La polarización de Estados Unidos se enfrentó en las urnas: “Uno de mis mejores amigos dejó de hablarme por votar por Trump”
Las elecciones que se realizaron el martes, en las que ganó el candidato republicano Donald Trump, evidenciaron las divisiones entre los estadounidenses.
James, de 39 años, que trabaja en un pequeño hedge fund, se encuentra junto a su hijo de seis años en la Torre Trump, ubicada en la Quinta Avenida, para comprarle un prendedor con la cara del Presidente electo. Sin embargo, en un bolsillo de su chaqueta trae consigo un prendedor de la derrotada candidata demócrata Kamala Harris. Su caso es el claro ejemplo de la polarización que enfrenta Estados Unidos desde hace algunos años y que se exacerbó durante las elecciones de este martes.
“Vengo de una familia demócrata y siempre había votado por ellos. La madre de mi hijo es una gran partidaria de Trump y lo convenció de que estaba en el lugar correcto. Así que él realmente quiere que Trump gane. Mi familia, todos, mis padres y mi hermana son demócratas y odian a Trump apasionadamente. Y al principio convencieron a mi hijo de que le gustara Kamala y él pensaba que era muy bonita. Yo voté por Trump finalmente, para mí su cualidad es que no es un belicista. Cuando era presidente no hubo más guerras. Y quiere terminar la guerra en Ucrania”, dice James.
“Uno de mis mejores amigos dejó de hablarme por votar por Trump y estamos bastante divididos. Su esposa es chilena y dice que Trump será como Pinochet, lo que es una locura. Tengo familiares que no hablan con otros miembros de la familia porque votan por Trump. La mayoría de los demócratas piensan que el otro lado es fascista. Entonces, los republicanos en mi familia simplemente piensan que mi padre es ingenuo y tonto. Pero luego, los demócratas en la familia odian al otro lado. Piensan que este lado es como nazi. Entonces, el lado demócrata es el que está cortando al otro. Ellos están eligiendo no hablar con sus primos republicanos, y los republicanos generalmente no se comportan de esa manera”, añade.
El profesor de ciencias políticas de la Universidad de Massachusetts Amherst Alexander Theodoridis, que realiza investigaciones que se centran específicamente en la polarización política, sostiene que la política estadounidense se encuentra polarizada en torno al nivel de la Guerra Civil según líneas partidistas.
Con una división tan grande entre los partidos, Theodoridis dice que muchos votantes sienten que cada elección es “existencial”. “Tanto los demócratas como los republicanos están más preocupados por si gana el otro bando que por si gana el suyo”, indica a Daily Collegian, de Massachusetts. También señaló que hay un gran temor a la violencia en ambos bandos, sin importar quién gane.
Theodoridis señala que la vida en Estados Unidos se está volviendo más partidista, debido a que las identidades están cada vez más vinculadas al partido al que apoyamos. “Estamos cada vez más en burbujas en términos de dónde vivimos y qué consumimos”, afirma.
También cree que la polarización es natural: “Si hay dos partidos, es lógico que la gente se incline hacia aquellos que se alinean con su forma de pensar”.
El nivel de polarización es tal que el martes una iglesia presbiteriana en Manhattan, muy cerca de la Torre Trump, celebró una misa para la unión. “Plegarias para una nación divida. Todos son bienvenidos”, decía un cartel en las afueras.
Para Fred, un diseñador neoyorquino de 56 años, es incomprensible que alguien vote por Trump y mira indignado a cualquiera de sus partidarios. “No tiene ninguna postura política. No sé por qué lo apoyan. Creo que lo apoyan porque es racista y sexista, y ese tipo de comentarios los dice en voz alta y está orgulloso de ello. Y eso les da una estructura de permisos para ser racistas y sexistas, y para decirlo en voz alta y estar orgullosos de ello. Eso es lo que les da. No veo qué más les da. No tiene ninguna política. Cuando estaba en el cargo tuvo un solo éxito legislativo en cuatro años, y fue un recorte de impuestos para los multimillonarios. Lo único que consiguió en el Congreso”, comenta.
“No tiene ningún plan para nada. Es un showman. Es un fraude. Es un simple acto. No tiene ningún plan para nada. Todo lo que hace es tomar dinero. Llegó al poder. ¿Y qué hizo? Hizo un montón de dinero con eso. Hizo ricos a su familia y a sus hijos. No hizo nada por nadie. Dijo que iba a hacer algo por la atención médica. No hizo nada. Dijo que iba a aprobar un proyecto de ley de infraestructura. Nunca tuvimos un proyecto de ley de infraestructura. Dijo que iba a reestructurar el Obamacare. Nunca sucedió. No hizo nada. Lo único que hizo fue recortar los impuestos a los ricos. Eso es todo”, agrega.
Los expertos señalan que la polarización ha cambiado en muchos sentidos. Los partidos políticos estadounidenses siempre han estado en desacuerdo sobre cuestiones clave, pero en la campaña pareció haber un acuerdo general sobre cuáles eran esas cuestiones principales. Por ejemplo, una encuesta del Pew Research Center se centró específicamente en los temas clave para las elecciones según los estadounidenses, y encontró disparidades en casi todos los asuntos al comparar los partidos políticos. Por ejemplo, el 62% de los demócratas piensa que el cambio climático es “muy importante”, en comparación con el 11% de los republicanos.
En cuanto a la economía, el 93% de los partidarios de Trump dice que es muy importante, en comparación con el 68% de los demócratas. La inmigración se sitúa como prioritaria para el 82% de los republicanos frente al 39% de los demócratas, y el aborto es un tema relevante para el 67% de los demócratas, mientras que solo lo es para el 35% de los republicanos.
Lisa, una profesora particular de 65 años, comenta que si bien ha sido demócrata toda su vida, el martes votó por primera vez por los republicanos. “Él simplemente dice muchas cosas que tienen sentido”, comenta en alusión a Trump.
“Hay muchos temas diferentes con los que estoy de acuerdo, por ejemplo como la inmigración. Yo sé que es un tema muy delicado, pero estamos hablando de inmigración ilegal y estoy cansada de subsidiar a personas que no son ciudadanos. Kamala Harris es una marxista socialista y Trump no lo es. Harris dice que quiere más libertades, pero no es así. La administración de Harris quería poner más controles sobre la libertad de expresión, y especialmente contra Facebook y las redes sociales, quieren deshacerse de TikTok”, indica.
Al margen de los demócratas y republicanos se encuentra una incipiente organización que llama a deshacerse del bipartidismo. “La gran mayoría de la población no se siente representada por esos dos partidos, pero no perciben una alternativa viable. Estamos aquí para decir que podemos construir esa alternativa, un partido comunista de masas que pueda organizar la clase trabajadora, la juventud, todos los que están asqueados por las atrocidades que apoya Estados Unidos en Israel, la crisis climática, crisis de vivienda, hay un montón de fuentes de descontento que va creciendo y nadie está intentando conectar con eso y organizarlo”, señala el portavoz de la organización Revolutionary Communists of America.
Mientras que otros buscaron una tercera opción, como fue el caso de la candidata del Partido Verde, Jill Stein. “Voté por ella para mostrar que no estoy de acuerdo ni con los demócratas ni con los republicanos. Ya sea que haya más fascismo o una nueva forma de fascismo, estamos cansados de eso, por eso le di mi voto a un tercer partido”, comentó Mai, estudiante de 25 años.
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