El triunfo financiero de Blanco y Negro en pandemia que derribó la Dirección del Trabajo

La pandemia puso en cuarentena al fútbol chileno y sus finanzas. Los clubes tomaron medidas de emergencia para poder subsistir en tiempos de vacas flacas. Algunos, como Colo Colo, fueron drásticos y se acogieron a la Ley de Protección del Empleo con sus jugadores, pese al riesgo que conllevaba. De hecho, la medida le trajo un altísimo costo al club en el clima laboral y en su relación con el plantel, pero también un gran ahorro, de varios cientos de millones. Tanto así que Blanco y Negro fue la sociedad anónima de mejores resultados en el segundo trimestre, en comparación con Cruzados y Azul Azul. Los albos obtuvieron ganancias por $ 794 millones; los de la franja, por $ 655 millones, mientras que los laicos perdieron $ 143 millones, según los estados financieros de cada institución.

El Cacique economizó un dineral en sueldos entre el 1 de abril y el 30 de junio de 2020: en total, 2.112 millones de pesos. Claro, porque apenas pagó $ 768 millones en remuneraciones a sus futbolistas y entrenadores, luego de enviarlos al Seguro de Cesantía. La cifra dista muchísimo de lo que desembolsó la sociedad anónima entre enero y marzo, antes de la pandemia. En ese período, los albos pagaron 2.881 millones de pesos en este ítem, lo que da cuenta de un tremendo gasto de planilla de casi mil millones de pesos mensuales, el más caro del fútbol chileno por lejos. Eso sí, el monto se abulta en cierta parte por la jugosa indemnización que se llevó Mario Salas tras ser despedido: $ 486.130.000.

A simple vista, queda más que claro por qué el directorio de ByN, encabezado por el presidente Aníbal Mosa y el vicepresidente Harold Mayne-Nicholls, no titubeó en aplicar la Ley de Protección del Empleo con sus trabajadores, especialmente, con el plantel. De haber seguido pagando las remuneraciones con normalidad y sin ningún tipo de descuentos, el segundo trimestre habría tenido números rojos, tal como la primera parte del año.

De hecho, Colo Colo registra pérdidas por $ 68 millones en el acumulado anual, es decir, en el período comprendido entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2020. La cifra no genera revuelo en Macul. Al contrario, estiman que se trata de una cantidad mínima comparada con los últimos resultados de la compañía, que perdió 1.330 millones de pesos en 2019. Además, se dio justo cuando los contratos de auspicio que estaban a punto de firmar se cayeron repentinamente, debido al brote de Covid-19, dejando en un delicado estado la caja del club.

Sin embargo, lo que parece un triunfo y un ahorro monumental terminó saliéndole muy caro al cuadro más popular del país, tanto en el plano económico, laboral como en el deportivo. Primero, porque la Dirección del Trabajo (DT) determinó que ByN se acogió mal a la ley, por lo que le ordenó pagar 22 días de abril y todo mayo, más de $ 1.200 millones, ya que según el organismo existió relación laboral en ese período. Eso, sin contar las multas.

Por otro lado, la situación provocó desgaste y tensión en Macul, donde el clima laboral no es de los mejores. Aquello quedó demostrado con el quiebre que se produjo entre los jugadores, tras el pago de $ 500 millones por derechos de imagen a solo unos pocos.

Todos estos factores se traducen en un paupérrimo momento deportivo, donde queda en evidencia que los albos no entrenaron durante meses. El equipo dirigido por Gualberto Jara suma dos derrotas y dos empates tras el retorno del fútbol; acumula apenas nueve puntos en el campeonato, solo cuatro más que colista; para colmo, muestra una imagen futbolística muy pobre, que asusta hasta al hincha más optimista. Una de las peores crisis que se hayan vivido en Pedreros.

Colo Colo estudia apelar a las resoluciones de la DT. “Cabe señalar que actualmente Blanco y Negro S.A. se encuentra preparando la presentación de las acciones legales correspondientes, siendo instancias muy tempranas para poder determinar potenciales impactos financieros, los que en caso de proceder, serán oportunamente comunicados y declarados en los estados financieros, según lo estipula la regulación vigente”, señalan al respecto los estados financieros del club.

Universidad Católica disfruta del liderato exclusivo del Torneo Nacional. A diferencia del Cacique, el cuadro de la franja continuó entrenando durante la cuarentena, siempre bajo las órdenes de Ariel Holan y su staff.

Pese a que Cruzados fracasó en su intento de reducir los salarios de los jugadores y optó por seguirles pagando íntegramente los sueldos, la sociedad anónima obtuvo ganancias por $ 655.917.000 en el segundo trimestre. Eso sí, la cifra se redujo un 63% comparada con la del año pasado, donde registró $ 1.763 millones.

Los de la franja disminuyeron sus ingresos totales un 6%. En cuanto a los ingresos ordinarios, estos cayeron un 8%, principalmente, los de comercialización (-24%) y los de día de partido (-97%).

La pandemia también le ha pegado fuerte a las arcas de la UC. A estas alturas de 2019, el elenco de la precordillera acumulaba ganancias por $ 3.704 millones. Ahora solo suman 1.232 millones de pesos. Una disminución del 60 por ciento.

De todas formas, y tal como en la cancha, aquello les basta a los cruzados para liderar a nivel deportivo como financiero, si de los tres grandes se trata.

El buen momento de Universidad de Chile en el Torneo Nacional, segunda detrás de Universidad Católica, no se refleja en las finanzas. Azul Azul anotó pérdidas por 357 millones de pesos en el segundo trimestre, levemente peores que los 345 millones de la moneda nacional que perdió el mismo período del año pasado.

De los tres clubes grandes, los laicos son los de peor rendimiento financiero en 2020, pese a que lograron un acuerdo de reducción salarial con el plantel de honor. Los universitarios acumulan pérdidas por $ 143 millones este año. En todo caso, la cifra no es tan negativa como la del ejercicio anterior a estas alturas (-$ 1.042 millones).

En sus estados financieros, la U hace mención al acuerdo de reducción salarial con sus empleados. “En este orden de ideas, y sin poder hasta ahora determinar la magnitud de las consecuencias de esta pandemia, se llegó a un acuerdo entre las partes, para disminuir parcial y temporalmente la remuneración del Trabajador, durante los meses de mayo, junio, julio y agosto de 2020, el importe a pagar por este concepto al 30 de junio es de M$191.950, los que serán pagados durante con ingresos extraordinarios el 2021, o en su defecto el 2022”, dice el texto de los azules.