Expertos militares proyectan la contraofensiva de Ucrania contra Rusia
Kiev busca recuperar el control de los territorios perdidos desde 2014. Sin embargo, entre los analistas existen dudas de que lo pueda lograr.
Como una suerte de Día D en el conflicto de Rusia en Ucrania, durante meses la comunidad internacional ha especulado sobre la contraofensiva de Kiev y poco a poco ambos bandos comenzaron a dar pistas de que la situación ya estaba cambiando en el terreno, aunque existe escepticismo sobre los resultados que puedan conseguir.
Así, el 4 de junio, dos días antes del aniversario del desembarco en Normandía que marca el comienzo de la liberación de Europa de los nazis, las fuerzas ucranianas lanzaron lo que el Ministerio de Defensa de Rusia llamó un asalto “a gran escala” contra cinco ejes en el sureste de Donetsk, la provincia ubicada en el este de Ucrania.
“La contraofensiva ucraniana ha comenzado. La actividad en toda Ucrania es consistente con una variedad de indicadores de que las operaciones de contraofensiva ucranianas están en marcha”, dijo el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) en una serie de tuits el jueves por la noche.
Según el ISW, la contraofensiva “probablemente no se desarrollará como una sola gran operación”. “Probablemente consistirá en muchas actividades en numerosos lugares de diferente tamaño e intensidad durante muchas semanas”.
En un podcast del miércoles, Michael Kofman, del Centro de Análisis Navales de Virginia, dijo que los combates habían tomado un “giro más cualitativo”. “No creo que estos ataques sean el principal esfuerzo ofensivo, pero marcan lo que creo que es el comienzo de la ofensiva ucraniana”, señaló.
El objetivo declarado de Ucrania es reconquistar toda la tierra que Rusia ha incautado desde 2014, restaurando las fronteras que se establecieron en 1991, cuando se disolvió la Unión Soviética. Sin embargo, indicó la revista The Economist, incluso si el Ejército ucraniano puede lograr eso -y muchos expertos occidentales tienen sus dudas-, existe el temor de que Rusia pueda ver tal resultado como una humillación tan abyecta que justifique el uso de armas nucleares para evitarlo.
“La liberación por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania de Kharkiv y Kherson el año pasado fue una sorpresa para muchos, incluidos los rusos. Por el contrario, ambas partes han pasado meses preparándose para la próxima contraofensiva de Ucrania. Los ucranianos se han estado integrando y ejercitando con nuevas armas proporcionadas por Occidente, mientras que la fuerza de ocupación rusa cavó trincheras y erigió otras barreras a lo largo de la línea del frente. Que la ofensiva se acerque no sorprende a nadie. Por lo tanto, Ucrania debe extender las reservas rusas, engañar a los líderes rusos e identificar y, finalmente, romper los puntos débiles de las líneas rusas”, explicó a La Tercera Rafael Loss, coordinador de proyectos de datos paneuropeos y experto en seguridad del European Council on Foreign Relations.
Para la vicepresidenta ejecutiva de políticas en el Center for American Progress, Mara Rudman, “los ucranianos entran en esta contraofensiva con el respaldo y el apoyo de la mayoría de la comunidad mundial, así como con el apoyo unido y los recursos significativos de los aliados occidentales”. “Está claro que el Ejército ucraniano de hoy no es el mismo que el de 2022: tienen la ventaja de un entrenamiento y armamento más avanzados que los que tenían disponibles hace un año”, indicó a La Tercera.
Por el momento, los expertos occidentales se encuentran expectantes sobre el resultado de la operación. Para Loss, que Ucrania tenga éxito depende de muchos factores. “Un factor importante también será la defensa aérea: los ucranianos deben mantener a raya a la Fuerza Aérea rusa para evitar que ataquen sus posiciones avanzadas y las fuerzas en movimiento”, indicó. “Las fuerzas terrestres rusas están exhaustas. Su ofensiva de invierno casi no produjo resultados, solo en Bajmut lograron un éxito táctico. En este momento, las fuerzas rusas no pueden generar un impulso ofensivo. Solo una segunda movilización, que podría tener lugar este verano, podría volver a llenar las filas”, añadió.
Los analistas occidentales tienen tres amplios escenarios sobre cómo podría desarrollarse la guerra. Según The Economist, el primero involucra un gran avance ucraniano, en el que cortan las líneas de suministro a Crimea o recuperan gran parte del territorio en la región oriental del Donbás. Tal colapso devastador de las fuerzas rusas posiblemente podría resultar en la pérdida de poder de Vladimir Putin. Un segundo escenario implica pérdidas rusas menores, pero también la perspectiva de más derrotas si la guerra continúa, lo que podría ser suficiente para castigar a Rusia y debilitar a Putin. Un tercer resultado sería un punto muerto que le permita a Rusia retener la mayor parte de lo que ha tomado. Eso socavaría la confianza occidental en Ucrania y envalentonaría a Putin.
Expertos militares consultados por el medio independiente ruso Meduza pronosticaron varios escenarios. El primero es que Ucrania avance hacia los istmos de Crimea, que es la joya de la corona, y logre cortar la línea de suministros. Otro, es que las fuerzas ucranianas presionen hasta el Mar de Azov y corten el puente terrestre que conecta la región rusa de Rostov con Crimea, lo que interrumpiría la navegación rusa sobre este mar y permitiría a los ucranianos ganar nuevas posiciones para atacar Crimea con el sistema de misiles Himars. También Ucrania podría atacar la línea del frente desde la frontera de Bryansk hasta el río Dniéper por Kherson. Por último, podrían repetir la estrategia del año pasado y hacer su ofensiva en dos etapas.
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