Georgia: ¿La nueva sorpresa de las elecciones en EE.UU.?
El estado, tradicionalmente republicano, podría inclinarse hacia Joe Biden cuando se cuenten los votos de los suburbios, áreas que favorecen al demócrata. Ningún candidato de su partido ha obtenido este estado desde Bill Clinton, en 1992.
Georgia, también conocido como “estado del durazno” -en referencia a la importancia de la industria agrícola en la zona- que durante toda la noche electoral estuvo inclinado hacia el republicano Donald Trump, podría terminar cayendo hacia los demócratas gracias al voto urbano de su capital, Atlanta. Si eso ocurriera, esos 16 votos electorales ayudarían a Joe Biden a ganar la carrera a la Casa Blanca.
Además, es del puñado de estados que aún no termina de contar votos. Todos los ojos están puestos en Georgia, y no solo por la estrecha ventaja del mandatario. Los dos escaños del Senado en manos de republicanos también están en juego. El senador David Perdue, republicano en funciones, podría terminar bajo el 50%, lo que llevaría a una segunda vuelta de las senatoriales con el demócrata Jon Ossoff en enero. La senadora Kelly Loeffler, una republicana que fue nombrada el año pasado, se enfrentaría al reverendo demócrata Raphael Warnock en la misma instancia.
No han sido días tranquilos para los republicanos en Georgia, que han mirado con nerviosismo el recuento de votos y ya prometieron presentar demandas en más de una docena de condados con el objetivo de eliminar algunos sufragios que podrían perjudicarlos.
Aunque Trump había mantenido una leve ventaja en la zona, aún no se contaban las papeletas de los suburbios, una de las áreas más fuertes de Biden. El condado de Fulton, que incluye Atlanta, así como los condados de DeKalb y Clayton, áreas suburbanas que todavía tenían miles de votos por contar anoche.
Factor crítico
Sorpresivamente, Georgia se convirtió en un factor crítico dentro de los varios escenarios para una posible victoria de Biden. Trump ganó el estado por cinco puntos porcentuales en 2016, y ningún demócrata lo ha obtenido desde 1992, cuando Bill Clinton venció por 13 mil votos.
En las últimas dos décadas, Georgia ha elegido al ganador de las elecciones presidenciales. Desde 1868 hasta 1960, el estado fue completamente azul, votando a los candidatos demócratas en todos los comicios. Sus ciudadanos eran demócratas conservadores que se volvieron “rojos” en 1964, en respuesta al descontento por la Ley de Derechos Civiles. Desde 1972, Georgia ha sido republicano, excepto por Jimmy Carter en 1976 y 1980, y Clinton hace casi tres décadas.
En 2004, George Bush derrotó con facilidad a John Kerry, con 58% frente a un 41% del demócrata. Los márgenes han sido más estrechos desde entonces debido a cambios demográficos. En 2016, Trump venció a Hillary Clinton por cerca de un 5%.
El Presidente hizo al menos tres visitas al estado, tradicionalmente considerado un bastión republicano. Biden, en cambio, hizo su primer viaje exactamente una semana antes del día de las elecciones. Sin embargo, contó con el apoyo del expresidente Barack Obama, quien hizo campaña por él en ese estado.
Gabriel Sterling, gerente de implementación del sistema de votación en todo el estado de Georgia, dijo que 61.367 boletas de voto anticipado por correo aún no habían sido contadas ayer, y que se esperaba que terminaran de hacerlo antes del mediodía. Sin embargo, después de esa hora, aún no se superaba el 97% de votos contados. Trump tenía hasta anoche una ventaja de más de nueve mil votos, con más de 60 mil papeletas que faltaban por contar.
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