Digan lo que digan: Raphael, sus últimos años entre trasplantes y rumores sobre su muerte
El reciente accidente cerebrovascular que sufrió el legendario cantante, lo encontró en plena actividad. Clave en eso ha sido su preocupación por llevar un estilo de vida saludable, pero aún así ha debido enfrentar situaciones complejas, como la hepatitis B que lo forzó a un trasplante de hígado para salvarle la vida. También ha debido enfrentar constantes rumores sobre su muerte a propósito de suspensiones de shows a causa de problemas de salud. Pero en entrevistas ha señalado que espera seguir activo.
La voz de Raphael no sonará en España esta navidad. Al menos no la de este año. El legendario cantante, nombre clave en la música popular en Hispanoamérica, sufrió los rigores de un accidente cerebro vascular mientras grababa un especial de Navidad para el programa La Revuelta en el Teatro Príncipe Gran Vía de Madrid.
El incidente motivó la hospitalización del artista y forzó la cancelación de sus últimas actividades que tenía en agenda para este año, su aparición en el programa El Hormiguero, de Pablo Motos y unos shows en el WiZink Center de Madrid.
Desde la oficina de representación de Rapahel, informaron a la agencia EFE que se encontraba “bien” y está siendo sometido a varias pruebas. Además señalaron que los más probable es que el artista haya sufrido un episodio “transitorio” y que será sometido a exámenes para “descartar cualquier cosa”.
A sus llevados 81 años, “El divo de Linares” acumula un historial de complicaciones de salud, que incluso ha llevado a los medios a informar de manera errónea su muerte. Todo comenzó en 1985, cuando se le detectó una Hepatitis B. “Mi enfermedad era muy traicionera y no daba la cara. Yo no he bebido nunca ni he fumado, pero empecé a beber botellitas pequeñas de los hoteles porque me ayudaban a dormir”, confesó en charla con Bertín Osborne en el programa Mi casa es la tuya.
Incluso, detalla que no le contó de su mal ni a su círculo más cercano, incluyendo a su esposa, Natalia Figueroa. “Alargaba los viajes. Decía: ‘no voy esta semana a Madrid’”, contó en la misma entrevista. Fue finalmente su amiga Rocío Jurado, quien le hizo ver su mal aspecto y que debía hacer algo por su salud. “Ella fue la que me dijo que no estaba bien”, recordó.
La observación de Jurado fue acertada pues la Hepatitis de Raphael derivó en una cirrosis hepática severa que puso su vida en riesgo. Por ello se impuso la necesidad de un transplante de hígado como única opción para salvar su vida. “No quería someterme a un trasplante, pero finalmente tuve que hacerlo porque, si no, iba a morir”, declaró el cantante. La operación se realizó el 1 de abril de 2003, lo que permitió la sobrevida del artista, quien se volvió un activo defensor de la donación de órganos.
“Lo de mi enfermedad tuve que decirlo -contó a El País en 2017-. No lo quise ocultar. Desde mi trasplante, soy mejor persona. Más tranquilo, más Séneca. Ahora disfruto mucho en el escenario. Antes salía muy nervioso, me veía con un mogollón de responsabilidad y no podía con tanto”.
Pero en los últimos años no ha estado exento de dificultades. Tras la suspensión de un show en Las Palmas, en el año 2017, algunos medios informaron que “Er Niño” había muerto. Él mismo salió a acallar los rumores y explicó lo que le había ocurrido. “Me han matado muchas veces y es increíble que sigan sin contrastar la información. Yo he tenido un resfriado de siete días y aunque se puede cantar resfriado los tres del medio son los más complicados y me vi obligado a cancelar el concierto de Las Palmas”, declaró.
Aquella vez, Raphael señaló que no deseaba retirarse y que iba a cantar hasta que las fuerzas le den. “Sigo loco por cantar y voy cumpliendo años pero mi voz sigue ahí, por lo que aún puedo resistir. Canto porque me gusta y salgo a un escenario porque me enloquece, eso y mi familia es lo que ocupa mi vida”.
Según él, hay una clave que explica por qué ha logrado mantenerse activo incluso pasando sus 80 años. “Sigo aprendiendo y eso ha hecho que mi carrera sea tan larga, he ido a muchos espectáculos a aprender lo que no se debe a hacer, porque yo no copio pero yo aprendo de lo que no se puede hacer”, detalló a El País.
Para el artista, la clave ha sido llevar un estilo de vida saludable. “Indudablemente, llevar una vida sana tiene recompensas. Es un poco más aburrida pero llegas a la mayoría de edad estando muy bien, complaciendo al público en todo lo que pide, haciendo conciertos larguísimos y estando fuerte y sano”,
Y ese empeño por cantar lo acompaña hasta hoy. Esta temporada lanzó su disco Ayer... Aún, un álbum homenaje a la canción francesa y a cantantes como Gillbert Bécaud, Jacques Brel o Juliette Gréco. “En todos mis discos desde que soy artista he procurado, cuando me dejan un hueco, meter una canción francesa con versión española”, explicó.
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