Tan lejos, tan cerca: La distante mirada de Boric al proceso constituyente

GABRIEL BORIC
Esta semana el Presidente Boric conversó con algunos convencionales.

El acuerdo de la comisión de Sistema Político generó la indignación de varios parlamentarios oficialistas que abogan por que el Presidente saque la voz.


El martes, a las 09:03, el Presidente Gabriel Boric escribió en su cuenta de Twitter: “Valoro mucho el acuerdo al que ha llegado la comisión de Sistema Político de la Convención Constitucional. Señal clara que el diálogo transversal rinde frutos”. La reacción del Mandatario no le gustó a los parlamentarios.

En la medianoche anterior, 17 de los 25 convencionales de la comisión de Sistema Político sellaron uno de los acuerdos más complejos en lo que va del proceso constituyente y acordaron los principales lineamientos para tener un “presidencialismo atenuado” y un “bicameralismo asimétrico”. Plan que incluye una Cámara de Diputados y Diputadas, y una Cámara de las Regiones, la que llegaría a reemplazar y poner fin al Senado.

La propuesta, que debe ser aprobada por el pleno de la Convención -posiblemente el 11 de abril-, también incluye poner límite a la reelección de parlamentarios a dos períodos, lo que “jubilaría” a 65 diputados.

Ni el acuerdo -que no incluyó a los convencionales de derecha- ni las palabras de celebración del Presidente fueron bien tomadas en el Parlamento.

Miembros del oficialismo aseguran que en las conversaciones privadas se habla constantemente sobre las dudas que está despertando el proceso y que en las últimas semanas son cada vez más habituales las bromas y comentarios que cuestionan el compromiso con el Apruebo.

–El que está en reflexión, está dispuesto a rechazar–, dice un parlamentario de Socialismo Democrático.

–No es ni para la risa. Hay mucha preocupación por lo que está pasando en la Convención Constituyente y eso nos va a poner en un dilema muy difícil. Porque nadie va a querer rechazar para apoyar la “Constitución de Pinochet”, pero, como va la cosa, tampoco quieren apoyar ni hacer campaña por el Apruebo. Muchos dicen que lo único que queda es mirar el techo. Eso sí, la palabra “rechazo” ya no está tan prohibida como hace pocos meses–, confiesa un diputado oficialista.

Entre los congresistas también hay desconfianza a la labor de los convencionales. Aseguran que están cimentando su propia carrera política para postularse en un futuro a cargos públicos y poniéndole límites a sus eventuales competidores.

“Esperamos reglas justas y claras, considerando que los convencionales son eventuales incumbentes. El tránsito a un nuevo sistema político no puede ser un traje a la medida de nadie, menos de quienes están redactando la Constitución”, dijo Raúl Soto (PPD), presidente de la Cámara de Diputados a La Tercera.

Palabras que se sumaron a las críticas del senador socialista José Miguel Insulza, quien calificó el acuerdo del Sistema Político de “indigno”, sobre todo por la reducción de atribuciones de la Cámara Alta. “Este Senado que han inventado no sirve francamente para nada”, acusó. Y el broche de oro lo puso el propio presidente socialista, Álvaro Elizalde, cuando ayer, en entrevista con El Mercurio, cuestionó el rumbo del proceso advirtiendo la necesidad de que una nueva Constitución tenga un apoyo transversal, además de criticar el acuerdo por el Sistema Político. Pero Elizalde fue más allá: “el eventual rechazo no puede significar revivir la actual Constitución”, dijo, verbalizando la posibilidad de que fracase el nuevo texto.

A Fidel Espinoza, senador socialista, la idea del plurichile es tu cielo azulado, lo hizo estallar: “Hemos sido testigos, como país, estas últimas semanas de propuestas absurdas como estas y muchas más desde la CC, que lo único que pavimentan es que el rechazo se acerque al 50% y se vayan al abismo los sueños de millones que quieren cambios en salud, educación, pensiones, etc.”.

También otros acuerdos recibieron cuestionamientos, como el de la comisión de Sistemas de Justicia, que propone eliminar la figura del fiscal nacional, entre otras medidas.

La preocupación dentro de los llamados “partidos tradicionales” viene acompañada de una autocrítica: la conformación de la Convención. El haber permitido el ingreso de independientes al organismo, advierten, creó una instancia que incentiva las motivaciones particulares y no pondera los efectos de las propuestas.

Pero en la Convención Constitucional no están de acuerdo con las formas en que han sido criticados.

–No corresponde esa presión desde el Senado respecto de las decisiones autónomas de la Convención Constitucional. Entiendo que puedan presentar inquietudes, hacer preguntas, pero lo que no me parece, en ninguno de los casos, es el lobby desatado, y en aquellos casos que no funciona el lobby desatado, una presión indebida, respecto de los posibles cambios. Hemos visto cosas bastante insólitas. Me escandaliza y me sorprende cómo puede ser el grado de presión de los incumbentes y de quienes podrían ser normados constitucionalmente en un sentido diverso al actual–, dice Amaya Álvez (RD), vicepresidenta adjunta de la Convención.

En el organismo, además, hay una preocupación por cómo están manejando las declaraciones sus integrantes, sobre todo por las reacciones que están obteniendo por parte de la ciudadanía.

“He visto con preocupación cómo han aumentado las publicaciones de prensa inexactas, confusas, o derechamentente falsas que buscan desacreditar a la Convención Constitucional y a todo lo que hemos logrado avanzar en los últimos meses”, escribió su presidenta, María Elisa Quinteros, en una carta que dirigió a los miembros del organismo en la que los llamó a cumplir el principio de veracidad.

El comunicado fue visto como un acto de censura por los convencionales de derecha.

Preocupación en La Moneda

En el Palacio Presidencial están atentos, aunque para parte del oficialismo, quizás no lo suficiente. De todas formas, supervisaron las negociaciones del acuerdo logrado en la comisión de Sistema Político que, como escribió Boric, es mirado como una buena base para una nueva institucionalidad.

–Si a alguien no le gusta lo que aprueba la Convención, no puede pedirnos a nosotros como gobierno que modifiquemos lo aprobado. Estas son las reglas del juego que se aprobaron y si están los 2/3, no hay nada que podamos hacer–, aseguran en La Moneda.

De todas formas, el ministro Segpres Giorgio Jackson ha conversado con algunos convencionales para buscar una transición razonable en la ejecución de la Constitución (de ser aprobada). También ha conversado sobre el punto con parlamentarios.

En el gobierno explican que serán clave los acuerdos sobre los artículos transitorios a los que pueda llegar la Convención y también la labor que realice la comisión de Armonización, que deberá unificar el texto.

Dentro de los convencionales más cercanos a Jackson están Constanza Schönhaut (su pareja), Giovanna Roa (amiga universitaria y compañera de militancia) y Amaya Álvez, quien se ha convertido en una de las líderes del Frente Amplio en la Convención.

–El gobierno tiene una preocupación importante por dar a conocer el texto de la nueva Constitución, por hacer esta pedagogía ciudadana, y en ese sentido hemos tenido reuniones con el ministro Giorgio Jackson y con la jefa de Estudios de la Segpres, Javiera Ascencio–, dice Álvez.

Además, en las últimas semanas el equipo de asesores de la bancada del Frente Amplio en la Convención ha sostenido reuniones con funcionarios del gobierno para alinear posturas comunicacionales y de trabajo para los meses que vienen. Sobre todo, enfocados en el plebiscito de salida y la campaña de “educación cívica” que realizarán para asegurar la participación de la ciudadanía en los comicios, donde el voto será obligatorio.

En la Segpres esperan anunciar en los próximos días a la persona encargada de Participación Ciudadana que trabajará en el proceso.

La directiva de la Convención Constitucional.

Sacar la voz

El Presidente Boric también está preocupado por el devenir del proceso constituyente.

-Quizás no lo suficiente- vuelven a decir en el socialismo.

Sabe que el plebiscito de salida es muy importante para su mandato, pues el resultado, como ha dicho el mismo convencional Fernando Atria, va íntimamente unido al gobierno. La derecha ya está clara con la idea de que el plebiscito será también una medición presidencial, y en la centroizquierda cunden las ganas de tomar palco en términos públicos, mientras se buscan fórmulas para intentar “salvar” el proceso, o bien, diseñar una reforma que permita un nuevo proceso constituyente.

El Mandatario- quien sí recalcó al asumir la necesidad de una Constitución “para todos y todas”- conversó esta semana con algunos convencionales, como Jaime Bassa, para hablar sobre el proceso.

Boric es cercano a algunos miembros de la Convención, además de Bassa, Roa y Schönhaut, como Patricio Fernández y el mismo Atria, con quien tuvo reuniones antes del cambio de mando.

Con este último mantiene conversaciones fluidas desde hace años. Es más, el abogado era el candidato presidencial de Boric, e incluso se lo solicitó, antes de asumir su postulación.

Pero Atria también tiene otros vínculos con La Moneda. El exsocialista Ernesto Águila, hoy asesor del Segundo Piso presidencial, ha sido su principal “orejero” en la Convención y mantienen contacto diario. Ambos han construido un proyecto político en conjunto en Plataforma Socialista y tienen una amistad muy cercana.

En ese trabajo, Águila fortaleció sus redes entre los convencionales y sus asesores, con los que también mantiene contacto.

De todas formas, en el Palacio Presidencial descartan que el rol de Águila en el gobierno tenga que ver con la Convención.

-De eso se encarga la Segpres. Él está a cargo de Estudios, junto a Carlos Durán-, aseguran.

Pero si en algo coinciden en el gobierno, es que cada vez tendrán más protagonismo en el proceso. Y en la Convención hay quienes sostienen que la figura de Boric será clave para legitimarlo.

Hasta los más críticos del oficialismo abogan por que el Presidente aparezca:

-Si es que valora los acuerdos también puede decir lo que encuentra malo. En diciembre dijo que no quería una Convención partisana y hoy no ha aparecido para criticar cosas que a todas luces no están bien. Esperemos que, al igual que en el 15 de noviembre, sea capaz de sacar la voz-, cierra un diputado.

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