Abogado que abrió caso por la muerte de Salvador Allende, en picada contra hija senadora: “No debió vender su casa, estaba la memoria del Presidente en juego”

Una de las críticas más duras al actuar de la senadora Isabel Allende (PS) y de su sobrina, la ministra Maya Fernández, es la que ha hecho uno de los militantes históricos del Partido Socialista, el abogado Roberto Ávila. En el pasado, logró que la justicia abriera una causa con ministro de fuero y se investigara, en democracia, las circunstancias de la muerte del Presidente Salvador Allende y hoy alza la voz para cuestionar tanto el intento de venta de una de las casas del malogrado Mandatario y el rol que les cabe a sus dos descendientes.

¿Qué piensa de este fallido negocio?

Los hechos están ahí, irrefutables y con la bandera del lucro al tope. Yo conozco esa casita pareada, un millón de dólares es un precio exorbitante. Para mí, echarle la culpa de esto a los abogados, me suena más bien a un poquito a excusa. Las nomas al respecto, son claras y conocidas. No se necesitaba un informe en derecho para percibir que no puedo autorizar una Ley de Presupuesto -como lo hizo la senadora-, que luego va a implicar que son ese dinero el Estado me compre a mí una casita pareada en un millón de dólares.

Ahora, si los abogados visaron eso es porque no leyeron el contrato o no tenían idea de derecho... de criterio jurídico ¡Ni hablar! Pero siguen ahí, con sus sueldos millonarios, porque los apitutados en el Estado de Chile son una legión.

En concreto, ¿cómo cree que actuó la hija del Presidente Allende?

Claramente no debió hacer eso, no debió vender su casa, ya que estaba la memoria de su padre de por medio, estaba en juego. Salvador Allende tiene más de dos mil monumentos, facultades de medicina, pueblos, plazas, avenidas, barcos, hospitales con su nombre y en su memoria en todo el mundo. Miles de casas de chilenos humildes tienen su foto, no era necesario acceder a esa venta.

¿Qué debió hacer, a su juicio?

Darla en comodato. Su padre dio la vida por sus ideas, muchos otros hicieron ese mismo sacrificio. La senadora y la ministra han ganado muchos millones del Estado como funcionarias públicas, pueden hacer ese renunciamiento y no es que por no vender esa casa vayan a quedar las dos en la calle.

Pero la idea de hacer este inmueble un museo, ¿la comparte?

Esa casa es muy pequeñita y Allende era austero para vivir, quizás podría transformarse en una biblioteca llena de todo lo que dijo o escribió, además de toda la literatura universal que hay sobre lo que fue el gobierno de la Unidad Popular. Como museo, le digo altiro que en esa casa hay muy poco que ver, por eso no se entiende ese alto precio que se quería cobrar.

¿Cómo está el socialismo allendista tras estos hechos?

Con un pesar enorme, yo el año 1974 a los 14 años tiré panfletos, con mis compañeros del Liceo en Pudahuel, que decían " Allende Vive”, claramente no fue para ver y presenciar esto que están haciendo sus familiares. Para mi generación de socialistas, la de los 80, Allende es su estandarte. Y ahora resulta que su memoria y su imagen se ve empañada por esto, e -incluso- con una audiencia judicial, quien sabe, el día de mañana. Es muy lamentable lo que aquí ocurrió.

El fiscal nacional Ángel Valencia dijo que “guardar silencio” no es declarar. ¿Qué le parece que Allende y Fernández hayan usado este derecho?

Como dicen por ahí, los inocentes gritan, se exaltan, exigen declarar. Los hábiles litigantes invocan su derecho a guardar silencio. Pero mas allá de ese derecho del imputado, yo creo un funcionario publico, como es el caso de ambas, que usa bienes públicos, recibe sueldos altos -que muchos podríamos considerar millonarios- y que tiene privilegios cotidianos, le debe explicaciones a la ciudadanía. O sea, el Presidente explica el estado de la nación y sus planes una vez al año al país, en su cuenta pública, hoy por hoy existe la Ley de Transparencia, no se entiende esta estrategia.

Sin ir más lejos, el Presidente Boric se plantó una hora ante la prensa por el caso Monsalve, desde ahí dejó una vara de una ética política impecable de “transparencia cueste lo que cueste” y eso es mayor aún en un proceso judicial. El derecho a guardar silencio busca evitar declaraciones autoinculpatorias obtenidas mediante apremio. Es en su espíritu un derecho del ciudadano de a pie frente al Estado y no al revés.

¿Cree que efectivamente hay causal para cesar el cargo?

La descripción de la conducta y la sanción son claras y la hermenéutica legal no acepta interpretaciones, está en el articulo 19 del Código Civil. Pero las cosas pueden ser peores. Yo le digo esto va directo a sede penal, a los tribunales de justicia.

¿Debería renunciar la senadora antes de que ocurra esto?

Sí, y no sólo a su cargo en el Estado, sino que también intente quitarle la connotación política al caso y llevarlo al fuero común. Y defenderse un poco mejor, cuando se hizo la resciliación del contrato validaron la compraventa e infringieron nuevamente la prohibición constitucional y legal... lo más grave es que con eso se configura un delito de negociación incompatible.