Los primeros efectos de las cifras de participación en la RM: más incertidumbre en las elecciones de alcaldes y gobernadores

Es un factor inédito, a lo menos en la historia moderna de las elecciones chilenas. Porque el hecho de que los megacomicios en curso se realicen en dos días provocó, a mitad del proceso, un hecho llamativo: conocer la participación de cada región y comuna, así como las diferencias entre zonas.

Los más de tres millones de personas que votaron ayer a nivel nacional -20,51% del padrón- dan para hacer diferentes cálculos. El más directo es con la elección inmediatamente anterior, la del plebiscito: si se miran esas cifras, llegar a siete millones 500 mil, que fue la participación en octubre, aparece aún con distancia, aunque los ejemplos en otros países apuntan a una mayor masa de votantes en el día final de los comicios.

Sin embargo, si la evaluación es contra la elección municipal de 2016, el escenario cambia. Esa vez, votaron 4.926.935 personas, el 34,89% del padrón. Lo más probable es que esa cifra se supere con largueza, y esto genera al menos un efecto concreto: más gente eligiendo a las autoridades municipales, y más imprevisibilidad en el escenario. En particular en la Región Metropolitana, donde se corren varias de las contiendas más emblemáticas a nivel edilicio y en que participó, hasta ayer, el 21,55% de la población habilitada.

Dos ejemplos en los extremos. En Vitacura, la comuna con mayor participación a nivel nacional de este sábado (41,31%), faltan menos de cuatro puntos porcentuales para superar el voto de 2016, en que sufragó el 45,03% del padrón. En La Granja, donde votó el 18,70%, con dos puntos y medio más se pasará la participación de las municipales previas, que fue de 21,16%. Y así en la mayoría de las comunas que integran el Gran Santiago

De seguir en el rumbo, lo más probable es que las de hoy sean las municipales con mayor participación de la historia. Un factor que ya en febrero preocupaba a los aspirantes por la incertidumbre de no saber quiénes irán a votar ni cuál será la cantidad final de participantes.

Tanto desafiantes como incumbentes coincidían en que ese efecto, sumado al hecho del protagonismo de otras elecciones simultáneas -como la de constituyentes y gobernadores- podía terminar generando sorpresas electorales.

Otro punto que llamó la atención al ver los resultados fue la diferencia de participación entre comunas de la capital. A nivel de elección de constituyentes, el efecto es más bien modesto: aunque hay distancias que pueden afectar el supuesto peso electoral de un municipio al interior de un distrito -como Peñalolén, del distrito 11, en que votó el 20,33% del padrón, menos de la mitad que su compañera de bloque, Vitacura-, en general las cifras son más homogéneas. Y en último caso, no afecta la cantidad de representantes en la instancia constitucional, que están definidos en base a la población y no a la cantidad de votantes efectivos.

Sin embargo, hay una elección donde esas distancias pueden terminar influyendo, sobre todo en el caso que los comicios tengan un resultado apretado o bien que haya una disputa voto a voto por pasar a una segunda vuelta: la disputa por las gobernaciones regionales.

En el caso de la capital, esto puede impactar tanto en el hecho de si un candidato es o no capaz de conseguir el 40% más uno de los votos para evitar ir al balotaje como en decidir quiénes finalmente competirán.

Allí, distancias de casi 28 puntos en la participación, como las que se vieron entre Vitacura y La Pintana (13,69% del padrón) en los votos del sábado, pueden provocar que el peso de una y otra sea mayor o menor a lo que representa su población específica. Y vuelven más impredecible una contienda que ya es histórica.