Covid-19: Europa amplía restricciones y apuesta por toques de queda para enfrentar la segunda ola

Con más de 30 millones de contagios, un repunte sostenido de la pandemia y en pleno invierno, los gobiernos de Europa intentan limitar la movilidad de los ciudadanos a través de toques de queda más estrictos, mientras otros se han visto obligados a volver a un confinamiento total. Aún con la campaña de vacunación en marcha en la Unión Europea (UE) desde el 21 de diciembre, las autoridades temen repetir el colapso sanitario de la primera ola.

Durante la jornada de ayer, Francia, el sexto país del mundo más afectado por el coronavirus con 2,8 millones de casos y casi 70 mil víctimas fatales, anunció que desde mañana la inmovilización nocturna pasará de las 20:00 a las 18:00 en todo el país, con vigencia de al menos 15 días.

El primer ministro francés, Jean Castex, explicó que aunque la cifra diaria de nuevos casos se ha estabilizado esta semana, la tasa de incidencia del virus no es menor de 50 casos por cada 100 mil habitantes en ningún departamento de Francia. Entre el miércoles y jueves, el país registró más de 20 mil contagios diarios. De ellos, entre “200 y 300 casos son de la variante británica”, que es entre un 40% y un 70% más contagiosa, lo que elevó las alertas.

Debido a esto, el Elíseo decidió dejar atrás la estrategia de restricciones locales y ordenó a todos los ciudadanos “no salir de casa desde las 18 horas”. Además, las autoridades anunciaron que exigirán un examen negativo de Covid-19 para todos los viajeros que no pertenezcan al bloque comunitario y que empezarán a testear a los menores de edad.

“Hemos establecido un protocolo que tiene como objetivo someter a pruebas a un millón de niños y profesores en un mes”.

Olivier Veran, ministro francés de Sanidad

El ministro de Salud francés aseguró que la variante británica se transmite con mayor rapidez en los niños, por lo que todos los mayores de seis años deberán cumplir con el testeo.

A pesar de esto, el gobierno de Emmanuel Macron sostiene que la “máxima prioridad para salir de la crisis es el uso de la vacuna” y no descartaron decretar un tercer confinamiento. Tras una serie de críticas por la lentitud en el inicio de la vacunación, Francia hasta ayer había administrado 318.216 dosis y desde el lunes, 6,4 millones de franceses serán llamados a inmunizarse en los más de 700 centros desplegados en el país.

En un escenario más drástico, desde hoy comenzará un confinamiento total en Portugal. La nación, que tiene poco más de 10 millones de habitantes, ha vivido tres semanas de un alza en los contagios y es el cuarto país de la UE con mayor mortalidad con 824 por un millón de habitantes.

“La regla es simple: cada uno de nosotros tiene que quedarse en casa”.

António Costa, primer ministro de Portugal

El confinamiento en Portugal durará al menos un mes. Durante este periodo los ciudadanos solo podrán salir por trabajos esenciales, compra de productos de primera necesidad, asistir a ancianos o a niños, deporte al aire libre y acudir al médico. Sin embargo, causó polémica que el gobierno mantendrá los colegios abiertos con clases presenciales y estableció libertad de movimiento para las elecciones presidenciales, del 24 de febrero.

Con más de medio millón de contagios de la pandemia y 8 mil muertos por el virus, Portugal arremetió y anunció que duplicará las multas por el incumplimiento a la cuarentena a las personas y a las empresas que no respeten el teletrabajo.

Hace una semana, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, decretó un tercer cierre nacional hasta mediados de febrero, después que las hospitalizaciones por Covid-19 crecieran un 30% en una semana. No obstante, el gobierno británico -tras superar los 3,2 millones de casos y 86 mil decesos, sumó ayer nuevas reglas con la suspensión de viajes provenientes de Portugal y de Sudamérica debido a la nueva variante del virus en el Amazonas.

Según la agencia The Associated Press, entre los países de la UE, una de las alzas más preocupantes es en España, donde los contagios aumentaron un 168% en los últimos siete días, pero es donde la Moncloa ha evitado incansablemente un drástico confinamiento domiciliario, como el del año pasado que duró tres meses.

España ha dejado en manos de las comunidades autónomas la decisión de imponer mayores restricciones. Ante esto, Madrid -el principal foco de contagios del país- anunció que desde el lunes, el toque de queda iniciará a las 23 horas y los grandes comercios deberán cerrar sus puertas desde las 22 horas, mientras que “recomiendan” mantenerse en casa y solo tener reuniones con las personas del mismo hogar.

Según el diario El País, más de 1,3 millones de madrileños, lo que corresponde al 20% de la población local y donde se concentra el 25% de los contagios totales, quedarán con restricción de movilidad tras ampliar la medida a 47 zonas básicas y 19 localidades.

El principal experto en enfermedades infecciosas de España, Fernando Simón, advirtió que el repunte del virus -que elevó a 2,2 millones de contagios y 53 mil fallecidos por la pandemia- se debe a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. A pesar del alza, la comunidad de Castilla y León anunció que adelantarán el toque de queda a las 20:00, pero el ministerio de Sanidad rechazó la propuesta porque es “incompatible con el estado de alarma”, por el que no se puede impedir la circulación de personas antes de las 22:00.

Los especialistas han alertado que con la llegada del invierno, Europa enfrentará meses cruciales de la pandemia. Ante esto, la canciller de Alemania, Angela Merkel, defendió la urgencia de endurecer aún más las restricciones, especialmente después que ayer el país registró más de 25 mil nuevos casos en 24 horas y 1.244 muertes, y convocó a una reunión con los jefes regionales.