Presidente del club Huracán Sur consumido por el fuego en Viña reconoce que aún no llega ayuda prometida por el gobierno: “Sólo nos hemos comunicado por WhatsApp”
Frederick Arancibia confiesa que aún no se concreta ninguna ayuda o apoyo para retomar las actividades deportivas o sociales y que la ministra del Deporte dijo que harían un estudio para evaluar el nivel de daño de la sede, donde solo quedó en pie un galpón de fierro. Además, cuenta que el Mandatario le devolvió la camiseta que le pasó al día siguiente del siniestro. "Era un trato", dice.
Cuando en 1961 un grupo de dirigentes de Forestal, en Viña del Mar, fundó el club y lo nombró Huracán Sur -inspirados en los fuertes vientos que circulan por el cerro-, desconocían que ese mismo vendaval contribuiría a la destrucción de la sede levantada a pulso, donde hasta noviembre de 2022 se entrenaba un centenar de personas y los vecinos del sector organizaban bingos y eventos.
“El viento desvió el foco del incendio, porque iba hacia Nueva Aurora (oeste), y después cambió la dirección y se vino todo hacia el sur”, cuenta Frederick Arancibia (26), presidente del club amateur y quien recibió la visita del Presidente Gabriel Boric un día después del incendio que dejó dos muertos y 403 familias damnificadas. El Mandatario se colocó la camiseta del equipo y aseguró que “la ayuda iba a estar”, relata el viñamarino, pero a dos semanas de la tragedia reconoce que aún el gobierno no ha entregado un apoyo concreto a la sede deportiva.
¿Cómo viviste el incendio?
Fue duro. El incendio empezó alrededor de las cinco de la tarde, arriba. Estábamos ayudando a sacar las cosas en la casa de una amiga, cuando de un momento a otro el viento cambió de dirección y tuvimos que salir corriendo. Estuvimos a tres segundos de quedar encerrados en las llamas (...). A las ocho me llaman, teníamos un arriendo en la cancha. La encargada me dice que el arriendo de ocho a nueve no se va a jugar porque se cortó la luz. A las nueve me llama la hija de ella, me dice que está mal, que el incendio pescó su casa, completa. Ella vivía al frente del club. Cuando corté miro a un amigo, y no sé qué cara habré puesto, pero me dice ‘¿qué te pasa?’, y yo le digo ‘el club, se me está quemando el club’.
Lo intuías...
Claro, porque la casa de ella estaba al frente, y cuando llegué a la población era un infierno. Todas las casas prendidas, el club prendido.
¿Trataste de entrar?
Sí, yo quería sacar algún recuerdo, alguna foto, alguna medalla, alguna copa. Teníamos cientos de copas, se quemaron todas. Las credenciales de los niños. Los equipos completos. Solo quedó en pie la infraestructura, que consiguieron dirigentes antiguos. Todos los fierros que tú ves (la estructura del galpón) son de la antigua Quinta Vergara. Se quemó la cocina, la lavandería, los camarines, los baños, nuestro salón donde hacíamos los eventos y cumpleaños, las oficinas. Lo único que quedó fue parte del galpón, que quedó parado. La cancha (de pasto sintético) estuvo encendida hasta las ocho del otro día. Estuvo toda la noche prendida. Los chiquillos decían ‘no nos vamos a apagar, el club no se quiso apagar, aguantó lo que más pudo’. Y no quedó nada. La pura infraestructura.
El 23 de diciembre, el Presidente visitó la sede y se puso la camiseta del equipo. ¿Lo conocías?
No. Pero sí voté por él y le hicimos campaña.
¿Cómo se gestó la visita?
Él llegó acá. No me lo esperaba. Le pasé la camiseta y él se la colocó. Conversamos y me dijo ‘Alexandra Benado (ministra del Deporte) te va a contactar. Todo lo que tenga que ver con el club, lo ves con ella, si no, me mandas un WhatsApp’. Y la ministra se comunicó altiro. Salió Gabriel y tienen que haber pasado quince minutos (...). La gente vio al Presidente con la camiseta puesta. Fue lindo y demostró que se comprometió con la institución, altiro.
¿Y en qué consistió?
Con el Presidente recorrimos las instalaciones. Me dijo que no nos iban a dejar botados, por nada del mundo. Que el club lo íbamos a levantar todo. Yo le dije que a las finales más que un club deportivo, este es un club deportivo social. Que ayudamos a los vecinos y vamos realizando actividades durante el año.
El Presidente, en específico, ¿qué te dijo?
Dijo que no nos iba a dejar solos, que la ayuda iba a estar, que la ministra del Deporte iba a estar con nosotros en todo momento y que se iba a encargar de todo. Y que en un mediano o corto plazo, íbamos a tratar de levantar todo de la mejor manera posible. La ministra vino para acá el 27 de diciembre y recorrió la instalación. Estuvo acá ella y Sofía (González, delegada presidencial).
¿Qué pasó con la camiseta?
Yo soy encargado de equipo. En mi casa tenía tres camisetas: la que se llevó Gabriel, que me la trajo de vuelta; una verde flúor que ocupaba el arquero y una que decía Huracán Sur, de cuando salimos campeones el 2005 en tercera adulta.
¿Cuándo la trajo de vuelta?
El viernes pasado (30 de diciembre). Vino de nuevo, con Camila (Vallejo, vocera de gobierno), el ministro (Giorgio) Jackson. Conversamos un rato, me preguntó cómo estaban las cosas, vio que estaba mucho más ordenado. Y eso. Fue un trato, más que nada, porque (cuando le pasé la camiseta) él me preguntó ‘¿es para mí o la tengo que traer de vuelta?’. Y yo le respondí ‘no, señor Presidente, la camiseta tiene historia, sería ideal que la trajera de vuelta’. Y yo sé que el Presidente es un hombre de palabra, y mucha gente a lo mejor le tiene mala (...), pero dijo la otra semana estoy acá, y vino con la camiseta y estuvo acá como se había comprometido.
¿Qué ayuda concreta comprometió el gobierno al club?
La ministra, de lo que conversamos, me dijo ‘por lo bajo estamos hablando de casi $ 200 millones’. Y que ya si asciende a la demolición de la infraestructura completa, y tienes que pararlo por completo, más del doble, que son $ 400 millones.
¿Te dijeron que iban a hacer un estudio?
Claro, tienen que hacer un estudio para ver si los muros están comprometidos, si hay que demoler todo, y tratar de hacerlo en el mediano o corto plazo.
¿Hay alguna fecha o brindaron alguna ayuda inmediata? ¿Qué ha pasado desde que vino el Presidente?
No han dado fecha. Sólo nos hemos estado comunicando a través de WhatsApp. (La ministra) me ha preguntado por las necesidades del club. Si nos van faltando cosas. Yo llevo acá catorce días desde que sucedió esto. Me estoy quedando acá, duermo en un colchón. Por la gente, es por ellos.
¿El gobierno dio alguna solución a corto plazo para que los integrantes del club puedan seguir entrenando?
No sabría decirte. No sé si han dado declaraciones.
¿Y ese entrenamiento, lo podrían hacer en otro lugar mientras tanto?
Tendríamos que gestionar, tratar de conseguir el complejo.
¿Y qué es para ustedes, como club, lo más urgente?
Tratar de que en un mes o dos, cerrar acá. Tratar de tener una bodega (...) y la indumentaria deportiva, para empezar el campeonato 2023 (...) Pero, para mí, es levantar primero los terrenos de la gente y después el club deportivo. Hay dirigentes que se me han acercado y me dicen ‘hagamos el club primero, hagamos una sede espectacular y después acá mismo se pueden hacer eventos (...) y de esas mismas lucas ir generando para la gente’. También es buena carta, pero para mí lo primero es levantar las casas de la gente.
¿Qué perdió el sector con la quema del club?
La gente perdió historia, que teníamos en el segundo piso. Teníamos una muralla con 15-20 cuadros de las personas del club, que iban falleciendo. Perdimos las copas, que son históricas.
Ahora hay una historia que parte de cero, con la reconstrucción...
No. La historia y los mejores momentos se llevan siempre en el corazón. A lo mejor se nos quemaron las copas, pero vamos a tener que volver a ganarlas, y pararnos de nuevo, completamente.
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