De dulce y agraz: las distintas miradas sobre el director interino de Gendarmería

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El coronel Christian Alveal, subdirector operativo de Gendarmería, y la comandante María Angélica Aguirre visitan al funcionario Héctor Palma.

El coronel Christian Alveal, será el reemplazante de Claudia Bendeck a la cabeza de la institución carcelaria. Reconocido por un liderazgo académico, dado su paso por la escuela del organismo, cuenta en su hoja de vida haber sido el jefe operativo de la Cárcel de San Miguel, cuando ocurrió el incendio en que murieron 81 internos en 2010.


La salida de Claudia Bendeck de la Dirección Nacional de Gendarmería permitió el arribo a la testera de la institución del único oficial sobreviviente de la era de Tulio Arce, quien lideró al institución carcelaria cuando se destapó el caso de los Jubilazos. Así, el coronel Christian Alveal, actual subdirector operativo, se hará cargo de forma interina de la entidad que ha provocado más de un dolor de cabeza al gobierno en sus primeros seis meses.

Se trata de una figura que divide dado su historial, en cuya hoja de vida se cuentan sus pasos como director de la Escuela de Gendarmería y como director regional de Biobío. Entre sus pares es sindicado como el "más militarizado" del alto mando y también se le reconoce como una persona simpatizante de derecha. Los funcionarios, también, le destacan un liderazgo "académico".

Apenas llegó a la institución, Bendeck lo convirtió en el uniformado de más alto rango al ascenderlo como subdirector operativo. Desde el círculo de la exdirectora reconocen que la decisión se debió al liderazgo que Alveal ejerce entre sus pares y el conocimiento que tiene de la compleja interna institucional. No obstante, también asumen que se trata de una persona con aspiraciones de poder y una agenda propia.

Pese a la mirada positiva que existe en el gobierno sobre él, también cuenta con detractores, entre quienes está la Asociación Nacional de Oficiales Profesionales (Anopro), organismo que Alveal supo liderar. El 5 de septiembre pasado, a través de una carta dirigida al Presidente Sebastián Piñera, Alejandro Tegler, presidente de Anopro, cuestionó la permanencia del coronel en la institución y "advirtió" al gobierno que él era responsable de las irregularidades que padece la institución.

La principal huella en su carrera funcionaria se remonta a 2010, año en que fue jefe operativo de la Cárcel de San Miguel, durante el incendio que costó la vida de 81 internos. "Nos avergüenza como gendarmes el mal estado de los implementos de seguridad y el descontrol y las consecuencias morales (…) con esos imperdonables descuidos que corresponden desde siempre al jefe operativo", indicó Tegler en la misiva y en directa alusión a la responsabilidad que Alveal habría tenido en la tragedia.

Durante su paso como máxima autoridad de Gendarmería en el Biobío, ocurrió el conflicto con Lorenza Cayuhán, quien fue obligada por funcionarios a permanecer engrillada durante su parto.

"Él ha transitado sin pagar responsabilidad, pero no sin tener responsabilidad", señaló una exautoridad de la institución.

Subdirector operativo

Christian Alveal era la menor antigüedad del cuerpo de oficiales cuando fue ascendido por Bendeck a subdirector operativo, convirtiéndose así en el único sobreviviente del cuerpo de oficiales que se enfrentó a Tulio Arce, director de la institución entre 2015 y 2016.

Según conocedores de la interna de Gendarmería, Alveal tuvo un rol activo en la desestabilización administrativa del servicio y la disputa interna por el poder. "Con él, ha ido sobreviviendo un grupo que tuvo cierto grado de responsabilidad en la desobediencia y falta de lealtad con Tulio Arce", señalan fuentes de la institución.

En este sentido, conocedores de la entidad carcelaria descartan que debiese ser el momento de un uniformado como Alveal para hacerse cargo de Gendarmería, e insisten que "para ser director hay que tener rasgos de intachable, al tener que luchar con una institución que cumple un rol muy complejo".

"En Gendarmería es muy difícil mantener la hoja de vida limpia. Por eso recurrir a civiles es la alternativa. Preguntarse si es oportuno que el mando lo recuperen los uniformados, pareciera que no, dado que aún hay procedimientos administrativos que resolver y demasiados intereses en juego, que alguien externo puede manejar mejor" señalan.

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