Quiénes son y cómo se organizan: Speed Demons, el club de autos de ‘Nano Calderón’ que alerta a Vitacura
Son cerca de 50 los miembros de la organización, y tienen prohibido hablar de ella. El grupo se junta todos los jueves y se coordina por mensajes de WhatsApp. Su presidente es el estudiante de derecho Hernán Calderón (22), hijo de la comentarista de televisión, Raquel Argandoña. El municipio del barrio alto busca la fórmula de querellarse contra los organizadores de las carreras.
“Sólo los que me conocen en persona saben cómo soy realmente”.
La frase la escribió Hernán “Nano” Calderón Argandoña (22) hace unos meses, en el grupo de WhatsApp que mantiene con los integrantes de Speed Demons Chile, la última vez que se vio envuelto en una polémica de la farándula. El estudiante de derecho de la Universidad Andrés Bello es presidente del exclusivo club de fanáticos de automóviles de alta gama, que hace una semana realizó una inédita carrera en plena Costanera Norte, en la comuna de Vitacura. Aún cuando este tipo de acciones son comunes los jueves en esa zona, la pasada se salió del esquema porque al menos un centenar de personas se tomaron las bermas, por lo que la concesionaria debió cortar temporalmente el tránsito.
¿Quiénes son los líderes de Speed Demons? ¿Cómo operan? Aún cuando mantienen sus redes sociales activas, el club mantiene una estricta reserva sobre sus integrantes y su organización.
Según contaron a La Tercera PM dos de sus miembros que solicitaron no revelar su identidad, el grupo nació a finales de 2015 y originalmente se reunían con miembros del Club Mustang Chile, “propietarios y fanáticos” de ese modelo de la marca Ford. Pero siguieron creciendo en número y al año siguiente Nano Calderón y su amigo Pablo -quien es conocido en la agrupación como Pableke- crearon Speed Demons. En ese entonces, la mayoría de sus miembros tenía un Chevrolet Camaro. Luego de una votación, decidieron permitir el ingreso a socios dueños de Ford Mustang. Todos los automóviles contaban con un valor superior a los $25 millones. Actualmente, debido al alto interés que despierta el grupo, las exigencias se han ido flexibilizando y no todos los integrantes están de acuerdo.
El grupo cuenta hoy con 50 integrantes. En su mayoría son jóvenes profesionales que promedian los 35 años de edad, con un alto poder adquisitivo. Todos viven en Santiago. Muchos de ellos estudiaron carreras vinculadas a ingeniería en universidades públicas y privadas. Otros son emprendedores y mantienen negocios como almacenes de barrio en comunas alejadas del sector oriente de la capital.
No pagan mensualidad, pero sí compran todos los productos que vende el propio club. Vale decir, cada junta pública -que realizan todos los jueves en un lugar por definir, donde comparten datos “tuerca” y recorren calles con sus autos- requiere el pago de una cuota, la cual incluye lentes, poleras y toldos. Cada uno de los productos lleva estampado el logo de la asociación: un soldado con una máscara de gases con dos pistones como filtros.
Ambos miembros del club afirman que solo en una junta pública prácticamente cruzan Santiago y pueden llegar a gastar más de $100 mil, sumando merchandising, bencina y TAG. Ello si es que no los detiene Carabineros por exceso de velocidad, porque cada parte cuesta sobre $100 mil y 30 días de suspensión de la licencia en su piso mínimo. El problema viene cuando son reincidentes.
Al principio los puntos de encuentro de estas juntas semanales eran el centro comercial Cantagallo y el estacionamiento del mall Portal La Dehesa de Cencosud, pero enfrentaron complicaciones. Según cuenta uno de los integrantes del grupo, comenzaron a ser echados de dichos lugares, por lo que optaron por juntarse en la estación de servicios Copec ubicada en la calzada norte de la Costanera Norte, en Vitacura, donde cada jueves se ha vuelto común el estruendo por carreras ilegales.
La primera “junta de exhibición” se realizó en 2017 en el centro comercial de Cencosud. Posteriormente, vino la realizada en Larapinta, donde por primera vez los organizadores, un grupo reducido y que pertenece al círculo de confianza de Nano Calderón, arrendaron un recinto para una reunión oficial. También se han reunido en el Estadio de San Joaquín y La Herradura. Si alguno de sus miembros falta dos jueves seguidos sin avisar, es expulsado del club.
“Cada vez que nos ve Carabineros nos echa en cuanto nos ve y cuando comienzan a partear, nos subimos y nos vamos”, cuenta uno de los miembros de Speed Demons.
Prácticamente todos sus miembros cuentan con automóviles con vidrios polarizados. Solo el Ford Mustang cuenta con polarizado de fábrica. “La ley que permite los vidrios polarizados de los autos salió recién y el porcentaje de transparencia ninguno de nosotros lo cumple. Solo el parte por mantener el parabrisas polarizado es de $75 mil”, acota uno de sus miembros.
Otro explica que durante mucho tiempo estuvo sin patente, porque la encontraba “fea” y el espacio del vehículo es chico. La gracia le costó $250 mil pesos en total, por cinco partes.
De Pelarco al mundo
Desde su adolescencia la vida pública de “Nano” o “Hernancito”, como le llaman sus padres, Hernán Calderón Salinas (66), abogado, y Raquel Argandoña (62), rostro de TV y empresaria, ha sido objeto de comentario en matinales y secciones de farándula.
En su cuenta personal de Instagram –su red social favorita–, a sus cortos 22 años revela que ha visitado 23 países. No sólo le gustan los automóviles de alta gama, también le apasionan las armas, joyas, relojes y ropa de marcas de lujo. A pesar de que su vida parece ser desenfadada y rebelde, por las fotografías que publica, los miembros de Speed Demons consultados aseguran que es una persona “madura”, “buena onda” y valoran su liderazgo.
En paralelo, como todo influencer que se precie de tal, también tiene sus negocios personales. Uno de ellos es la venta de productos importados desde Estados Unidos por medio de Ncluxurystore. También es promotor de “MACH”, una plataforma virtual de pago que pertenece al Banco BCI y que permite el pago de Spotify, Netflix, Aliexpress, Paris, Ripley y Latam sin contar con una cuenta corriente.
En vacaciones suele visitar la casona de sus padres en Pelarco, comuna de la región del Maule, que entre los años 2000 al 2004 encabezó su madre como alcaldesa, luego de ocupar un escaño como concejal.
“Nuestro personal de seguridad vial ha sido agredido”
La municipalidad de Vitacura recibe constantes reclamos por los ruidos y riesgos que emanan de las carreras de los jueves. Tras la ocurrida la semana pasada, el municipio se querelló contra quienes resultaran responsables. Sin embargo, esta fue desestimada pues debía realizarla una persona natural y no jurídica.
Por lo mismo, el municipio recabó firmas de los vecinos. A la fecha son 52 los que han firmado el patrocinio legal para presentar dentro de los próximos días una querella en contra los organizadores.
“Mientras no se endurezcan las penas, la gente que participa en estas carreras se ríe un poco cuando las infraccionan por la ley del tránsito. Hace años que se discute la tipificación de la carrera clandestina como delito y una de las penas podría ser que les quiten el auto”, dice el alcalde subrogante, Galo Errázuriz, a La Tercera PM.
Héctor Avendaño, fiscal de Costanera Norte, coincide con el edil, asegurando que la actual Ley de Tránsito no contempla sanciones por las carreras clandestinas. “Concurrimos con nuestros móviles al lugar, pero lamentablemente muchas veces nuestro personal de seguridad vial ha sido agredido por los propios automovilistas”, acota el abogado.
En los últimos años, la concesionaria ha invertido más de 12 millones de UF (US$400 millones) en obras y mejoras de la concesión, incluyendo el Plan de Santiago Centro Oriente que ha sido la mayor inversión en obras desde que se construyeron las autopistas urbanas.
Cristián Araya, concejal de la comuna, califica como “impresentable” que “la concesionaria se lave las manos y responsabilice a Carabineros”. “Se necesita una respuesta más enérgica. Sería efectivo sacar de circulación los autos tuneados”, remató.
Mientras, Copec, declinó efectuar comentarios a la consulta planteada por este medio.
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