Luis Baquedano, gerente de Unión Española: "No podemos doblegarnos a los llamados que hacen las barras"

Luis Baquedano es el gerente general de Unión Española. En esa condición, hace una semana, en medio de la convulsión que genera el estallido social y ante la petición del Sifup de no retomar las actividades en el balompié nacional, manifestó una postura que levantó polvareda. "A Unión Española no le parece esta decisión. Nosotros queremos jugar este fin de semana, no le encuentro ningún sentido a parar. Están todos trabajando. Los únicos que no hemos trabajado somos nosotros. A los futbolistas les pagamos para que jueguen, no para que entrenen", declaró.

Hoy, aunque reclama cierta descontextualización, mantiene el juicio, que extiende al club de Independencia. "La opinión de Unión se sabe. Tenemos que volver a jugar, tomando las precauciones. Nos complica la relación de la industria con el CDF. Si hay que jugar sin público, será así. Si esperamos que esto se normalice será complicado. Nadie sabe cuando se retomará esa normalidad. Ni el gobierno ni la oposición. No hay señales. Entonces, uno se pregunta qué va a ocurrir. Uno puede estar de acuerdo o no con las protestas, pero qué pasa con la gente del fútbol. Somos la única actividad que está parada", sentencia a La Tercera PM.

Hay quienes dicen que el retorno del fútbol puede ser utilizado como distractor de los problemas sociales.

La verdad es que uno está preocupado, porque no sé en qué puede perjudicar a los movimientos sociales que el fútbol vuelva. Quizás pueda ayudar. Hay mucha gente que piensa que es adormecer y no está ni cerca. Nosotros buscamos normalizar nuestra actividad, no nos queremos meter en el ámbito político. No podemos no jugar, porque estamos sacrificando una relación comercial estratégica súper importante con el Canal del Fútbol. Y hay personas muy modestas que vienen al fútbol, a los estadios, a ganarse unos pesos. Esa gente no está recibiendo nada. Y ojo: el flujo de ingreso del CDF puede tener inconvenientes.

¿Cree que están las condiciones para volver a los estadios?

Las condiciones están complicadísimas. Eso es evidente. Si tomo como referencia lo de ayer, uno dice que el fútbol no tiene nada que ver. Ayer, para el partido entre Magallanes y Cobreloa, no sé si había problemas, desorden. Lo que pasa es que la municipalidad no lo autorizó. Hizo incurrir en gastos a los equipos que estaban en el estadio. Cobreloa tuvo que viajar, pagar concentración. Nosotros debemos concentrar mañana. No sé cuál es la información que maneja la ANFP. Uno ve el clima, claro, pero hay una cosa muy importante: no podemos doblegarnos a los llamados que hacen las barras. Porque no tiene nada que ver una cosa con otra. Nosotros estamos al tanto, porque leemos los mensajes.

¿Tampoco plegarse a las demandas como hicieron los jugadores e incluso las barras?

Las barras han participado porque tienen las banderas y salen en las imágenes, pero estructuralmente no existen para el fútbol. No tienen ningún vínculo. Nosotros no tenemos opinión respecto del conflicto.

Ha habido algunas hinchadas que han llamado a boicotear los partidos ¿hay que tomárselo en serio?

Me reservo la opinión. Queremos jugar, que se normalice de alguna manera. Tenemos muchas presiones, obligaciones, compromisos. Tenemos que sacar los campeonatos, los clasificados para las competencias internacionales, los descensos. Y hay un compromiso con un socio estratégico que es el CDF. El fútbol es el más complicado de los gremios, porque tiene muchas aristas, mucha gente en torno a él.

¿Teme que la violencia de las calles pueda trasladarse hacia los estadios?

No sé. De repente puede ser contraproducente jugar sin público y que los líos se armen fuera de los estadios. Queremos jugar, pero no a cualquier costo. Queremos ver qué se verá en la ANFP, quizás esperar una semana. Unión quiere jugar si hay condiciones aceptables, pero nadie puede garantizar que no haya disturbios. Lo que hay que hacer es un esfuerzo. Hubiese sido bueno jugar ayer. Mañana, mientras estemos en Consejo, deberé decidir si reservo el hotel, porque el viernes jugamos con Palestino. No están los tiempos para gastar plata de más. La Calera tiene que ir a Concepción. Tiene que reservar pasajes, ¿qué hace? Toda esta incertidumbre hay que plantearla en el Consejo, pero insisto Unión quiere jugar, no a cualquier costo. Podemos terminar el Campeonato a fines de diciembre, pero necesitaremos apoyo de los jugadores. No estoy diciendo que el fútbol se vaya a echar al pecho los problemas. No queremos ser distractores de nada. Lo veo muy difícil. Lo que queremos es normalizar los problemas internos de la industria. Hay mucha gente afectada.

¿Cómo se podrá ejercer control, considerando que la prioridad para Carabineros está en las calles, donde tampoco lo hay?

Partimos de la base de que la intendencia y Estadio Seguro nos aseguran las condiciones para que los partidos se puedan jugar. El control de las calles es de Carabineros. Siempre debemos tener su visto bueno. Pero no le puedo sugerir a Carabineros lo que debe hacer. Si Carabineros nos dice que no se puede, no hay vuelta que darle. Nosotros queremos jugar en la medida que las condiciones estén. Es más, siempre tenemos que entregar un plan de funcionamiento al interior del estadio, no afuera.

¿Puede llegar a ser demasiado alto el costo para los clubes?

¿Qué costo puede haber? Si eso ocurre, si hay riesgo de una manifestación agresiva, el costo es a las personas. Si es una reja o una gradería comparado con las personas, prefiero no hacer el fútbol. Si hay ese costo, prefiero jugar sin público. Si los incidentes pueden provocar heridos, mejor no hacer el fútbol. Por eso digo, hay montones de alternativas. Lo que sí se pueden cuantificar son los costos financieros con el fútbol parado.