Aranceles, Ucrania y Gaza: los tres frentes abiertos de la política exterior estadounidense

La política exterior de Trump vive una semana acontecida, con la Casa Blanca negociando directamente con Hamas y con el Presidente canadiense, Trudeau, asegurando que su contraparte estadounidense estaba haciendo “algo muy estúpido” con los aranceles.
Para ser considerado un “proteccionista”, la política exterior de Trump parece estar llevándose toda su agenda. Esta semana, sobre todo a través de su plataforma Truth Social, el Presidente norteamericano ha venido “desarrollando” sus negociaciones en tiempo real, tanto para hablar sobre la guerra ucraniana como para amenazar a Hamas.
Respecto a la situación en Gaza, durante la semana empezaron a salir rumores de que Estados Unidos habría estado negociando directamente con Hamas, algo inimaginable hasta el momento. Finalmente, fue la misma portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien confirmó los rumores: el enviado especial para los rehenes, Adam Boehler, “está involucrado en estas negociaciones, tiene la autoridad para hablar con cualquiera”.
Así, Estados Unidos rompía una política de larga data, en la que se supone que el país no mantiene conversaciones directas con grupos considerados “terroristas”. Sin miedo a parecer hipócrita, sin embargo, la administración de Trump se adelantó a Israel y tiene funcionarios negociando en la mesa con Hamas. Todo sea para “cerrar los acuerdos”.

A pesar de las negociaciones directas con el movimiento islamista, Trump aprovechó y durante el mismo día mandó un mensaje a Hamas a través de su red social, amenazándolos con desatar el infierno si no liberan a los rehenes.
“Liberen a todos los rehenes ahora, no más tarde, y devuelvan inmediatamente todos los cuerpos de las personas que asesinaron, de lo contrario se acabó para ustedes. Solo las personas enfermas y retorcidas conservan los cuerpos, ¡y ustedes están enfermos y retorcidos!“, exclamó. “Al pueblo de Gaza: les espera un futuro brillante, pero no si retienen a rehenes. ¡Si retienen a rehenes, están muertos! Tomen una buena decisión”, declaró el mandatario.
De momento, una “primera fase de la tregua” se acabó este 1 de marzo, y el gobierno israelí quiere extenderlo hasta mediados de abril, acelerando la liberación de los rehenes. En tanto, Hamas rechaza las condiciones y pretende avanzar a la segunda etapa del acuerdo con Israel: la transición a una segunda fase implica el fin sostenible de las hostilidades, la retirada de las tropas israelíes de Gaza y la liberación del resto de rehenes.
Este jueves, funcionarios egipcios aseguraron que el comienzo de la segunda fase “está cerca”, tras las conversaciones entre EE.UU. y Hamas. Las fuentes israelíes, sin embargo, parecen no estar al tanto de estos avances: “No tenemos conocimiento de ningún progreso en la segunda fase de las conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza”, indicaron en Anadolu.

Para Ucrania, en tanto, esta ha sido la semana de las consecuencias. Luego del encontrón entre Trump, J.D. Vance y Zelensky en el Salón Oval de la Casa Blanca, el gobierno norteamericano ha empezado a abandonar a Kiev en sus esfuerzos bélicos, y este martes ya había decidido suspender la ayuda militar a Ucrania. Esta medida era muy importante para el suministro de armas y municiones del ejército ucraniano, pero sus efectos se sentirán en unos meses.
El miércoles se confirmó una suspensión con consecuencias más inmediatas: ahora Estados Unidos dejó de intercambiar información de inteligencia con Ucrania. Esta importante cooperación permitía al ejército ucraniano identificar objetivos rusos y realizar ataques profundos. Se trata, así, de un pilar de la defensa de Ucrania que Donald Trump ha decidido congelar.
Todas estas acciones han desconcertado a los aliados europeos de Washington, y es posible que aún no se hayan apreciado plenamente las consecuencias de ello. Pero sus esfuerzos por presionar a Ucrania, reteniendo ayuda e información militar, parecen estar produciendo el resultado previsto.
El martes Zelensky envió una carta conciliatoria a Trump proponiendo un alto el fuego limitado, y los funcionarios estadounidenses y ucranianos ya reanudaron las conversaciones el miércoles sobre un acuerdo sobre minerales para compensar a Estados Unidos por los gastos de ayuda.

Si no había suficientes problemas con Gaza y Ucrania, Trump ya había abierto otro frente con sus vecinos directos, con Europa y con China: los aranceles. De todos modos, la idea de subir el precio de ciertas exportaciones a través de tarifas aduaneras parece no estar trayéndole las consecuencias deseadas.
Hace un mes ya había nuevos aranceles radicales para Canadá y México, pero en el último momento Trump se retractó de ellos. Esta semana permitió que esos gravámenes del 25% entraran en vigor, al menos por un día. Sin embargo, después de dos días de fuertes caídas en el mercado bursátil estadounidense, la Casa Blanca pareció suavizar un poco la severidad de estos aranceles, anunciando que otorgaría una exención de un mes para los automóviles importados de Canadá y México.
Frente a esto, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, que ha pasado el último mes haciéndose llamar “gobernador del estado 51” por Donald Trump, lanzó un discurso en el que criticó fuertemente la guerra comercial lanzada por su vecino del sur. En una alocución dirigida a su país, en un momento se dirigió directamente al Presidente, diciéndole: “Donald, aún si eres un hombre inteligente, es realmente estúpido lo que estás haciendo”.
Los fabricantes de automóviles estadounidenses ya le habían advertido a Trump que los nuevos aranceles podrían devastar la industria y provocar el cierre de plantas en cuestión de semanas. Así, Trump tuvo una llamada telefónica con el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, el miércoles y ofreció su propia versión sobre lo que dijo fue un intercambio “algo amistoso”, aunque acusando al “gobernador” de Canadá de usar la cuestión comercial para “mantenerse en el poder”.
Los aranceles también cruzaron el Pacífico, y en China ya están listos para subir el tono del conflicto: “Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos listos para luchar hasta el final”, dijo la Embajada de China en Estados Unidos en X.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.