron a ser iguales. Fue el inicio de una historia que se extendió durante diez temporadas y que hasta hoy se resiste a un reinicio o a una continuación. Lo máximo a lo que accedieron sus creadores y actores fue a un especial de reunión que la plataforma HBO Max (hoy Max) lanzó en 2021.
¿Se mantiene intacta su vigencia? ¿Sus chistes siguen funcionando como antaño? ¿Cómo ha perdurado frente a los cuestionamientos planteados desde el mundo actual? Culto le preguntó a un grupo de realizadores que admiran la historia sobre Rachel, Joey, Monica, Chandler, Phoebe y Ross.
“Friends habla de relaciones profundas y comprometidas que siempre están ahí cuando se les necesita, de vínculos. Es la construcción de una pequeña comunidad en donde los personajes son aceptados como son y jamás están solos. Por eso se convirtió en una de las principales comfort series”, opina la guionista Barbara Zemelman.
Los también llamados comfort TV shows agrupan a producciones, generalmente cómicas, a los que sus espectadores vuelven con frecuencia en busca de esa comodidad y calor que la realidad no les brinda. El rótulo puede variar, pero entran en esa categoría títulos como Gilmore girls, The office, Pearks and Recreation y la reciente Ted Lasso. “Las comfort series están basadas en vínculos que todos anhelamos. Por un rato nos hacen sentir que pertenecemos”, apunta.
El guionista Diego Muñoz piensa que su nivel de escritura y el carisma de su elenco la vuelven un título imbatible al paso del tiempo. “En el lado de la escritura tenemos esa cantidad abrumadora de chistes con ritmo metralleta construidos alrededor de personajes claros con conflictos altamente identificables para sus espectadores contemporáneos”, plantea.
“Los problemas en Friends siempre eran livianos pero entendibles, y lo que le dio peso a todo esto fue el segundo punto, que es el carisma. El casting de Friends es absolutamente milagroso, con las suficientes dosis de hilaridad, comedia física, atractivo y lo suficientemente amplio para darle sus favoritos a todos”, agrega.
El componente familiar es uno de los motivos que lleva a pensar al director Diego Rougier en que se mantiene tan brillante como durante sus años de emisión. “Todos hemos pasado por algunas de las mismas situaciones que los personajes y las hemos resuelto de mejor o de peor manera. Hemos crecido juntos”, indica.
El realizador cree que el aporte de la sitcom “no es sólo mostrarnos cómo vivían los jóvenes en esa época y resolvían sus problemas, sino que tiene humor –mucho y bueno–, y eso hace que sea un placer disfrutar de sus capítulos”.
Ese atributo es probable que la vuelva inmune a cualquier escrutinio. Incluso a las críticas que ha recibido, ya sea por su cast mayoritariamente blanco o por algunos chistes que suenan poco adecuados bajo la lupa del mundo de hoy.
“Quizás bajo el ojo escrutador de las redes sociales actuales los personajes son imperfectos, poco diversos, o incurren en conductas que a ojos actuales sedientos de sermón les parecen inapropiadas o deleznables, pero la comedia sigue intacta, el ritmo está ahí, los momentos inolvidables también y sobre todo el carisma de un elenco irrepetible. No le va a gustar a todo el mundo, claro, pero sus encantos siguen ahí. Y seguirán estando”, sostiene Muñoz.
Reconoce, eso sí, que “quizás a las nuevas generaciones les molesta esta televisión antigua, de sets que funcionan como escenarios, con risas y reacciones de una audiencia invisible”.
Zemelman también defiende sus fortalezas: “Ninguna serie jamás va a dejar conforme a todo el mundo porque las necesidades o los focos de cada generación van cambiando, y con ello cómo se abordan los temas, la diversidad en los personajes que se construyen y en las relaciones. Pero de todas maneras, la esencia de Friends, más allá de su tipo de humor, son vínculos de amistad siempre disponibles y casi incondicionales. Probablemente eso sea perpetuo”.
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