“Las urgencias han vuelto a ser reflejo de la falta de controles ambulatorios”: funcionarios advierten de la alta demanda en la red asistencial
La Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia llamó a las autoridades a “tomar cartas en el asunto” porque hay pacientes que tienen que esperar horas para ser atendidos. De acuerdo a los profesionales, se debe a un alza de virus respiratorios y a la acumulación de patologías descompensadas.
Hace meses que el Covid-19 dejó de ser un problema para la red asistencial, sin embargo, las salas de urgencias vuelven a estar en tensión debido a la alta demanda de pacientes, un problema que tiene en alerta a los gremios y a los funcionarios de salud.
A través de Twitter, la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (Sochimu) llamó a las autoridades a “tomar cartas en el asunto”. En su cuenta colgaron un comunicado donde manifiestan su “preocupación por las situaciones que se viven en diversas urgencias del país (…). Las urgencias han vuelto a ser reflejo de la falta de controles ambulatorios y resolución del sistema sanitario”.
Luis Enberg, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (Sochimu), sostiene que “a veces los pacientes tienen que esperar horas para una atención”, incluso explica que “los peores tiempos de espera son más de 24 horas”.
En ese contexto, el doctor añade que “en la medida que uno se demore en atender un paciente que llega de urgencia, puede provocar el aumento de gravedad o su morbilidad y podría llegar a morir, y eso ya ha pasado”.
El sábado pasado, de hecho, un adolescente de 17 años murió tras esperar 12 horas por una atención médica en urgencia del Hospital Base de Puerto Montt. El joven fue derivado la noche del 6 de diciembre desde el Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad (SAR) de Alerce en carácter de urgente al centro asistencial.
Mediante una carta, los urgenciólogos y funcionarios del Hospital de Puerto Montt expresaron sus condolencias a la familia del joven. En el mismo documento, los profesionales relatan que se contactaron con el jefe de urgencia, director y subdirectora del hospital, director y subdirector del Servicio de Salud del Reloncavi y con el subsecretario de Redes Asistenciales, con el objetivo de “manifestar el colapso diario que se vive en el Servicio de Urgencia del Hospital Puerto Montt y demostrar nuestra preocupación por la falta de gestión y fluidez en la atención de nuestro servicio, lo cual repercute en las largas horas de espera de atención de nuestros usuarios”.
En ese contexto, diversos funcionarios afirman que hay largos tiempos de espera en diferentes establecimientos. Por ejemplo, al cierre de esta edición y según el sitio web del Hospital Sótero del Río, había 55 pacientes en espera de una cama hospitalaria. Además, en el mismo sitio advierten que “la unidad se encuentra funcionando a su máxima capacidad, por lo que su atención podría demorar más de lo habitual”.
Las causas detrás de la alta demanda
Enberg sostiene que una de las causas que explican el aumento en la demanda es que se siguen recibiendo pacientes con enfermedades respiratorias, algo poco común para esta época del año.
En el último informe del ISP se analizaron 2.440 muestras para virus respiratorios y el 36,2% de ellas resultó positiva. Entre los virus detectados están influenza (454), coronavirus (136), VRS (24) y adenovirus (100).
Para esta misma semana, pero de 2019 -previo a la llegada de la pandemia-, la situación era completamente distinta. En esa oportunidad se analizaron 444 casos para virus respiratorios, y el 19,4% fue positivo para algunos de los agentes virales estudiados. Y de estos, solo 7 correspondían a influenza, 27 para adenovirus y 4 VRS.
Carlos Rivera, jefe de la Unidad de Urgencia de la Clínica de la Universidad de los Andes, detalla que hay otra causa y coincide en el aumento de la demanda: “Normalmente en esta época del año teníamos un 45% menos de consulta de las que tenemos hoy, es una locura. Estamos con una demanda asistencial sobre lo esperado y refleja dos cosas: el problema del control de los crónicos, pues llegan muchos pacientes descompensados; y también hay pacientes que se atienden en el servicio público, pero que vienen a las clínicas privadas porque los servicios no dan abasto”.
Enberg aporta otros datos: “Se están recibiendo pacientes con patologías crónicas descompensadas producto de la pandemia. También hay enfermedades que han progresado y ha llegado a situaciones extremas. También hay que considerar el gran problema de salud mental que está ocurriendo en todos los servicios de urgencia”.
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