“Ese chulo valía plata”: el mensaje del conserje de Ñuñoa a otro integrante del Tren de Aragua por el asesinato de Ronald Ojeda

julio iglesias

Julio Iglesias, quien será formalizado por el crimen del exmilitar venezolano, envió una serie de mensajes el día que la PDI ingresó a la toma Santa Marta, donde encontraron el cuerpo del refugiado en Chile. Ese día, también habló de la falta de pago por el secuestro y asesinato de Ojeda.


La tarde del 1 de marzo de 2024, funcionarios de la PDI llegaron hasta la toma Santa Marta, luego de más de un mes de investigación de la Fiscalía que los dirigió hasta ese punto de la comuna de Maipú. Los policías y fiscales habían fijado esa zona como lugar de interés, ya que -según los antecedentes recabados- ahí podría estar enterrado el exmilitar venezolano Ronald Ojeda, quien fue secuestrado desde su domicilio el 21 de febrero. Y dicho dato fue confirmado al poco tiempo de cavar.

El hallazgo fue sorpresivo: a 1,4 metros, bajo un radier, se encontró oculto en una maleta el cadáver del disidente venezolano. En paralelo a las pesquisas de la policía, integrantes de una célula del Tren de Aragua que habían participado en el crimen se comunicaban a través de WhatsApp para hablar de lo ocurrido. Esas conversaciones ahora están en poder del Equipo Contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la Fiscalía, que durante esta semana ha formalizado a uno de los sujetos que participó en la inhumación del cuerpo del exteniente venezolano.

La investigación, encabezada por los fiscales Héctor Barros y Alex Cortés, ha permitido determinar que una de las personas que enterró a Ojeda, y que fue detenido la semana pasada, es Julio Iglesias, un hombre de nacionalidad colombiana que integraba los Piratas de Aragua, pero quien además tenía una doble vida, ya que de día trabajaba como conserje en un edificio residencial de Ñuñoa.

El mensaje delator

Meses después de que la PDI encontró el cuerpo de Ronald Ojeda en la toma Santa Marta, funcionarios policiales ingresaron nuevamente a ese sector de Maipú, pero para investigar otro secuestro ocurrido el año pasado. En esa ocasión los policías allanaron la casa en que vivía Julio Iglesias junto a su familia en busca de Julián Iglesias, hijo del ahora detenido por el crimen de Ojeda.

Ese allanamiento fue en noviembre de 2024 y ahí se logró la incautación de los equipos de las personas que vivían en esa casa, entre ellos el teléfono de su padre, Julio Iglesias. Ese antecedente llegó rápidamente a manos de los investigadores del caso de Ojeda, quienes accedieron a la información recuperada desde el equipo de Iglesias, quien era conocido en el sector como “Barranquilla” -por la ciudad colombiana.

El análisis al teléfono arrojó una serie de conversaciones de interés en la investigación, entre ellas la del propio conserje con una mujer registrada como “Mi bebesota”, que corresponde a una mujer que la policía identificó como la amante de “Barranquilla”, dado el contexto de los mensajes.

Julio Iglesias Tren de Aragua
Fotografía enviada por Julio Iglesias a una mujer y que delató el lugar en el que se encontraba.

En esa conversación el imputado reveló datos claves de la investigación. El 24 de febrero de 2024, tres días después del secuestro de Ojeda, y antes de que se encontrara el cuerpo, envió a su “bebesota” una serie de mensajes e imágenes que daban cuenta de que ese día estaba compartiendo con Kevin Hernández -alias “Bichota”- en una construcción, grupo que también estaba integrado por su hijo Julián Iglesias, quien pudo ser reconocido por la policía y vinculado con el crimen.

Julio Iglesias Tren de Aragua
Imagen enviada por Julio Iglesias a una mujer.

Los registros fotográficos enviados por Iglesias a la mujer también exponen que en el lugar había sacos de cemento, lo que se relaciona con lo que declaró un testigo reservado que dio cuenta de que en ese lugar enterraron el cuerpo, el que después cubrieron con concreto, y que fueron ellos quienes estaban haciendo “un hoyo” y un “radier de cemento”, lugar donde días después la PDI encontró el cadáver del exmilitar.

Además de eso, el mismo chat de “Barranquilla” expuso que ese “trabajo” se extendió hasta altas horas de la madrugada, tiempo en el que se habría enterrado el cuerpo. Un día después, Iglesias le compartió una foto de dos pistolas unidas por un rosario.

El día del allanamiento

El 1 de marzo fue el día en que la PDI llegó hasta la toma Santa Marta y allanó el inmueble donde días antes Iglesias, su hijo y otros sujetos -entre ellos “Bichota”- enterraron a Ronald Ojeda.

Ese día, cerca de las 14 horas, el conserje de Ñuñoa habló con su hija por WhatsApp, quien le informó que en la toma la PDI andaba buscando el cuerpo “del venezolano desaparecido” y que andaban “en el hueco”, agregando que Julián, su hermano, seguía por la zona “en ves de salir pal otro lado” (sic).

Personas reciben sacos de cemento para ocultar restos de Ronald Ojeda.
Personas reciben sacos de cemento para ocultar restos de Ronald Ojeda. Foto: CHV Noticias.

A esos mensajes, Iglesias le respondió a su hija que “andan buscando al exmilitar ese que está desaparecido que mataron, me acaba de decir la gorda Vili. Pero ese no está por ahí, si ese hubiera sido los muchachos tuvieran lleno de plata”, descartando la responsabilidad de sus cercanos. Después de eso hablaron del allanamiento y de posibles nuevos operativos de la policía, y de cómo debía huir el hijo del conserje.

Pero, en paralelo a ese chat, Iglesias también hablaba con su compañero de delito, “Bichota”, a quien le decía “viejo, viejo, actívate viejo, se calentó la zona”. En ese intercambio, “Barranquilla” le dice que la policía está aislando la casa en cuestión ya que “hay sospecha del muñeco ahí”, en alusión a Ojeda.

Allanamiento en Maipu por la muerte de Ronald Ojeda
Foto: Dragomir Yankovic/Aton Chile

“Ojalá no rompan ese piso viejo”, respondió “Bichota”. A lo que agregó: “ya huellas no creo que hayan huellas de ustedes ahí, lo único que pueden encontrar es al muñeco”.

Continuando con su conversación, Iglesias le dice a Hernández que deberían amenazar a los vecinos que tienen cámaras de seguridad. En ese contexto, Julio Iglesias le envió la fotografía de T13 en la que se hablaba del hallazgo de Ojeda.

Ante ese mensaje, el conserje de Ñuñoa le replicó: “¿Y ese chulo que no botó billete, yo no he visto billete, ese chulo valía plata”. En el mismo chat de WhatsApp, “Bichota” afirmó que aún no confirmaban lo del cuerpo, por lo que no habrían entrado “al bunker”.

El precio y la huida

Hasta ahora, la Fiscalía no ha identificado el monto que los sujetos implicados en el secuestro y homicidio de Ronald Ojeda recibieron por cometer el crimen del desertor de las fuerzas armadas del régimen de Nicolás Maduro.

De ese pago, el que incluso -según un testigo reservado- habría provenido de la dictadura venezolana -tesis apoyada por la Fiscalía-, solo se conoce que habría sido recibido en Perú, según ha comparecido otro testimonio resguardado.

Ronald Ojeda
Ronald Ojeda

De lo que sí existe certeza es de que los implicados en el caso dejaron Chile días después de cometido el crimen, así como también luego de que se encontrara el cuerpo; escape que habría sido dictado y financiado por quienes ordenaron el secuestro de Ojeda. Así quedó registrado, también, en las conversaciones de Iglesias, quien recibió mensajes y fotos de “Bichota” mientras este tomaba un bus para dejar el país.

“Aquí va tu gochito el duro”, fue uno de los últimos mensajes que envió Hernández a Iglesias, quien ahora está detenido y a la espera de que el tribunal resuelva su situación judicial.

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