Efecto Vivanco: ¿Qué pasa ahora con la vocería de la Corte Suprema?

En junio de 2007 la Corte Suprema formalizó la creación del cargo de vocero de la entidad, asumiendo como primer portavoz el ministro Urbano Marín. Desde esa época, se consideraba que dicha figura era de gran relevancia, puesto que se constituía como un “eficiente canal de comunicación entre el máximo tribunal, los medios de comunicación y, en último término, la opinión pública, posibilitando que la información relevante fluya genuina y oportunamente”, como queda en evidencia en actas del pleno.

Pero pese a la valoración positiva que hay desde hace años respecto del cargo, han pasado periodos en que ha quedado vacante, como en la actualidad, luego de que la jornada del miércoles 7 de junio la renuncia presentada por Ángela Vivanco al presidente Juan Eduardo Fuentes fuera aceptada por sus pares. Todo, en medio de los cuestionamientos y reproches que apuntaban en contra de la magistrada luego de que se refiriera -en entrevista con La Tercera Domingo- a los alcances del fallo de las isapres que dictó en noviembre pasado la Tercera Sala.

Y si bien el paso a un costado de la jueza que ha estado abocada al análisis de causas relacionadas con materias constitucionales fue analizado en tres reuniones de pleno llevadas acabo esta semana y en varias conversaciones informales que sostuvieron sus pares, no se entró en el debate respecto de quién podría sucederla. “Se dejó para más adelante”, comentaron altas fuentes del Palacio de Tribunales a La Tercera PM.

Una de las opciones, comentan desde la Suprema, es esperar que la polémica relativa al fallo de las isapres “amaine por completo”, y la otra es esperar a que la composición del máximo tribunal se complete, ya que recién el martes 6 de junio el Ministerio de Justicia informó que el Presidente Gabriel Boric propuso al Senado a la ministra Jéssica Gonzalez para proveer el cargo que quedó vacante tras el cese de funciones del ministro Guillermo Silva.

Sea cual sea la determinación, según explican personeros del máximo tribunal, no hay mayor dilema en que Vivanco no sea reemplazada de inmediato, porque siempre el principal vocero es el presidente de la Corte y, en este caso, él está ejerciendo a cabalidad todas sus labores.

Considerando el acta de pleno 51 de 2016, en todo caso, al haber cesado en el cargo el vocero titular (en este caso Vivanco), podría asumir el vocero suplente que debe nombrar el Comité de Comunicaciones del máximo tribunal. Sin embargo, por estos días tampoco hay un ministro designado para tales efectos.

Ángela Vivanco asumió el 21 de marzo de 2022 como vocera, luego de que se aceptara la renuncia de Ana Gloria Chevesich y tras ser promovida por el presidente Juan Eduardo Fuentes.

Así, se transformó en la primera ministra de origen externo en ocupar ese rol, lo que de inmediato comenzó a generar ciertas incomodidades, pues los ministros de carrera al interior del Poder Judicial resintieron el cambio de estilo y en el tono. Internamente, se le reprochaba por abordar materias que anteriormente no eran tocadas por portavoces del organismo y por supuestamente emitir opiniones que no habían sido acordadas por todos.

Sin embargo, tras renunciar al cargo, fue ella misma quien hizo frente a esos cuestionamientos, dejando en claro que antes de cada aparición, los puntos siempre eran revisados por un comité estratégico.

“Nosotros teníamos un comité estratégico donde siempre discutíamos los temas, siempre discutíamos la posición que tenía la Corte, además de las instrucciones del pleno. Y nunca yo tuve ninguna opinión en contrario de lo que hice y, desde ese punto de vista, cumplí mi cometido a cabalidad. Ahora, si había opiniones en contra, alguien que disintiera de eso, en su pleno derecho está, pero nunca se me hizo presente”, comentó este miércoles tras reunirse con el presidente.

La intervención refiere, además, al séptimo acuerdo estipulado en el acta de pleno 51 de 2016 -correspondiente a un encuentro desarrollado el 16 de mayo de 2016-, donde se lee: “El Comité de Comunicaciones de la Corte Suprema coordinará la actividad de las diferentes vocerías que operarán en los tribunales del país; trazando para ellas los principios, directrices y objetivos con arreglo a los cuales cumplirán su función y, fijando las instancias útiles para dar a conocer el trabajo que desarrolla el Poder Judicial”.