Llantos y abrazos: la noche en que el nuevo presidente del CDE brindó en su casa con constituyentes tras aprobación de derechos sociales

La noche del miércoles 20 de abril del año pasado, la Convención Constitucional aprobó uno de los articulados más importantes para los sectores de la izquierda en aquel proceso: el “catálogo de derechos sociales”. Esa jornada fue calificada por los entonces constituyentes como “histórica”, lo que incluso gatilló que esa noche se descorchara más de una botella y el ahora nombrado por Gabriel Boric como presidente del Consejo de Defensa del Estado (CDE), Raúl Letelier Wartenberg, convocara a una comida en su propia casa a algunos miembros del proceso constitucional. En aquel entonces, el abogado era consejero de la institución.

Esa reunión quedó consignada en el libro La Constituyente, historia secreta de Chile, del exconvencional Jorge Baradit. El entonces constituyente por el distrito 10, sostiene en las líneas de su texto que Letelier, apoyó voluntaria y “aperrada” el proceso. Según detalló el autor, en esa ocasión el ahora presidente del CDE los convocó a un asado esa noche, donde “nos abrazamos y lagrimeamos un poco por un cambio histórico”.

Baradit compara la jornada en la que se aprobó incluir derechos sociales en la propuesta constitucional -que después fue rechazada- con “aquellos quizá comparables a la nacionalización del cobre, la apertura de las universidades a las mujeres, etc. Realmente un cambio en 180 grados para la gente de nuestro país”.

Pero el vínculo de Letelier con la constituyente no era nada nuevo. Ya en el proceso para cambiar la Carta Fundamental, durante el segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, había mostrado su apoyo para reemplazar el texto de 1980. Junto al también constituyente Fernando Atria, quien es su amigo, el abogado participó en la creación del Proyecto Puentes, donde el 2017 junto a otros académicos del derecho impulsaban el cambio constitucional. “Hemos hecho acciones activistas en ese sentido, dentro de los cauces institucionales que tiene este país. Lo que queremos es tener una asamblea constituyente, modificar la Constitución”, señaló en una entrevista a La Tercera ese año.

Letelier, quien se define como socialista, en ese periodo ya formaba parte del organismo que ahora dirigirá. En su rol de asesor del CDE, en más de una ocasión -como él mismo señaló- no cayeron bien en la institución algunas de sus cartas o columnas en las que participó pidiendo una asamblea constituyente.

Pero Atria y Baradit no son los únicos cercanos al abogado en el mundo político y público. El nuevo presidente del CDE es amigo también del exministro de la Corte Suprema Pedro Pierry, el fiscal Pablo Gómez y el mismo ministro de Justicia, Luis Cordero, con quien además es colega en la Universidad de Chile.

El 2000, tras salir de derecho en la Universidad Católica de Valparaíso, Raúl Letelier ingresó como abogado a la Procuraduría Fiscal de Punta Arenas del Consejo de Defensa del Estado. Ese se convertiría en primer trabajo que tendría al interior del organismo tras su paso por las aulas de la casa de estudio donde también pasaron destacados abogados como el actual contralor Jorge Bermúdez, el ministro de la Corte Suprema Sergio Muñoz, el exfiscal Jorge Abbott y la expresidenta del CDE, María Eugenia Manaud.

Tras su paso por el cargo en Punta Arenas, el abogado oriundo de Talca, el 2010 ascendió como asesor del CDE, cargo que desempeñó hasta el 2017. El lunes 13 de marzo de ese año, el abogado de 48 años recibió un llamado de la misma Presidenta Bachelet, quien le informó que lo nominaría como consejero del CDE.

Desde entonces el doctor en Derecho y máster en Derecho Público por la Universidad Carlos III de Madrid y becario posdoctoral en la Scuola di Specializzazione in Studi sull’Amministrazione Pubblica de la Universidad de Bologna, formó parte del Comité Contencioso Administrativo del CDE, además de ser el representante del organismo ante el Consejo de Monumentos Nacionales.

Cuando fue nominado por Bachelet, se refirió a algunas polémicas respecto a posibles cambios en la designación, rol y tiempo de permanencia en la que debían estar los consejeros de la institución. Esto en medio de la cuestionada designación de la exministra Javiera Blanco. Quien finalmente renunció a ese cargo.

Letelier aseguró que todos los abogados que trabajan en ese servicio “tienen las legítimas aspiraciones de poder llegar a ser consejeros, pero el CDE es bueno concebirlo como un gran estudio jurídico, el más grande del país, que para defender los intereses del Estado debe tener varios perfiles de abogados en el que cae uno más académico, uno de abogado litigante puro y también otro más político o que pueda planificar estrategias”.

Respecto al cargo que asume el próximo lunes, tras el fin del periodo de Juan Peribonio, el doctor en derecho creía que era un exceso que la designación de los consejeros durara hasta lo 75 años, creyendo que el periodo debiese ser de ocho años. “También hay que entender que la idea es que ese consejero no se transforme en el abogado del Presidente o el gobierno de turno, la gracia del CDE es que defiende al Estado, con independencia si el gobierno es de izquierda o de derecha. Defiende las atribuciones estatales, las prerrogativas del Estado. Custodia el patrimonio estatal con independencia de quién democráticamente ha sido elegido para distribuir ese dinero”, señaló respecto al rol de la institución.

Una de las últimas causas que tomó el abogado como consejero del CDE, a solicitud del ministro de Justicia, alegó en favor de la constitucionalidad de los indultos otorgados por Boric, en la causa llevada por la oposición ante el Tribunal Constitucional. En esa ocasión, su participación tuvo especial relevancia, pues anunció que había otro indulto solicitado, lo que abrió un nuevo flanco para el gobierno.

El abogado, además de su rol al interior del CDE, ha desempeñado labores académicas, lo que demuestra a su juicio que no existe interés de su parte en las causas que vio como consejero, según señaló en la entrevista del 2017. Y es que un año después de haber egresado de derecho, comenzó a ser profesor en la Universidad de Magallanes. Función que también ha desempeñado en casas de estudios como la Universidad de León en España, así como también en la Universidad Alberto Hurtado.

Aunque el rol de académico más largo ha sido en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. En la sede de Pío Nono, se ha desempeñado como profesor de derecho administrativo -su especialidad-, así como también ha tenido cargos directivos a nivel investigativo.

En la plataforma WikiBello -sitio en el que estudiantes de esa universidad crean biografías de sus profesores- destacan su labor académica, definiéndolo como ordenado y “uno de los mejores profesores que tiene la carrera”. También relevan algunos aspectos de sus clases, las que recalcan por la carga de lecturas que pide.

Además de eso, entregan algunos aspectos más personales del académico, a quien identifican por su parecido con el cantante Fito Páez o el youtuber mexicano “Luisito Comunica”. Una de esas, es que está casado con la también académica y doctora en derecho Flavia Carbonell, quien ha confesado que le corta el pelo a su esposo.

Pero lo último que resaltan sus alumnos son las frases típicas del abogado, como cuando dice “lo que hacemos en la administración pública es fijar donde se ponen los postes de luz, francamente apasionante”. Aunque la más recordada es: “lo que hay detrás... ¡es poder público!”.