Guillier y Peñailillo: El daño colateral de la aventura presidencial de ME-O

Cerca de las 6 de la tarde llegó a la sede del Servel el presidente del PRO, Camilo Lagos, para inscribir la cuarta candidatura presidencial de Marco Enríquez-Ominami.

Al lugar Lagos llegó solo, pero inesperadamente se encontró con los timoneles y secretarios generales de sus exsocios de Unidad Constituyente, quienes llegaban al edificio en calle Esmeralda para inscribir la lista parlamentaria de la que fue excluido el PRO por su decisión de inscribir una opción presidencial paralela a la de Yasna Provoste, vencedora de consulta ciudadana del bloque.

La escena despejó cualquier duda sobre el destino de las tratativas de último minuto para que el PRO se reincorporara a la nómina de la coalición. Los partidos no hicieron gestiones durante la jornada y el único gesto fue el infructuosos emplazamiento de ME-O a Yasna Provoste por una lista única. “Usted puede corregir este error”, le espetó el abanderado por Twitter.

Y Provoste respondió: “Su camino propio sólo beneficia a la derecha”.

El exabanderado y su colectividad definieron impulsar una nueva aventura a La Moneda luego de que el Tribunal Constitucional acogiera el requerimiento de inaplicabilidad para recuperar sus derechos políticos que perdió por su vinculación en el caso SQM. Y, tras conocerse que el Servel definiera incluirlo en el padrón electoral que ya estaba cerrado.

La semana pasada, antes de que el PRO confirmara el ingreso de MEO a la carrera presidencial, los partidos de Unidad Constituyente advirtieron a la colectividad que sería marginada del pacto electoral si insistía en avanzar por el camino propio. Durante la negociación parlamentaria el PRO había manifestado su aspiración de conseguir 25 cupos al parlamento. Eso quedó totalmente descartado una vez que se corroboró el hecho de que el exparlamentario se inscribiría hoy.

Así, el anuncio de ME-O dejó en una incómoda posición a los posibles candidatos al Parlamento de la colectividad, quienes ahora tendrían que competir solos en una lista. Uno de los mayores afectados, admiten en el partido, es el senador Alejandro Guillier, quien esta mañana anunció a través de una declaración pública que no buscará su reelección en Antofagasta.

“He tomado la decisión de no repostular al Senado de la República. Lo hago ante las dificultades observadas para construir una lista parlamentaria común de la centroizquierda que asegure una mayoría social y política de cara al proceso presidencial”, escribió el parlamentario, quien habría llamado a ME-O antes del anuncio.

El excandidato presidencial de la Nueva Mayoría había firmado su militancia en medio de rumores de que podría convertirse en el abanderado del PRO en caso de que ME-O no pudiera inscribirse. Sin embargo, desechada esa alternativa y sin posibilidad de volver a ser independiente por la ley antidíscolos, la decisión del exdiputado dejó en una posición imposible al legislador por Antofagasta.

En el PRO estaban conscientes de la complicación. Según fuentes de la colectividad, estaba planificado que este lunes la dirigencia del partido -encabezada por Camilo Lagos- sostuviera una conversación con el senador para abordar su futuro. Pese a esto, Guillier se adelantó a las intenciones del partido.

Si bien desde la colectividad aseguran que el riesgo parlamentario fue parte de los factores que pesaron para tomar la decisión presidencial, en el PRO sostienen que su enfoque estará en la carrera a La Moneda. Pese a esto, la colectividad arriesga su disolución en caso de que no logre un mínimo de votos en la elección parlamentaria.

“A nuestro juicio, los partidos de UC no están preocupados de la presidencial, la dan por perdida, están preocupados de salvar los muebles de la parlamentaria. Lo más importante hoy es impedir que la derecha gane y por eso creemos que es importante la candidatura de Marco”, sostuvo Lagos.

Por su parte, otro de los posibles afectados sería el exministro del Interior, Rodrigo Peñailillo. El exmilitante del PPD y una de las figuras más reconocidas durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, intentó que su excolectividad lo llevara como candidato a senador por la Región del Biobío, sin embargo, la nueva directiva encabezada por Natalia Piergentilli le cerró la puerta por su vínculo con el caso SQM.

Tras eso, desde el PRO se mostraron disponibles a recibir a Peñailillo e, incluso, se le habría transmitido esa disposición en privado. No obstante, según las mismas fuentes, en esas conversaciones no se habría materializado un ofrecimiento formal.

Pese a esto, hoy desde el PRO sostienen que el exsecretario de Estado no formaría parte de su lista; sus cercanos aseguran que lo más probable es que decline su candidatura.

En tanto, el senador Alejandro Navarro no se vería complicado dado que está impedido de buscar su reelección y, además, no estaría buscando un cupo como diputado.