Sebastián Soto, vicepresidente de la Comisión Experta: “El principal acuerdo tácito es escribir una Constitución sobria, que no intente dar respuesta a todas las preguntas”

Sebastian Soto
Sebastian Soto. Foto : Andres Perez

En su primera entrevista, con Radio Duna, el recién asumido vicepresidente del organismo encargado de redactar un anteproyecto de nueva Constitución defiende el régimen presidencialista y plantea que, a diferencia de la Convención, existe consenso en buscar el diálogo, el respeto mutuo y evitar la cancelación.


Una primera entrevista como vicepresidente de la Comisión Experta dio este jueves a Terapia Chilensis, de Radio Duna, el abogado Sebastián Soto, cargo que asumió el lunes 6, en la jornada de instalación de esta entidad que marca el inicio del nuevo proceso constituyente.

Soto -experto nominado por Evópoli- cuenta con trayectoria laboral tanto en el mundo académico como en el sector público. Hasta el 2010 ejerció como investigador en Libertad y Desarrollo (LyD), años después se encargó del área constitucional del think thank. Más tarde, durante el primer mandato de Sebastián Piñera se convertiría en el jefe de la División Jurídico Legislativa de la Segpres. Soto, quien además es profesor de la PUC, fue parte de la mesa técnica del acuerdo por la paz en 2019.

“Hay un trabajo intenso el que se viene en los próximos tres meses, la presidenta Verónica Undurraga y yo tenemos la tarea, el desafío de liderar en alguna medida el trabajo de la Comisión y por supuesto con el apoyo de todos los comisionados y las comisionadas y los presidentes de las cuatro comisiones porque son todas tremendamente relevantes”, comenzó diciendo.

Uno de los temas que ha sido cuestionado es la amplitud o restricción que establecen las bases acordadas. ¿Cuál es su visión sobre eso?

La existencia de algo así como bases (...) no es desconocido en el derecho comparado, cuando se hacen constituciones (...). Si miramos las bases, lo que proponen son directrices, principios de textura abierta. Es como cuando uno va por la carretera y le dicen “maneje con prudencia”. Por lo tanto, yo no veo que ahí haya un cinturón de seguridad, una amarre de manos que impida la deliberación, sino que más bien un piso mínimo para construir desde ahí.

Una participación de los privados como la que se tiene en Chile a través de las isapres, ¿es compatible o no con las bases acordadas ahora?

Es una pregunta que me obligaría a recordar de memoria todas las bases que yo no tengo en la mente. Diría que en la satisfacción de derechos sociales, en las bases proponen, uno, la idea de Estado social de derecho, que es un concepto, un continente sin contenido. Es un continente presente en las constituciones alemanas, italianas, españolas...

¿A qué se refiere con “continente sin contenido”?

Es un concepto cuyo contenido debe ser llenado y en cada país en la legislación, en la práctica política y las diversas formas de satisfacer las demandas sociales, lo llena de distinto modo. Por ejemplo, es la misma cláusula la que está en la Constitución alemana y que la que está en la Constitución venezolana, pero sabemos que la satisfacción de derechos sociales de una y otra es muy distinta.

En términos de aprendizajes, ¿qué mecanismos de trabajo no se van a repetir (respecto de la extinta Convención)?

Yo creo que el principal acuerdo tácito, que está muy presente, es hacer de esto un proceso que permita avanzar sobre la base de los mayores acuerdos posibles y en un contexto de diálogo, de respeto mutuo, de evitar la cancelación, la estridencia y de escribir una Constitución más bien sobria. No quiero decir una Constitución mínima, sino más bien sobria, que no intente dar respuesta a todas las preguntas. Espero que los 24 que estamos acá y los 50 que lleguen más tarde comprendan que esa aspiración refundacional debe ser superada.

¿Cree que la aspiración refundacional no va a sobrevivir?

Lo que ocurrió el 4 de septiembre es una muestra clarísima de que ello debiera al menos detenerse o apaciguarse, porque hay que decirlo: todo momento constituyente siempre tiene la tentación refundacional. Así como el pecado en los momentos constituyentes de las derechas es el pecado de la nostalgia (...), el pecado de las izquierdas es la refundación.

¿Cuál es la relación que va a haber entre el anteproyecto que ustedes preparen y luego el Consejo Constituyente propiamente tal?

Lo interesante de este proceso, que yo creo que también lo hace un novedoso en la elaboración de constituciones, es que a los electos popularmente les llega un texto escrito que es de la Comisión Experta, pero que no tiene ninguna vinculatoría (sic) respecto de ellos, es decir, ellos pueden hacer modificaciones para agregar, suprimir, modificar. Eso está expresamente establecido en la Constitución. Por lo tanto, la fuerza del texto está dada por su autoridad, más que por su vinculatoriedad.

Esto significa que el verdadero poder que este texto tiene va a emanar de la lógica interna, de la sensatez del propio texto...

Así es.

Está en la subcomisión de Sistema Político. ¿Su preferencia está en un sistema presidencial? También hay varios que quieren un presidencialismo atenuado.

Yo voy a defender mi posición, pero entendiendo que soy uno de seis y uno de 24. Yo creo que hoy día hay un par de importantes acuerdos. El primero nace de la misma Convención. Es interesante que la asamblea probablemente más refundacional que hayamos tenido en la historia de Chile haya mantenido el presidencialismo.

Después de que Bassa, Atria y otros plantearon el parlamentarismo al comienzo con mucha fuerza...

Precisamente. No digamos que era una asamblea conservadora atada a la tradición presidencialista (...). Yo sigo creyendo en el presidencialismo, creo que nuestra cultura de ejercicio de poder en Chile es presidencialista, creo que hay buenas razones en Chile y en el mundo.

Una de las propuestas que hace es la idea de que las elecciones parlamentarias se hagan al mismo tiempo que la segunda vuelta electoral, es decir, que el Presidente que hace la campaña de segunda vuelta encabece su lista parlamentaria. ¿Cuáles son sus argumentos en torno a este punto (...)?

Parece necesario para efectos de la disciplina y de la coordinación del trabajo, tanto en La Moneda como en el Congreso, generar un mecanismo para que ello reflote en alguna medida. Ese mecanismo creo que es trasladar la elección parlamentaria a la segunda vuelta. Eso reduce la posibilidad de tener un Presidente con minoría, que yo creo que es una posibilidad que es un contrapeso que hay que también evaluar.

El miércoles 9, que le han dicho miércoles negro, la reforma tributaria, emblema del gobierno, se pierde justamente porque no tiene mayoría en el Congreso. El oficialismo está de luto, porque no se pueden hacer los subsidios que se habían anunciado (...). La derecha celebra porque no pasa una reforma tributaria que para ellos ha sido muy criticada. ¿Se puede decidir cuál de los dos mundos es mejor?

No voy a opinar ni como vicepresidente ni como comisionado de lo que ocurrió. Lo único que yo voy a decir es que si el Presidente tiene mayoría en la Cámara Baja, tiene más probabilidades de avanzar en su programa.

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