El cara a cara entre Lautaro Carmona y Paulina Vodanovic en el que acordaron bajar tensiones

Vodanovic acusó al PC de estar en contra del gobierno y Carmona lo tildó de imprudente

El lunes, al término de una reunión electoral, los dos timoneles se quedaron unos minutos conversando a solas e hicieron frente a lo descontroladas que están las relaciones entre ambas colectividades.


Tras una seguidilla de dimes y diretes, Lautaro Carmona y Paulina Vodanovic se vieron las caras en la sede del Partido Socialista (PS) la mañana del lunes de esta semana, en una reunión que estaba convocada con el objetivo de intentar destrabar las negociaciones para enfrentar las elecciones de gobernadores regionales. Ambos estaban agotados del otro, en consideración de que la semana pasada los roces entre las colectividades que cada uno encabeza -el Partido Comunista y el PS, respectivamente- llegaron a nuevos extremos.

Sin ir más lejos, Vodanovic señaló que “pareciera haber un PC que está en el gobierno y uno que está contra el gobierno, y a veces en particular contra el Ministerio del Interior”, a raíz de las críticas de los comunistas al Ejecutivo por el procedimiento policial en Villa Francia. Ante esa afirmación, Carmona respondió que “nadie le ha dado categoría de politóloga entendida en el PC para sacar esas conclusiones”.

Como en el encuentro del lunes estaban presentes todos los demás partidos del pacto Contigo Chile Mejor, ambos mantuvieron la compostura y evitaron abordar sus diferencias en esa cita, la que finalmente terminó sin resultados concretos. De todas formas sirvió para algo: una vez concluido ese encuentro, Carmona y Vodanovic permanecieron sentados, esperaron a que todos los demás bajaran por la escalera y se acercaron a conversar.

Ambos sabían que tenían un diálogo pendiente. Y es que desencuentros como el de la semana pasada se han convertido en una verdadera dinámica al interior de la alianza de gobierno. Solo por mencionar algunos, las tiendas se han enfrentado a propósito de episodios como la salida de Juan Andrés Lagos (PC) de Interior, por la “barra” que organizaron los comunistas durante la formalización de Daniel Jadue, la reelección de Irací Hassler (PC) en Santiago, entre varios más.

En consideración de ese historial, que ambos se quedaran unos minutos a conversar fue significativo.

De acuerdo a quienes supieron del intercambio, los timoneles intentaron dar por superado el impasse que protagonizaron la semana pasada. Eso, sin embargo, no significa que hayan dejado atrás sus diferencias. En ese intercambio pudieron dejar en claro que estas se mantendrán, pero que, en consideración de que son parte de un mismo gobierno e inevitablemente tendrán que trabajar en conjunto, lo mejor sería no pelearse tanto. De hecho, desde ese día los timoneles no han vuelto a entrar en enfrentamientos públicos.

La pugna entre ambas colectividades escaló tanto la semana pasada, que hasta Diego Ibáñez, del Frente Amplio, tuvo que intervenir. Consultado en un punto de prensa con respecto a las acusaciones cruzadas entre el PS y el PC, el diputado respondió que “nosotros hacemos un llamado bien claro: aquí la ropa sucia se lava en casa, y ojalá les hablemos a los chilenos y a las chilenas de lo que les interesa, que son las pensiones, la salud, la vivienda, cómo avanzamos en recuperar derechos y no en las peleas pequeñas que en realidad ni al Frente Amplio ni a los vecinos en sus casas les interesan”.

El “acuerdo de paz” entre los timoneles se dio luego de dos fuertes llamados a la unidad al interior del sector. Uno efectuado por el Presidente Gabriel Boric el 10 de julio en un comité político, y otro por la expresidenta Michelle Bachelet, en un almuerzo de la semana pasada al que asistieron todos los timoneles del pacto Contigo Chile Mejor.

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