Las orientaciones difundidas por el Mineduc para “valorar” a Carabineros y homenajear a los mártires con un minuto de silencio

Carabineros colegio
Imagen: Municipalidad de Pinto.

La cartera educativa envió a los directores de establecimientos una serie de documentos para la conmemoraciones del día de la institución, las que debieron cambiar drásticamente luego del asesinato de tres funcionarios ocurrido el sábado.


El asesinato de tres carabineros ocurrido la madrugada del sábado pasado en Cañete dejó a pocas personas indiferentes. El hecho fue materia de conversación obligada durante el fin de semana y, dentro de otras cosas, provocó que el Presidente Gabriel Boric decretara duelo nacional de tres días.

El suceso se dio, además, el día en que se festejaba a Carabineros, conmemoración que en el ámbito escolar estaba programada para este lunes 29, lo que obligó a reaccionar al Ministerio de Educación y darle un giro a la jornada debido a la notoriedad del crimen. Así fue que a partir del domingo la cartera comenzó a difundir documentos con orientaciones a directores de establecimientos educacionales (coordinado con el Departamento Provincial de Educación que corresponda), los que, según se explicó, tenían por finalidad “reconocer y valorar” el rol de la institución y facilitar un espacio de reflexión “sobre la importancia de construir una convivencia democrática (...) resguardando así la plena democracia y el Estado de derecho en nuestro país”. Pero asimismo buscaban “homenajear a los mártires que perdieron su vida en servicio”.

Los documentos (orientaciones para la conmemoración del Día del Carabinero para el sector escolar y otro para la educación parvularia, y otro con consideraciones para acompañar a los alumnos en situaciones de conmoción social) contemplaban indicaciones para abordar los hechos, incluso sugiriendo actividades para realizar en los centros educativos este lunes. Y no estuvieron exentos de polémica, puesto que en algunos establecimientos, como por ejemplo el Liceo 1 de Santiago, hubo rechazo por parte de estudiantes a estas orientaciones con una manifestación de por medio, lo que obligó el accionar de la fuerza policial.

Como sea, el documento que apuntaba a los estudiantes escolares comenzaba con una contextualización del Día del Carabinero y la institución. “Lamentablemente, la conmemoración de este año se ha visto empañada por el asesinato de tres funcionarios de Carabineros de Chile”, se leía a continuación. Y agregaba: “Este terrible acontecimiento nos desafía como país, y a las comunidades educativas, por cierto, a reflexionar respecto de la importancia de velar por la no violencia y de forjar una paz duradera en las relaciones que sostenemos cotidianamente, en todos los espacios, así como de trabajar por construir espacios de conversación y resolución de conflictos en forma pacífica, donde el derecho a la vida e integridad física de cada persona prime por sobre todas las cosas, fortaleciendo los espacios democráticos y la buena convivencia”.

“Eventos trágicos como los ocurridos requieren un rol de acompañamiento desde las y los adultos, donde los centros educativos cumplen un papel fundamental, generando espacios formativos que permitan abordar estas temáticas de acuerdo con la edad y etapa de desarrollo de niños, niñas y adolescentes”, se añadía, además de exponer que después de cada actividad se recomendaba aplicar una evaluación formativa a través de preguntas y respuestas de los estudiantes, retroalimentando y promoviendo la reflexión.

Orientaciones

“¿Cómo abordar situaciones sociales trágicas con niños, niñas y adolescentes?”. Esa es la pregunta que intentaba responder a continuación el documento, el que señalaba que los estudiantes “no están al margen ni en desconocimiento” de los hechos que ocurren en su entorno. Por este motivo, sumaba, “situaciones trágicas como las ocurridas no pueden ser obviadas y requieren de espacios de diálogo y contención que les permitan ser escuchados, expresar sus emociones, preocupaciones e inquietudes”. Por lo anterior, el texto aseguraba que es parte del rol de los centros educativos brindar información sobre lo que está sucediendo, desde una perspectiva formativa.

“La comunicación y actividades que realicemos requieren necesariamente adaptar el lenguaje y detalles de la información al ciclo etario, obviando, en lo posible, detalles que pueden ser impactantes para la edad respectiva”, se agregaba, explicitando que, por ejemplo en las comunidades educativas de la zona donde ocurrió el hecho, los establecimientos dispongan de acciones de contención socioemocional.

Asimismo, dentro de las recomendaciones se sugería usar un lenguaje claro; no forzar a hablar ni insistir en que las personas expresen lo que están sintiendo; o responder las preguntas cuidando el cómo, pero siempre respondiendo con la verdad.

Así se daba paso a la “propuesta de acciones”. En primer lugar se presentaba una con toda la comunidad educativa, la que se invitaba a realizar al inicio de la jornada. Y luego se proponía una serie de actividades de reflexión por ciclo educativo. En tal sentido, para la actividad para el inicio de la jornada, que se estimaba podía durar 20 minutos, se sugería convocar a alumnos y profesionales a un espacio común. “Para comenzar, se saluda a la comunidad educativa y se da contexto a la actividad (...) relevando y valorando el rol de instituciones como las policías para la convivencia en sociedad (...) evitando concentrarse en detalles del suceso que puedan resultar poco pertinentes para niños y niñas”.

En este contexto, se añadía, “se invita a la comunidad educativa a realizar un minuto de silencio por los tres carabineros mártires, asesinados en la madrugada del sábado 27 de abril. Posteriormente, se procede a la entonación del himno nacional e izamiento de la bandera a media asta, conforme al duelo nacional. Para finalizar, se invita a las comunidades educativas a tener espacios de diálogo y reflexión en sus respectivos cursos”.

Posteriormente había orientaciones por niveles: para primer y segundo nivel de transición; de primero a cuarto básico; de quinto básico a segundo medio, y para tercero y cuarto medio. Todas tenían 45 minutos de duración y a través de cuentos, un cortometraje de Pixar (Lou) o conversaciones, coincidían en los objetivos que buscaban promover el diálogo y la resolución de conflictos.

Y así como había uno para colegios y liceos, también hubo un documento con orientaciones para la educación parvularia, señalando que las comunidades educativas “tienen la oportunidad de abordar esta conmemoración desde una reflexión profunda sobre la convivencia social, la promoción de una cultura de bienestar y no violencia”. Además, agregaba, “es una oportunidad para fomentar el interés de los niños y niñas por conocer las organizaciones de sus comunidades, reconociendo el vínculo cotidiano que tienen con Carabineros en su vida diaria”. En tal sentido, para cada nivel -sala cuna, nivel medio y nivel transición- había distintos objetivos.

El Mineduc, a su vez, entregó otro documento, a cargo de la Subsecretaría de Educación Parvularia, con consideraciones para acompañar a niños y niñas en situaciones de conmoción social.

Este contextualizaba: “A menudo, los niños y niñas pueden no formular preguntas sobre eventos sociales que causan conmoción en la sociedad, pero son extraordinariamente perceptivos y pueden advertir y sentir cuando ocurren situaciones inusuales, así como cuando se producen cambios en su entorno cotidiano”, agregando que los adultos que los rodean desempeñan un papel crucial.

“Frente a situaciones en las cuales la sociedad reflexiona ante hechos de violencia, las comunidades educativas tienen un rol fundamental en acompañar a niños y niñas desde sus necesidades individuales y respetar sus tiempos de procesamiento. Para ello, deben ser incluidos en los procesos familiares y comunitarios de acuerdo con su edad, etapa del desarrollo e interés, y es fundamental validar sus emociones, escucharles y contenerles”, se leía también.

El documento en cuestión finalizaba con algunas recomendaciones, como “evitar y limitar la exposición a mensajes o imágenes relacionadas con el evento, a través de los medios de comunicación” o “acoger las preguntas de los niños y niñas y responder de manera honesta, utilizando un lenguaje sencillo, cercano y concreto, evitando el uso de metáforas o eufemismos”, porque “los niños tienen derecho a recibir información precisa sobre los acontecimientos”.

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