Liberación de Keiko: un nuevo puzzle político se instala en Perú

El viernes. Ese día podría quedar libre Keiko Fujimori, tras un año tras las rejas acusada de lavado de activos por haber recibido aportes de US$ 1,2 millones de la caja paralela de Odebrecht para su campaña presidencial de 2011. Aunque la dirigenta opositora no ha sido exculpada, el sorpresivo fallo del Tribunal Constitucional, que el lunes anuló la prisión preventiva de Keiko, cayó como un balde de agua fría para el antifujimorismo en Perú y podría provocar varios efectos inesperados: un impulso para los candidatos de Fuerza Popular (fujimorismo), con miras a las elecciones legislativas extraordinarias previstas para el próximo 26 de enero, pero también, según comentan en Perú, eventuales protestas justo cuando el panorama regional se ha visto impactado por las manifestaciones en Ecuador, Chile, Bolivia y más recientemente en Colombia.

Hay coincidencia en Perú que la liberación fortalecerá a Fuerza Popular, que hasta no hace tanto contaba con mayoría en el Congreso, pero que se dividió internamente en dos bandos: el de Keiko y el de su hermano Kenji. La actuación del fujimorismo tras sus dos derrotas presidenciales consecutivas (en 2011 y 2016) ha sido clave en la crisis peruana. Esto, porque no sólo articularon la caída de Pedro Pablo Kuczynski en marzo de 2018, sino que se han enfrentado a la administración de Martín Vizcarra, que tuvo que "cerrar" el Legislativo a fines de septiembre. Sin embargo, la preocupación más inmediata es que en un país aún altamente polarizado entre fujimoristas y antifujimoristas, la liberación de Keiko provoque un choque en las calles.

"Este tipo de medidas siempre polarizan a la opinión pública", señaló el analista político peruano Pedro Tenorio. De hecho, una vez que se conoció el fallo del TC, cientos de personas llegaron hasta la Plaza San Martín, en pleno centro político de Lima, para manifestar su rechazo a la inminente liberación de Keiko. La marcha fue organizada por colectivos ciudadanos y llevó por lema "que no nos roben la justicia". "La decisión ha despertado el malestar de la ciudadanía", señaló el diario La República. Al mismo tiempo, se prevén más protestas, organizadas por los colectivos "No a Keiko" y "Marcha por la bandera".

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Eso sí, los analistas también advierten que con el correr de los años Keiko ha perdido su capital político, ya que no sólo perdió dos elecciones, sino que optó por hacerle la vida imposible tanto a PPK como a Vizcarra y eso ha tenido un efecto negativo para ella. Pero hay más consecuencias. Algunos expertos consultados por el diario El Comercio señalaron que la liberación es un durísimo golpe para el equipo especial que investiga el caso Odebrecth en Perú. "Indigna, es lamentable y se va a esperar la resolución para conocer los fundamentos escritos. Es lo único que le puedo indicar", afirmó el fiscal José Domingo Pérez. A juicio del diario Perú.21, los magistrados del TC usaron los mismos argumentos cuando Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia quedaron libres, por este mismo caso, en abril de 2018.

La decisión del TC se dio a conocer horas después de que el fiscal Pérez informó que Keiko ejerció su derecho al silencio durante el interrogatorio que dirigió en el penal Anexo Mujeres de Chorrillos. "No existen garantías de respeto al proceso. No voy a prestarme al juego perverso de un fiscal que quiere escribir un nuevo capítulo de su serie de abusos y atropellos", explicó Fujimori en su cuenta de Facebook. En Perú hay voces divididas sobre el rol que podría jugar a partir de ahora la líder del fujimorismo: si cultivará un bajo perfil y moverá los hilos desde las sombras o bien articulará con su habitual protagonismo sus dardos contra Vizcarra, a quien Fuerza Popular acusa de una "persecución política" contra Keiko. De alguna u otra forma, los Fujimori volverán a mover los hilos políticos en un país con una crisis política permanente.

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Keiko Fujimori detenida tras la lectura de la resolución de prisión preventiva, hoy en Lima.[/caption]