La artista chilena Voluspa Jarpa gana importante premio latinoamericano con obra inspirada en protestas sociales
La creadora que representó a Chile en la Bienal de Venecia 2019 obtuvo el galardón Julius Bauer, que le permitirá hacer una instalación en el Museo de Arte Moderno de Colombia. Al mismo tiempo acaba de inaugurar su exposición Miradas Alteradas en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Hay premios que sintonizan con los hechos en vivo y en directo sin previo aviso. Uno de ellos es el reciente reconocimiento que la artista chilena Voluspa Jarpa (1971) acaba de recibir desde Colombia, cuyo Museo Nacional de Arte Moderno (MAMBO) la acaba de distinguir casi al mismo tiempo que en Chile se inauguraba el pasado 3 de diciembre su exposición Miradas alteradas en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). Es una coincidencia virtuosa para una de ls artistas chilenas mas destacadas de los últimos años y representante en la Bienal de Venecia en el 2019 justamente con la muestra que ahora llega al Bellas Artes.
Pero, ¿Cuál es el reconocimiento desde el norte de Sudamérica? Se trata del Premio Julius Bauer a las Artistas Latinoamericanas, el primero que otorga la fundación del mismo nombre dependiente de la institución financiera suiza Julius Bauer Group, junto al ya mencionado Museo de Arte Moderno de Colombia. Son 25 mil dólares (alrededor de 18 millones de pesos) para poder producir la obra Sindemia con el apoyo del MAMBO y la Colección de Arte Julius Bauer en una de las salas importantes del recinto.
Profesora de la Universidad Católica y egresada de la Universidad de Chile, Voluspa Jarpa fue una de las cinco finalistas de un concurso donde además estaban otras representantes del arte latinoamericano como la peruana Sandra Gamarra Heshiki; la guatemalteca Sandra Monterroso; la brasileña Rosângela Rennó; y la argentina Mariela Scafati. El premio está dirigido a mujeres creadoras latinoamericanas y tiene la doble función de reconocer sus obras, pero también la de ayudar a la creación de nuevas propuestas de parte de las mismas.
En el caso de Voluspa Jarpa, las razones de la entrega de su galardón las explica bien el artista y curador italiano Eugenio Viola, quien también fue miembro del jurado de esta primera versión del Julius Bauer y es colaborador del MAMBO. “Es una obra que se enfoca en los mecanismos de opresión concebidos por un régimen autoritario frente a la protesta nacional. Voluspa Jarpa confronta temas sensibles vinculados con la realidad chilena, marcada por la violencia y graves abusos policiales; pero también resonante con el actual contexto colombiano y, por extensión, con muchos otros lugares del mundo que enfrentan las mismas reprobables circunstancias”, ha sostenido Viola.
Cuando a la artista le toca referirse a las características de Sindemia, la propuesta que ganó, dice: “Está realizada desde la perplejidad y la rabia pero, sobre todo, desde el amor profundo hacia les jóvenes, que se revelan y levantan con el objetivo de hacer de América Latina una sociedad mejor. Para elles, mi admiración, respeto y deseos de que la dignidad reclamada, configure nuestro futuro próximo”.
Sindemia es una obra que se construirá a partir de la recolección de testimonios y experiencias de quienes fueron testigos o participaron en las manifestaciones que se desarrollaron en Chile entre octubre del 2019 y marzo de este año. En términos generales es además una propuesta que indaga en la resistencia y rebelión enfrentadas a mecanismos autoritarios.
El jurado de esta primera edición estaba formado por Cecilia Fajardo-Hill, historiadora del arte y curadora venezolano-británica de arte moderno y contemporáneo; Cuauhtémoc Medina, Curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo en la Ciudad de México (MUAC); Agustín Pérez Rubio, Curador de la Bienal de Berlín 2020 y exdirector del Malba en Buenos Aires; Barbara Staubli, Curadora de la Colección de Arte del Grupo Julius Baer; y el citado Eugenio Viola, Curador Jefe del MAMBO.
En el Bellas Artes
Con una creación que se extiende desde fines de los años 90, Voluspa Jarpa ha alcanzado gran notoriedad con obras e instalaciones que constantemente buscan interrogar y cuestionar la información que se transmite por los canales oficiales. En su obra hay creación e investigación y desde hace años viene desarrollando propuestas a partir de la desclasificación de los archivos de inteligencia del gobierno de Estados Unidos y que evidenciaban las acciones orientadas a desestabilizar los gobiernos de América Latina que considerados “peligrosos”.
La muestra Miradas alteradas, actualmente en el Museo de Bellas Artes los días martes y jueves, bucea un poco en las mismas aguas a través de interpelaciones a varios episodios de colonialismo y hegemonía europea desde el siglo XVIII hasta hoy. Es una suerte de reactualización de la exposición que llevó a la Bienal de Venecia el año pasado, pero ahora incorpora ejemplos de Chile acaecidos en los últimos 12 meses.
Se suceden, en tres grandes ciclos, episodios diversos y complementarios. Algunos de ellos son una cantata de 12 minutos en la que participa la actriz y cantante Daniela Vega, retratos de personas reducidas a la categoría de subalternos por raza, clase o género o la clasificación discriminatoria de las llamadas mujeres “histéricas” en un importante hospital Pitié-Salpêtriére de París en el siglo XIX.
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