Vivir en cuarentena en Nueva York: “Nos sentimos atrapados en casa”

New York students begin the first day of digital school
Una estudiante neoyorquina junto a su hermana, mientras realizan una clase en línea, en Brooklyn. FOTO: REUTERS

Una madre con una hija paciente de riesgo, una hija con su padre de 81 años internado en un hospital y una embarazada de 17 semanas -todas residentes del estado con más contagios en Estados Unidos- cuentan a La Tercera las dificultades diarias que enfrentan para sobrellevar el encierro total ante el avance del coronavirus.


La incertidumbre y el temor de contagiarse de Covid-19 ha dejado paralizados millones de residentes del estado de Nueva York. Las calles vacías y el cierre del comercio han provocado una suerte de tranquilidad en algunos, mientras en otros ansiedad al ver cómo el coronavirus puso de cabeza sus vidas sin previo aviso. Una mezcla de ambos sentimientos tiene Gale Miller, de 50 años y madre de dos hijas adolescentes con las que vive en la ciudad de Nueva York donde inició una cuarentena obligatoria el domingo.

“Hemos estado en cuarentena durante 10 días. Ha sido una semana aterradora. Una de mis hijas es parte de la población de riesgo, ya estábamos teniendo mucho cuidado, pero ahora nos sentimos atrapados en casa. Yo estoy trabajando desde la casa, así que me es difícil prestarle suficiente atención durante el día a mis hijas. Aunque no lo crean están molestas porque no pueden ir a la escuela”, señala Miller en conversación con La Tercera PM.

En las últimas semanas, Estados Unidos se transformó en el tercer país con más contagios de coronavirus en el mundo, después de China e Italia. Las últimas cifras sostienen que en todo el país hay 46.168 casos positivos y 582 víctimas fatales. Pero la principal preocupación es que solo el estado de Nueva York concentra más de la mitad de los enfermos por Codiv-19: más de 25 mil y 183 fallecidos.

Una mujer con mascarilla en las afueras de un hospital de Nueva York. FOTO: AFP

Debido a este escenario, hasta salir a comprar alimentos se ha transformado en un desafío para algunas familias. Para Gale Miller y sus hijas es una tarea obligatoria cada dos días. “Tengo alergias alimentarias y es difícil encontrar alimentos a los que no soy alérgica en una cantidad que permita abastecerme. Algunas tiendas están limitando el número de clientes que pueden entrar a la vez y definitivamente veo pocas personas en la calle, pero no sé cuánto de esto es miedo individual o si es la regla que están implementando”, revela esta madre neoyorquina.

En pleno aumento de casos, los ciudadanos encerrados en sus casas han comenzado a compartir sus temores frente a la crisis sanitaria que en las próximas semanas mostraría su peor cara, cuando se alcance el peak de contagios. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, aseguró ayer que el 80% de los habitantes del estado podrían contraer coronavirus durante 2020.

“Tengo miedo de no saber si estoy enferma. Mi temor frente al coronavirus es eventualmente enfermarme y estar tan grave que no me puedan tratar porque también soy alérgica a muchos medicamentos. Tengo miedo a nunca poder reanudar una vida normal o cuánto tiempo pasará hasta que mis hijas puedan estar con sus amigos o a sus hermanastros”, concluye Gale Miller.

“¿Cómo alguien se puede ir sin ver a su ser amado”?

En una forma de reducir al mínimo la posibilidad de contagios de Covid-19, millones de residentes del estado más afectado del país comenzaron a comprar alimentos a través de aplicaciones a domicilio. Una de las más populares es Fresh Direct, que provee a los usuarios de cualquier comestible o bebestible que puedan encargar con un despacho máximo de dos horas dependiendo de la zona de envío. Si uno de los productos no está disponible llaman a los consumidores para comprar un sustituto. Ha sido tal el aumento de compras online, que esta plataforma ha sufrido un colapso y en sus sitio web anuncia que el tiempo de espera se ha duplicado.

“Vivo en Clarkstown, en el condado Rockland, en el estado de Nueva York. Hacemos compras en línea y nos entregan la comida a domicilio. Limpiamos todo lo que recibimos con toallitas Clorox para mayor protección. Nuestra mayor preocupación ahora es que no hemos podido hablar con mi papá, de 81 años, desde la semana pasada cuando entró al hospital ya que impusieron lockdown. Mi madre, de 78 años, ha estado llorando desde entonces y es angustioso”, explica Elizabeth Guzman a La Tercera.

José Luis Guzmán
José Luis Guzmán, de 81 años, está internado en un hospital con cuarentena en el estado de Nueva York.

La pareja de adultos mayores y padres de Elizabeth han estado juntos la mayor parte de sus vidas, por lo que el principal miedo de la familia es que algo le pueda pasar a Jose Luis y no tener noticias al respecto.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo ayer en el Centro de Convención Javits en Manhattan que servirá como hospital temporal. FOTO: AFP

“El gobernador Cuomo ha hecho un gran trabajo al solicitar mayores recursos porque como estado no estábamos preparados. Espero que cuidemos a los equipos de salud, socorridas y la policía, pero la ciudad de Nueva York es primordial ahora porque tienen la mayoría de los casos de coronavirus. Hay muchas otras personas que no pueden ver a sus familiares porque están en hogares de ancianos o en hospitales donde ya no dejan entrar por precaución. ¿Cómo alguien se puede ir sin ver a su ser amado antes?”, señala Elizabeth.

En cuarentena con 17 semanas de embarazo

Las autoridades estadounidenses han alertado a que la población de mayor riesgo: adultos mayores, enfermos crónicos, mujeres embarazadas y niños permanezcan en sus hogares respetando la cuarentena para evitar mayores complicaciones. Tres personas de la familia de Karin Hoinski residente de Pleasantdale, Nueva York responden a este perfil.

Un letrero en un hospital de Nueva York con el mensaje "Debido al coronavirus no se permiten visitan en urgencias". FOTO: AFP

“Para ser honesta tengo miedo”, sostiene a este diario Hoinski. La mujer de 39 años tiene 17 semanas de embarazo, su esposo ha estado en remisión menos de un año después que se recuperará de un cáncer al riñón izquierdo y junto a su hija de dos años esperan la llegada de para el 3 de septiembre de la nueva integrante de la familia en plena crisis sanitaria.

“Vivimos en una ciudad poblada y es aterrador ver que tanta gente no toma en serio el aislamiento, el distanciamiento social, el uso de las mascarillas o cualquier otra precaución necesario. Temo que la gente de Nueva York va a agregar más un problema que una solución. Todos los días tengo miedo por la salud y seguridad de mi hija en el vientre. Tengo un embarazo de alto riesgo debido a mi edad y porque tuve una pérdida. Entonces, no ha sido un buen momento para mi familia”, revela Karin.

Entre las nuevas medidas de seguridad que han impuesto las autoridades aparece que las personas que asistan a centros de salud deben ir sin compañía. Por esto, ha tenido que asistir sola a las citas con el especialista. En las afueras de los hospitales hay instalaciones de triaje donde evalúan si tienen síntomas antes de permitir el ingreso.

“En cuanto a las embarazadas que darán a luz en el hospital solo pueden asistir con una persona de apoyo y no se les permite salir y regresar. Hay que tener en cuenta que esto es solo el comienzo para nosotros, así que algunas cosas estoy segura que cambiarán y se pondrán más estrictas. Lo que sí sé es que los estadounidenses estamos acumulando papel higiénico, toallas de papel, desinfectante para manos y todo lo que tenga que ver con los antibacterianos”, finaliza Karin.

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