Grossman y la fallida candidatura a la CIJ: “La tradición que no es tal” y dos postulantes de Brasil
Expertos señalan que “no existe una tradición de nombrar a los jueces de la misma nacionalidad del juez que renuncia o fallece”. Asimismo, destacan que la nominación de dos candidatos por parte de un país “no es común, pero técnicamente es posible”.
“Yo creo que hubo una pérdida de oportunidad para una candidatura nacional con posibilidades de éxito, en un organismo tan importante como la CIJ. Y esta no fue basada en un análisis adecuado ni con la debida diligencia. Brasil es un país con grandes dificultades, ¡apareció presentando dos candidatos y retiró otro!”.
Con esas palabras, el exagente de Chile en La Haya, Claudio Grossman, rompió este martes el silencio sobre su fallida candidatura a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). En entrevista con la Revista Ya, el destacado jurista y académico chileno se refirió a la decisión de la Cancillería de omitir su postulación al organismo internacional, a través de la cual pretendía tomar la vacante producida tras el fallecimiento del brasileño Antônio Augusto Cançado Trindade, el 29 de mayo recién pasado.
“Se decidió no apoyar una candidatura nacional por un gobierno de izquierda, entregando su voto a un candidato de (Jair) Bolsonaro, sobre la base de argumentos cuestionables. Por ejemplo, una tradición que no es tal; falta de tiempo, ignorándose que se trataba de una elección extraordinaria; la inexistencia de votos cuando las otras candidaturas estaban en la misma posición, y la existencia de otras prioridades que no son incompatibles”, como la candidatura del país al Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, donde finalmente Chile fue elegido miembro con primera mayoría regional.
En la declaración de Grossman destaca, además de su crítica a una “pérdida de oportunidad”, las menciones a la “tradición que no es tal” y la presentación de dos candidatos por parte de Brasil. El 28 de julio pasado, a través de un comunicado, la Cancillería explicó que, tras el fallecimiento del juez brasileño de la CIJ, se realizará el 4 de noviembre próximo una elección para determinar a su sucesor, “en un proceso en que tradicionalmente se ha impuesto la costumbre de que el país que por alguna razón pierde a su experto, provee su reemplazo”.
Hasta el momento, tres candidatos han sido nominados por los grupos nacionales de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA): el profesor Marcelo Kohen, de Argentina (nominado por 17 grupos nacionales); el profesor Paulo Borba Casella, de Brasil (nominado por el grupo nacional brasileño); y el profesor Leonardo Nemer Caldeira Brant, de Brasil (nominado por seis grupos nacionales).
En las elecciones casuales producidas por la muerte de un juez, se espera que sea reemplazado por un nacional de un miembro del mismo grupo regional (pero no necesariamente del mismo país). En este caso, la vacante deberá ser cubierta por un nacional de un miembro del Grupo de América Latina y el Caribe en las Naciones Unidas. Por tanto, la elección de cualquiera de los tres candidatos propuestos (el argentino Kohen, o los brasileños Casella o Brant) estaría en línea con la tradición establecida.
Pero Facundo Pablo Pérez Aznar, investigador principal del Centro de Ginebra para la Solución de Controversias Internacionales (CIDS) y profesor adjunto de Derecho Internacional Económico en el Máster en Relaciones Internacionales de la Universidad de Buenos Aires, explica a La Tercera que “no existe una tradición de nombrar a los jueces de la misma nacionalidad del juez que renuncia o fallece”.
De hecho, el propio Pérez Aznar publicó en septiembre pasado un artículo en el Blog of the European Journal of International Law, donde aborda el tema de la elección de un juez de diferente nacionalidad. Al respecto, asegura que, en 9 de los 20 casos, el juez sucesor ha sido de nacionalidad diferente a la de su antecesor. “Esto demuestra que casi en la mitad de los casos se eligieron candidatos de diferentes nacionalidades. Sin embargo, los jueces electos siempre han sido de la misma región del juez reemplazado”, destaca.
Otra cosa es que Brasil haya nominado a dos candidatos. “No es común, pero técnicamente es posible, y ha sucedido en otras contadas oportunidades”, comenta Pérez Aznar a La Tercera.
En tanto, Paz Zárate, abogada internacionalista chilena, fue categórica en un mensaje escrito en su cuenta de Twitter: “Se desarticula argumento de la ‘tradición: Brasil va con dos candidatos. Chile habría competido mano a mano con el candidato de Argentina (Kohen). Era posible esto, y además la candidatura al Consejo de DD.HH.”.
Marcelo Kohen, secretario general del Instituto de Derecho Internacional y profesor titular del Graduate Institute of International and Development Studies en Ginebra, de Argentina, fue el primer candidato nominado.
Inusualmente, el grupo nacional brasileño de la CPA nominó a dos candidatos: Paulo Borba Casella, profesor titular de la Universidad de Sao Paulo, y Leonardo Nemer Caldeira Brant, profesor titular de la Universidad de Minas Gerais y Fundador y Presidente del Centro de Derecho Internacional en Belo Horizonte. El gobierno de Jair Bolsonaro apoya la candidatura de la Brant.
Sin embargo, Casella sigue siendo candidato. El 22 de agosto pasado, el académico emitió un comunicado a fuentes diplomáticas reafirmando su postulación. “La carta de nominación del grupo brasileño colocó mi nombre en primer lugar, con mi currículum vitae adjunto y lista de publicaciones. Sin embargo, el gobierno brasileño ha optado por trabajar sólo en la promoción del segundo candidato designado (…) Es mi deber manifestar que soy y sigo siendo candidato a la vacante a cubrir en la CIJ, en la votación prevista tanto en el Consejo de Seguridad como en la Asamblea General Asamblea a finales de este año”, señaló.
Diez días antes, en un comunicado publicado en la cuenta de Instagram del Grupo de Estudios sobre los BRICS de la Universidad de Sao Paulo, Casella había denunciado que se había visto obligado a interrumpir su candidatura por la “determinación expresa” de Jair Bolsonaro, “por razones ideológicas y en represalia a posiciones defendidas por mí en artículos y entrevistas”.
A juicio de Pérez Aznar, “es difícil decir que Chile perdió una oportunidad, porque, muchos factores intervienen en una elección”. “Hablar de oportunidad perdida implica presuponer que el candidato tenía altas chances de ser elegido, y para esto habría que evaluar los antecedentes de los candidatos al detalle y los factores políticos que pueden intervenir en una elección”, agrega.
“No creo que la presencia de un candidato adicional hubiese alterado el desempeño de Marcelo Kohen, cuyos antecedentes lo posicionan como un excelente candidato, como quedó demostrado con el apoyo de 17 grupos nacionales que recibió”, concluye.
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