Un conflicto “sin honor” y un “error” de Moscú: las críticas de separatistas del Donbás y veteranos de la guerra afgano-soviética por la invasión a Ucrania
"Todo esto podría haberse resuelto antes, principalmente a través de medios diplomáticos y quizás un uso insignificante de la fuerza”, dijo Alexei Alexandrov, uno de los arquitectos de la rebelión separatista respaldada por Moscú en el este de Ucrania en 2014.
En medio de una nueva ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania, Moscú anunció hoy en Estambul que reducirá sus ataques sobre Kiev y Chernigov como medida de confianza, por el progreso “sustancial” en el diálogo entre ambas delegaciones. Un diálogo que, a juicio del anfitrión de estas conversaciones, el Presidente turco Recep Tayyip Erdogan, sienta las bases para un futuro y decisivo encuentro entre Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky.
Pero mientras las negociaciones en Turquía alimentan esperanzas de una eventual solución negociada a la guerra, las críticas contra Putin por su decisión de invadir al país vecino siguen aumentando, incluso en sectores que se asociaban como cercanos a Moscú, entre ellos los separatistas prorrusos de la región ucraniana del Donbás y veteranos de la guerra afgano-soviética.
Uno de ellos es Alexei Alexandrov, uno de los arquitectos de la rebelión separatista respaldada por Moscú en el este de Ucrania en 2014. En declaraciones a Reuters, dijo que la invasión rusa era un “error”, en comentarios que muestran que el Kremlin no puede contar con el apoyo de todos los opositores prorrusos de Kiev.
“Todo esto podría haberse resuelto antes, principalmente a través de medios diplomáticos y quizás un uso insignificante de la fuerza. Pero eso no se hizo, y eso es un error de todas las partes”, afirmó Alexandrov. A su juicio, debido a que Moscú no negoció un acuerdo con Kiev que garantizara la autonomía del Donbás y los derechos de sus residentes, el conflicto armado se volvió inevitable.
Según el exlíder separatista, Moscú, durante muchos años, no logró entender cómo tratar con Kiev, cuyos gobernantes dijo que estaban empeñados en aplastar la identidad de la comunidad de habla rusa en el este de Ucrania, una acusación que Zelensky y sus aliados niegan. “La reacción de Moscú siempre fue tardía y nunca se hizo cargo de la situación”, señaló. “Eso fue un error, y ahora estamos cosechando las consecuencias con sangre y múltiples víctimas en ambos lados”.
Contactado por Reuters, el Kremlin no proporcionó un comentario sobre los comentarios de Alexandrov, quien fue jefe de gabinete del presidente del Parlamento de la autoproclamada república, Andrei Purgin, hasta que ambos hombres fueron despedidos de sus cargos en 2015.
En la entrevista, Alexandrov indicó que una vez que termine la fase activa del conflicto en Ucrania, las perspectivas a largo plazo para el Donbás no están claras. Dijo que dudaba que Rusia tuviera los recursos para poner a toda Ucrania bajo su control.
Si Rusia mantuviera su presencia en el este de Ucrania, habría una alta probabilidad de que se reanudara el conflicto armado con el Estado ucraniano, dijo Alexandrov. “Así no es como debería haber terminado”, señaló. “No valen la pena todas las víctimas”.
“Los rusos matan a los rusos”
Cuando Iurie Cibuc tenía 18 años, fue reclutado por el Ejército soviético para luchar en Afganistán. Se unió a un conflicto que le costaría a la Unión Soviética 15.000 soldados y sería conocido como “el Vietnam de la URSS”. Los muyahidines que expulsaron a los soviéticos de Afganistán en 1988 se convertirían en última instancia en los talibanes, los islamistas de línea dura que hoy están en el poder en Kabul.
Cuatro décadas más tarde, Cibuc no solo recuerda a los muyahidines, sino también sus métodos de guerra, que incluían el uso de bombas montadas al borde de la carretera para destruir camiones. Pero también recuerda estar orgulloso de la guerra que estaban librando, un orgullo, dice, que debe estar ausente ahora en los soldados rusos que actualmente luchan en Ucrania.
“Entonces éramos jóvenes y hermosos. Fue un honor participar en la defensa de las fronteras de la URSS”, dijo Cibuc a Euronews. “No veo ningún honor para los rusos que ahora luchan en Ucrania. Creo que se dan cuenta de lo que están haciendo y adónde los han enviado. En esta guerra, los rusos matan a los rusos”.
Mihail Carp, otro veterano, tenía 28 años cuando lo enviaron a Afganistán en 1985. A diferencia de otros, se había ofrecido como voluntario para luchar después de servir en Alemania y Turkmenistán. Luchó allí hasta el final de la guerra en 1988 cuando la Unión Soviética se retiró del país.
“Es doloroso para mí lo que está pasando hoy en Ucrania porque algunos de mis amigos con los que luché en Afganistán ahora están en Ucrania, Rusia y Bielorrusia. No entiendo por qué Ucrania y Rusia, como Estados hermanos, no pudieron sentarse a la mesa a negociar y llevarse bien”, se lamentó Carp.
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