“Compadre” de Elizalde, albacea de Garay y un 5,8 de nota como investigador: todas las caras de Ángel Valencia, uno de los favoritos para fiscal nacional

Angel Valencia
Ángel Valencia.

El abogado de 53 años corre con ventaja en un proceso donde aún falta la voz del Ejecutivo y del Senado. Al liderar la quina, con 17 votos de supremos, se convirtió en uno de los candidatos más potentes para suceder a Jorge Abbott y que irrumpió desde el mundo externo del Ministerio Público en los últimos metros de esta carrera. Sus vínculos en la política son transversales y en el pasado actuó como defensor de la actual ministra del Interior Carolina Tohá y de figuras como Mario Desbordes (RN) y Heraldo Muñoz (PPD).


Era un partido de volley en que los del San Ignacio de Alonso de Ovalle derrotaron de forma humillante a los del Luis Campino. Los estudiantes visitantes tuvieron que salir literalmente huyendo de la cancha y cuando ya estaban fuera del colegio y a salvo se dieron cuenta de que la bolsa con los balones se les había quedado en “campo enemigo”. Por ser el más alto y fornido, el elegido para la difícil misión fue Ángel Valencia. Cuando iba entrando se topó con un joven del establecimiento local, Álvaro Elizalde, que milagrosamente hizo de “guardaespaldas” y lo ayudó a recuperar los implementos deportivos. Tiempo después se encontrarían en la escuela de derecho de la Universidad de Chile, y empezaría así una amistad de 35 años y una relación que hoy salta a la luz en medio de una tensa definición por la Fiscalía Nacional.

Y es que Valencia el lunes 7 obtuvo 17 votos de la Corte Suprema, coronando así una exitosa campaña para suceder a Jorge Abbott en el Ministerio Público, transformándose -junto al fiscal jefe de Santiago Norte José Morales-, en uno de los favoritos del Poder Judicial para el cargo. El tema es que el Senado que hoy preside Elizalde es parte importante en el proceso, ya que debe ratificar con un quórum de 2/3 al candidato de la quina que proponga el Presidente Gabriel Boric. Y a Valencia y Elizalde no sólo los unen anécdotas de juventud y la carrera de derecho, ambos son “compadres”, es decir cada uno es padrino del hijo menor del otro. En los concursos públicos hay reglas claras de inhabilidad, una de ellas es la estrecha amistad, aunque desde el Partido Socialista (PS) dicen que no creen que constitucionalmente esté obligado a inhabilitarse, pero que si Boric opta por su viejo amigo, Elizalde actuará con “prudencia y en conciencia”. Hasta ahora, ponen como ejemplo, el parlamentario se ha restado de las conversaciones.

Desde el entorno de Valencia, en tanto, aclaran que últimamente no se han visto. De hecho, revelan un dato. En el cumpleaños número 50 de María José Taladriz, esposa de Valencia, ni el senador ni su cónyuge estuvieron presentes.

Consultado el presidente de la Cámara Alta si por este vínculo piensa inhabilitarse de este proceso, respondió que “como es de público conocimiento, conozco y tengo amistad con Ángel Valencia desde la época de la Escuela de Derecho en la Universidad de Chile, aunque nuestras carreras profesionales tomaron caminos completamente distintos. No corresponde que me pronuncie ni a favor ni en contra de ningún candidato sin que exista una propuesta formal del Presidente Boric, por cuanto es su atribución exclusiva”.

La causa que lo aqueja

Una de las cosas que Valencia le gustaría borrar de su carrera fue el día en que conoció a Rafael Garay, así lo confidencia un amigo. Y es que en el expediente judicial su nombre aparece varias veces en palabras de las víctimas por haber sido sindicado por el economista, condenado por una estafa piramidal, como la persona mandatada para repartir los dineros de las supuestas inversiones en el caso que él falleciera.

De hecho, en un escrito al que accedió La Tercera PM ingresado a tribunales por quien hoy se perfila como el principal contendor de Valencia, el fiscal José Morales, solicitó el alzamiento bancario de Garay poniendo en antecedentes de la justicia el rol que le asignaban las víctimas al hoy candidato a liderar el Ministerio Público. El texto asegura que el miércoles 21 de septiembre del 2015, Valencia ingresó una denuncia por presunta desgracia de Garay. Junto con eso, entregó a la fiscalía los contratos de honorarios de clientes que aún mantenían dinero que era administrado por el ingeniero. “De acuerdo a lo declarado por el abogado Valencia este tiene el encargo profesional de entregar los cheques a estas personas solo en caso que Garay falleciera y con dineros que supuestamente serían transferidos a esa cuenta desde el extranjero”, agrega la solicitud.

El papel que jugó Valencia en lo ocurrido con Garay, también quedó registrado en la declaración de las víctimas. Marlene de la Fuente, exesposa del periodista Iván Núñez, declaró el 2016 que, tras el regreso del ingeniero a Chile, después de su paso por Francia, “yo hablé con él y su abogado Ángel Valencia para pedirle la devolución de mi dinero. Cuando yo hablé con Valencia, me dijo que cuando Garay no estuviera en Chile él se haría cargo, pero como volvió hablé directamente con él”. Ante aquello, volvió a hablar con Garay, quien le dijo que había hablado con Valencia y que sería él el encargado de devolver el dinero. “Me dijo que el dinero estaba invertido y que el dinero me lo entregaría Valencia. Esto fue el 14 de agosto aproximadamente”, señala en su declaración la también periodista.

Ante su inminente viaje a Francia, Garay envió un correo electrónico a sus clientes, según consigna la misma causa ante tribunales. En estos, señala que “ante cualquier imprevisto, estará trabajando conmigo el abogado Ángel Valencia de Cisternas y Cortés abogados, que han trabajado con nosotros durante varios años, y nos ayudarán en el proceso de entrega de los dineros, ya sea por depósitos o por documentos”.

Pero no es lo único. El 8 de agosto de 2016, Rafael Garay y su socio Javier Latorre realizan ante la notaría un saneamiento y transformación de la sociedad Think & Co Asesoría e Inversiones SPA. En esas escrituras, señalan que “designan como administradores de la sociedad a don Ángel Mauricio Valencia Vásquez, quien podrá actuar con todas las facultades establecidas en la cláusula décimo tercera de este mismo instrumento”. Además de eso, Valencia participó como árbitro en los contratos que el ingeniero realizaba con sus clientes en la empresa de inversiones.

Cercanos al candidato aseguran que Valencia es una víctima más de Garay quien inventó una enfermedad terminal para lograr su ardid. De hecho destacan que en la sentencia contra el economista los propios jueces dieron cuenta de esto. “De esta manera, las argucias maquinadas por Rafael Garay también alcanzaron al abogado Valencia, quien también resultó defraudado, esta vez no patrimonialmente como las víctimas de la presente causa, pero sin duda en la credibilidad que como profesional debía mantener en su cliente , exponiéndolo con sus mentiras al riesgo de un daño en su imagen y prestigio profesional, a lo que se suma la natural preocupación que puede generar en cualquier persona el asumir problemas de otro que dice estar ante una muerte inminente, preocupación que por supuesto también se extendió a buena parte de los afectados por los delitos”, se lee en el fallo.

¿Un amigo en la testera?

La irrupción del abogado de 53 años, dicen quienes han seguido de cerca este proceso, fue “de último minuto”. Hasta unos meses atrás sonaba fuerte el nombre del fiscal regional de Aysén Carlos Palma en los pasillo del máximo tribunal, sin embargo la determinación de Valencia de postular como externo al Ministerio Público (hace 16 años renunció a la Fiscalía) hizo que no pocos jueces vieran con buenos ojos su nombre y le dieran casi la unanimidad de los votos. Sólo las ministras Gloria Ana Chevesich, Andrea Muñoz y Ángela Vivanco no pusieron su nombre en sus papeletas.

¿Qué hay detrás de esta campaña? Un supremo consultado entrega una pista: “busque una de las últimas postulaciones exitosas para fiscal nacional”. Y es ahí donde surge otra estrecha relación y es la amistad que tiene con el actual secretario del Senado Raúl Guzmán. Se conocieron hace más de una década cuando Valencia trabajaba como fiscal en la zona sur y Guzmán era el abogado que litigaba en la Corte por esa repartición del Ministerio Público. Un juez explica que el ex fiscal regional sur es respetado en el Poder Judicial y el que apoye la aspiración del abogado de la Universidad de Chile le dio un espaldarazo a esta opción.

Desde el entorno de Valencia, en todo caso, asegura que si bien los une el haber sido compañeros en la escuela de Derecho y luego en la Fiscalía, no existe un vínculo tan estrecho como el que tiene con Elizalde y que no se le puede arrogar al integrante de la Corporación un apoyo explícito como lo plantean al menos tres supremos consultados por el “fenómeno Valencia” en una campaña que hasta hace unos meses no estaba en el radar de nadie.

Un abogado transversal

En la denominada causa “Publicam” en que a fines de 2006 la Fiscalía investigó un escándalo por el desvío de fondos en rendimientos de gastos electorales de algunos políticos y se presentaron querellas contra algunos militantes del PPD, el abogado Valencia aparece con patrocinio y poder representando a la actual ministra del Interior Carolina Tohá. Desde el entorno del defensor no desconocen el vínculo, aunque aclaran que ahí el titular de esa causa era Juan Domingo Acosta con quien eran socios en esa época.

También aparece vinculado a políticos de otros sectores, en medio de sus labores del ejercicio libre de la profesión. En 2020 también fue elegido por el entonces ministro de Defensa, Mario Desbordes, (RN) para que lo representara ante una querella interpuesta por víctimas de trauma ocular en el contexto del estallido social. Más tarde, en 2021, también asumió la representación del otrora canciller y extimonel del PPD, Heraldo Muñoz, quien se querelló contra el periodista Casto Ocando, quien lo acusó -al igual que a Desbordes- de tener cuentas ocultas en el extranjero. Un caso que se trató finalmente sobre la difusión de fake news.

Asimismo, hay vínculos familiares que ligan a Valencia con Renovación Nacional, ya que es yerno del exdiputado Juan Enrique Taladriz, reconocido dirigente de la tienda en el sur del país.

Decisiones de familia

María José Taladriz es abogada asesora en la Fiscalía Nacional y esposa de Valencia. De ser electo en el cargo, comentan sus cercanos, la profesional deberá renunciar. Esto porque se generaría un conflicto de interés que, de hecho, el propio abogado expuso ante la Corte Suprema cuando entregó los antecedentes para postular, ya que sería jefe de su cónyuge. Pero en la familia esa decisión ya está tomada. De sortear todos los pasos, la abogada no perdería su planta en el sector público, pero declinaría de seguir trabajando en el Ministerio Público.

El viaje de Valencia de ida y retorno a la Fiscalía es largo. Hay varios que ya lo posicionan como un favorito no sólo de la Suprema, si no del Congreso. Con todo, dicen en el Ministerio Público, el defensor es un “viejo conocido”. Aunque de ganar, dicen, tendrá que revisar si es error de tipeo o es verdad que su última evaluación de desempeño de sus labores como fiscal fue de 5,8, una nota bastante baja y casi “roja” para ese organismo donde el promedio de notas bordea en todos los casos en el 6,8. Y es que quienes trabajaron con él explican que la nota se puede deber a que su último periodo en la institución estuvo marcado por su interés en la academia y que estaban sus energías en sus labores como profesor, más allá de la Fiscalía.

Desde su entorno, en tanto, aseguran que desconocía tal dato, pero que ahora están todas las chances de mejorar todo lo que hizo en el pasado.

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