Hollywood se contagia de coronavirus
La suspensión del rodaje de Mission: Impossible 7 en Italia, el incierto estreno de la superproducción Mulan en China y el cierre de 70 mil cines en ese país son los primeros síntomas de la llegada de la enfermedad a la industria del entretenimiento.
El cine sirve para escapar de la realidad y pasar un par de horas en un reducto de fantasía. Fue así durante las dos guerras mundiales y también en la época de la Depresión en Estados Unidos. Pero cine y enfermedades transmisibles no van de la mano: por el contrario, la aglomeración en los multicines es un aliado de la viralización. En China, el país donde el coronavirus explotó el 31 de diciembre del 2019 en la ciudad de Wuhan, ya hay más de 70 mil cines cerrados, según informó hoy el periódico Los Angeles Times.
Pero esa ingente cantidad también se traduce en dinero, que en este caso equivale a dos mil millones de dólares en pérdidas para la industria global, según fuentes citadas por el portal especializado en cine Deadline. Es, sin duda un golpe duro y tiene una explicación numérica: China es el segundo mercado cinematográfico más grande del mundo después de Estados Unidos.
El gran país asiático tuvo el año pasado una cifra récord de recaudación en salas, con más de 9 mil millones de dólares en boleterías. Esa sola cantidad de dinero equivale a un quinto (o 20 por ciento) de las ganancias del planeta y se genera en gran parte durante el período del año nuevo chino, que transcurre desde el 24 de enero al 12 de febrero. Es en pleno invierno, cuando una buena sala de cine con aire acondicionado es el mejor refugio del frío.
En el 2019 los multicines ganaron 1.500 millones de dólares sólo en ese período. Este año, con el coronavirus como banda de sonido de fondo, hubo sólo cuatro millones en ganancias, de acuerdo a Artisan Gateway, una consultora citada por Deadline. Mientras las salas de cine permanecen cerradas los estrenos se van cancelando o agendando para una nueva fecha, ralentizando la cadena normal de la industria. De esta manera, en China están pendientes los estrenos de algunas películas ganadoras de Oscar como Jojo Rabbit y 1917, pero también de taquillazos fuera de sus fronteras como Sonic: La película.
Peor aún, según Los Angeles Times, el estreno de una película como Unidos, perteneciente a Pixar Animation Studios, podría verse afectado en ese país. Para países como Chile su llega a salas está agendada para la próxima semana. En China, todo camina en aguas misteriosas e inciertas.
Pero Unidos es sólo un caso menor si se compara con Mulan, la gran apuesta de Disney para este año. Filmada en China y Nueva Zelanda, la versión con actores de carne y hueso de la exitosa producción animada de 1998, tiene un elenco totalmente asiático (y sobre todo chino), con especial énfasis en estrellas locales como Gong Li (La maldición de la flor dorada) y Jet Li (El único). ¿Qué pasará con esa producción de 200 millones de dólares y cuyo natural mercado es el país de la bandera roja? No hay claridad que pueda lanzarse allá el 27 de marzo. Es más, la película es objeto de una ironía casi infame: su protagonista Yifei Liu nació en Wuhan, la populosa ciudad donde también vino a este mundo el coronavirus.
Fuera de Asia, el país más afectado es Italia, y junto con el cierre de sus principales teatros de ópera, también se suspendió el rodaje de Mission: Impossible 7, el nuevo capítulo de la adrenalítica saga de acción con Tom Cruise. El rodaje se estaba llevando a cabo esta semana en Roma y ahora iba a seguir en Venecia, en el norte del país, es decir en la zona más afectada por la enfermedad, con más de 200 casos registrados.
La orden la dio Paramount y no se trataba de una precaución menor. Es una cuestión de salubridad y criterio, pero también de dinero: Tom Cruise hace todas sus escenas de acción y filma adónde vaya la cámara, sea en Venecia o en Dubai, como sucedía en Mission: Impossible 4.
Otra de las películas afectadas es No time to die, la nueva entrega de James Bond. Todo estaba listo y planeado para su avant premiere y gira de publicidad en abril en China, pero debido a la incierta situación ya no hay luces ni fiesta ni conferencias. Hasta nuevo aviso.
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