La molestia del PS por el desorden legislativo
En el partido resienten los descuelgues del propio oficialismo en las votaciones clave para el gobierno. Esta semana se alertaron ante el desbarajuste de los liberales, que anunciaron libertad de acción en la acusación constitucional contra Montes.
Es un malestar que la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, ha compartido en la interna de su colectividad y en los comités políticos ampliados de La Moneda: los descuelgues de parlamentarios oficialistas en votaciones en el Congreso.
Dado que el oficialismo no cuenta con mayoría en el Parlamento, la timonel ha hecho ver su molestia por el desorden de las colectividades de gobierno en proyectos relevantes de la administración del Presidente Gabriel Boric, y también en definiciones políticas.
En el PS no pasó desapercibido esta semana que los diputados liberales -aunque terminaron ordenándose- anunciaran libertad de acción en la acusación constitucional en contra del ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS). El episodio volvió a reactivar el disgusto de la tienda de Vodanovic.
La crítica, afirman socialistas, es que el desorden legislativo en este gobierno sale barato.
Lo cierto es que no es fácil mantener una línea. En total, son 10 los partidos que conforman la alianza de gobierno. Desde las distintas colectividades comentan que cada una de ellas tiene sus propias convicciones. Algo que fue tildado, al inicio de esta administración, como “las dos almas del gobierno”, en referencia a Apruebo Dignidad y al Socialismo Democrático (SD).
Hoy en día hay figuras del propio Ejecutivo, como la ministra Javiera Toro (Desarrollo Social, Comunes), que prefieren hablar de las “tres vertientes” del Ejecutivo: el Partido Comunista (PC), el Frente Amplio (FA) y SD.
La crítica del PS, en este caso, se pone sobre la mesa con miras a la segunda mitad que le queda al gobierno de Boric. Particularmente, se apunta a la agenda de seguridad que ha encabezado la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), una de las figuras más relevantes que hoy tiene el Socialismo Democrático.
En dicha agenda es en donde el oficialismo más se ha dividido. Recordado es el momento en el que se votó la legítima defensa privilegiada de la Ley Nain Retamal, que se aprobó con los respaldos de SD y de la derecha, pero con rechazos del bloque FA-PC. La semana siguiente, de hecho, un grupo de parlamentarios frenteamplistas fue a reclamarle a Tohá a La Moneda. “Necesitamos liderazgo, coordinación, claridad en cuál va a ser la agenda del Ejecutivo (en seguridad), porque el Ejecutivo tiene agenda”, planteó a la salida de esa reunión la diputada Catalina Pérez (suspendida de Revolución Democrática por los cuestionados convenios entre fundaciones y reparticiones del Estado).
Por esto mismo, el PS ha enfatizado en la urgencia de que en la segunda mitad de la administración de Boric se eviten estas divisiones.
Vodanovic manifestó a La Tercera que “nuestro interés es ir avanzando en las soluciones a los problemas de la ciudadanía, en particular en materias sensibles como las pensiones, salud, educación y seguir avanzando en la agenda de seguridad. El rol del PS va a ser dialogante, buscar acuerdos para lograr conseguir estos objetivos”.
Un análisis similar tiene la vicepresidenta del PS, Daniella Cicardini. “En el PS siempre hemos entendido lo que significa ser gobierno. Sabemos lo que significa abordar temas complejos: existe un compromiso con el gobierno, sobre todo en temas de seguridad, en que hemos sido leales”, dijo.
Y agregó: “Parte de lo que tenemos como socialistas es la responsabilidad y seriedad, dando garantías de gobernabilidad. Esperamos ser un puente y un partido articulador al interior del gobierno”, planteó la también vicepresidenta de la Cámara.
En el PS, de hecho, hubo consenso esta semana, durante la reunión de su comisión política, de apostar por ser un “partido bisagra” y articulador. Un diseño que, en todo caso, han perseguido durante toda la administración Boric.
Prueba de que ellos están llamados a asumir esta tarea, comentan, es que la Sofofa los haya escogido para sostener una reunión el martes de esta semana. Lo que interpretan del encuentro, dicen algunos, es que son la colectividad de gobierno que puede transmitir tranquilidad incluso al sector empresarial.
Esta idea será impulsada sobre todo tras el plebiscito constitucional del 17 de diciembre, en donde el gobierno probó por primera vez la victoria desde su instalación en La Moneda, con el triunfo del “En contra”.
Pese a las intenciones del PS, lo cierto es que primero tendrán que partir por casa. En la misma comisión política, el extimonel del partido Osvaldo Andrade deslizó críticas contra el diputado Juan Santana, por su manejo como presidente de la Comisión de Trabajo, donde la oposición se levantó antes de tiempo cuando se debía votar la reforma de pensiones. También fueron comentadas en el oficialismo las críticas de la diputada PS Emilia Nuyado, quien cuestionó la decisión del gobierno de Boric de apelar a la libertad condicional del machi Celestino Córdova, sentenciado a 18 años de cárcel por el incendio con resultado de muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay.
Los intentos de Quintana por ordenar al PPD
El desorden legislativo del oficialismo también es un tema que se ha instalado en el PPD. El presidente de esta colectividad, senador Jaime Quintana, sostuvo un almuerzo con los parlamentarios de la bancada en vísperas de Navidad, en donde se abordó el tema. Allí, Quintana planteó que se necesita mayor coordinación entre las bancadas que sustentan al gobierno de Boric.
Tras ese almuerzo, en el que también estuvo el histórico PPD Guido Girardi, se acordó cuidar a los liderazgos de la colectividad, como la ministra del Interior, Carolina Tohá. b
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