La historia del espía ruso que desertó a Estados Unidos
Oleg Smolenkov se vio obligado a huir a Estados Unidos, cuando su identidad se vio comprometida en 2017. Tras su huida, se instaló en Virginia, donde vivía con su esposa y tres hijos, usando su verdadero nombre.
Para los habitantes de un exclusivo barrio en el condado de Stafford Virginia, Oleg Smolenkov era un ciudadano normal que vivía con su esposa, Antonina Smolenkova, y sus tres hijos en una lujosa casa de 760 metros cuadrados, avaluada en US$ 925 mil. La tranquilidad del vecindario, sin embargo, se vio interrumpida el martes con la llegada de periodistas, los llamados del FBI a los vecinos y con la huida de la familia de la propiedad, dejando no solo todas sus pertenencias, sino que también abandonaron a su perro dentro de la casa e incluso algunos juguetes quedaron tirados en el jardín. ¿La razón del revuelo? El hombre sería nada menos que un exespía ruso que desertó hacia Estados Unidos.
Todo comenzó cuando la cadena CNN y el diario The New York Times dieron a conocer que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) retiró a su espía (que no fue identificado) de más alto rango en Rusia en 2017, meses después de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, al considerar que su seguridad había quedado comprometida. Luego, los medios rusos dijeron que el funcionario en cuestión era Oleg Smolenkov e indicaron que había empezado una nueva vida en una localidad ubicada a penas una hora de Washington en la que mantenía su nombre real, informó The Washington Post, citando al diario ruso Kommersant. Para los analistas esto llamó su atención, porque generalmente los espías cambian de identidad una vez que se retiran.
"Los casos como este son muy raros. No sé por qué compró la casa en Virginia a su nombre, ya que eso es muy fácil de rastrear, demoras solo siete minutos en internet. El tema es que cuando la información se empezó a hacer pública, ellos dejaron la casa y nadie sabe dónde están ahora. Probablemente estamos en el comienzo de un nuevo nivel de problemas de seguridad para ellos", dijo a La Tercera, Yuri Felshtinsky, historiados ruso estadounidense, cercano al ex espía ruso Alexander Litvinenko, quien murió luego de ser envenenado en 2006. "Hay muchos casos de espías exitosos, que no solo espían al gobierno ruso, sino que también escapan. Existen otros casos en que el gobierno arresta al espía o lo envía a prisión. En esos casos, a veces, uno conoce el nombre del espía, y los años que ejerció como tal. Pero es muy raro conocer la identidad", añadió Felshtinsky.
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Foto: AFP[/caption]
Los coqueteos con la CIA y su eventual reclutamiento habría comenzado cuando Smolenkov trabajaba como segundo secretario de la legación en Washington, al menos entre 2006 y 2008, según documentos diplomáticos revisados por el diario The Washington Post. Allí ejerció junto a Yuri Ushakov que fue embajador ruso desde 1999 a 2008.
Una vez que Smolenkov regresó a Moscú comenzó a ascender de puesto, siempre trabajando codo a codo con Ushakov, quien ha sido cercano al Presidente ruso, Vladimir Putin, durante años. Ushakov, actual asesor de Putin para Asuntos Internacionales es una suerte de John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional del gobierno de Trump. Fue por este motivo, que Smolenkov, incluso, le habría entregado a los estadounidenses fotografías del escritorio de Putin.
El Kremlin ha negado que Smolenkov haya sido su empleado. "Nunca ha trabajado aquí", dijo a la agencia Interfax la portavoz de la institución, Elena Krilova.
La CIA empezó a preocuparse por la seguridad de su informante después de que el Kremlin tratase de interferir en las elecciones de 2016 a la Casa Blanca en favor de Donald Trump. El agente, quien se habría negado a salir de Rusia tras las primeras recomendaciones, finalmente accedió a abandonar el país en 2017 bajo protección de Estados Unidos.
Fue el portal ruso Daily Storm quien primero dio cuenta que el funcionario de la Oficina Presidencial Ejecutiva Smolenkov había desaparecido luego de unas vacaciones con su familia en Montenegro en junio de 2017. Ante esto, las autoridades rusas abrieron una investigación sobre su desaparición, aunque luego fue cerrada sin que se llegara a ninguna conclusión.
Según el diario Kommersant, los investigadores y los agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia pudieron establecer que las supuestas víctimas "estaban vivas y se encontraban en otro país". La coincidencia de fechas permitió que la prensa concluyera que el funcionario desaparecido en Montenegro era el mismo que vivía en Virginia.
"Es una situación en la que está en riesgo la vida. Esto se trata más de seguridad colectiva más que de un desertor ruso en especial, porque la realidad es que Putin está cambiando todas las leyes existentes. Por ejemplo, había una regla que señalaba que uno no tocaba a las personas que intercambiaba. Eso se rompió con (Sergei) Skripal, que se le envenenó (en 2018 en Inglaterra). Al hacer esto, Putin destruyó la idea del intercambio de espías, que regía por décadas. ", dijo Felshtinsky.
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