El búnker de Zelensky: el último refugio del presidente ucraniano
A casi un año de iniciada la guerra, el búnker de la era soviética que se esconde bajo el Bankova, el centro neurálgico del gobierno de Volodymyr Zelensky, ha sido ocupado una sola vez en los últimos meses. Durante los primeros días de guerra, en cambio, se convirtió en espacio de reuniones, así como en el hogar momentáneo del círculo de hierro del mandatario.
Pocas personas pueden decir que conocen de primera mano el corazón del gobierno de Volodymyr Zelensky, Presidente de Ucrania. El equipo encargado de la seguridad del mandatario, que controla quién entra, quién sale, cuándo pueden moverse del lugar e, incluso, los alimentos que están permitidos, tiene como último recurso de defensa, siempre preparado para cuando deba ser utilizado, el búnker de Zelensky.
The Times, medio británico, tuvo acceso al centro operativo en el que el gobierno ucraniano planea la resistencia a la invasión rusa durante 18 horas diarias, los siete días de la semana y donde la mayoría de los políticos y militares cercanos al mandatario viven, al ser un lugar mucho más seguro –y lúgubre, por cierto– que sus propios hogares.
Bajo la tierra, en algún lugar cercano, se esconde el búnker utilizado por el círculo de hierro de Zelensky durante los primeros meses de guerra, y que en los últimos meses solo se ha usado una vez, aseguró un funcionario del gobierno. Una advertencia de inteligencia aseguró que Rusia planeaba bombardear el barrio cívico de Kiev, por lo que preventivamente se refugiaron en el lugar. Meses atrás, eran tres o cuatro días completos los que se mantenían dentro para salir momentáneamente y así no perder el sentido de la realidad en el terreno, recordó según The Times.
Defensa en tiempos de guerra
El Bankova es un bloque de oficinas de hormigón ubicado en el centro de Kiev, lugar que alberga a la Oficina Presidencial de Ucrania y que, en periodos de guerra, está resguardado a su máxima capacidad. Un anillo de seguridad compuesto por numerosos puestos de control con guardias armados rodean la zona, con soldados que recorren las calles solicitando la contraseña secreta de turno, las que cambian a diario y que normalmente incluyen frases sin sentido a las que a los rusos les costaría pronunciar.
El edificio principal, alguna vez imponente y ceremonioso, hoy está cubierto con cortinas metálicas y sacos para protegerse de eventuales explosiones, mientras que en su interior reina la total penumbra, estrategia adoptada para reducir la amenaza de ataques de francotiradores o ataques aéreos.
La oscuridad es tal, relató el medio británico, que se debe usar linternas para no tropezarse al interior. No es temporal ni debido a la última tanda de ataques realizados por el ejército ruso en la capital, explicó un funcionario, la medida es permanente.
Como cabría esperar en un periodo de agitación bélico como el que Ucrania atraviesa, las políticas de seguridad llevan mucho tiempo funcionando. Oleksiy Danilov, jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, dijo en marzo pasado que Zelensky había sobrevivido a tres intentos de asesinato en una sola semana.
Cuando The Sidney Morning Herald entrevistó al mandatario, durante mayo de 2022, el número de magnicidios frustrados había ascendido a 10, aseguraron desde el gobierno en la fecha. Es por eso que, al momento de entregarle un regalo, en una muestra de las tradiciones australianas, el equipo de seguridad apartó el vino y los dulces alegando razones de protocolo.
“Tenemos que enviarlos para que los prueben antes de dárselos al presidente, no podemos correr el riesgo de envenenamiento por radiación”, dijo un soldado a Tom Steinfort, periodista del medio citado.
Al interior del Bankova, todas las esquinas cuentan con puntos de tiro para ayudar a las milicias ucranianas a defender al Presidente en caso de un asedio al recinto, muestra de la multiplicidad de funciones del lugar. Centro de inteligencia y planificación, principal búnker de la era soviética para la defensa de las más altas autoridades y hogar temporal.
Kyrylo, hijo de Zelensky de diez años, puede ver a su padre una vez cada diez días, aproximadamente. Vivir en la oscuridad, lejos de su esposa Olena y sus hijos, relató un colaborador cercano a The Times, significa una “gran presión” en los hombros del mandatario.
“Sabemos que están preparando esta ofensiva y sabemos que es... una situación difícil”, dijo Andriy Yermak, amigo íntimo del presidente y su principal asesor. Zelensky y él fueron las autoridades que viajaron recientemente en una misión diplomática que recorrió Europa, en un intento por emular la presión que Winston Churchill ejerció sobre Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, afirmó el mismo medio.
Mientras la cuarta bomba de la mañana caía en las cercanías, seguía el relato de The Times, nadie entraba al búnker. Ya es parte de la cotidianidad del lugar. Los catorce días consecutivos de bombardeos a estructuras críticas que llevaban en ese momento “no han cambiado nuestras posiciones”, aseguró Yermak.
Un acuerdo de confidencialidad prohibía a todos los invitados a vivir en el búnker, junto al Presidente, a compartir cualquier detalle sobre el diseño, ubicación exacta o incluso el alimento que se servía en el lugar. Medida especialmente importante durante los primeros meses de guerra.
En aquellos primeros días de guerra, la propaganda rusa apuntaba a asegurar falsamente que Zelensky había huido del país junto a su familia, tratando de instalar que el mandatario había abandonado a los ciudadanos ucranianos. La invasión llevaba dos días desde su inicio, y los combates ya se tomaban las calles de Kiev, momento en que Yermak y Zelensky salieron de manera furtiva durante la segunda noche de invasión para grabar un breve discurso de 40 segundos en la capital, dirigido hacia el pueblo ucraniano.
“Estamos todos aquí”, dijo el mandatario en un registro realizado desde el teléfono de Zelensky. “Estamos en Kiev. Defendemos Ucrania”, repitió. Las palabras funcionaron como un impulso a la moral de los defensores de la capital, recordó el asesor del Presidente.
De aquellos días en que la plana mayor de la defensa de Ucrania, así como los principales asesores políticos del mandatario vivían día y noche en el búnker, queda el mal recuerdo, al menos de momento. A un año del inicio de la guerra, la posibilidad de que Rusia empuje una nueva ofensiva en la primavera europea suena cada vez más entre medios de la región. Sin embargo, la sorpresiva visita a tierras ucranianas durante este lunes del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, refuerza la tesis de que el bloque occidental continuará dando su apoyo al país invadido.
“No ha habido ningún periodo de tiempo en el que no tuviéramos una situación complicada en el campo de batalla”, dijo a The Times Dasha Zarivna, una de las ayudantes de más alto rango de Zelensky. “Lo que tienen de especial el presidente y su equipo es que siempre ponen sus expectativas muy altas. Incluso cuando nadie cree... Hacen todo lo posible. Cuando trabajas con ellos empiezas a inspirarte en su energía y siempre superas los límites”, explicó la asesora. El búnker, en caso de que las cosas se compliquen aún más en la capital, estará listo para ser utilizado.
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