En qué fijarse para mejorar la calidad de conexión a Internet de cada tipo de usuario
Si bien el Internet llega a nuestros hogares por un mismo cable, no todos los miembros del hogar requieren lo mismo. Teletrabajar, jugar o ver películas son acciones muy distintas que necesitan tomar en cuenta varios factores externos más allá del número de megas de nuestra conexión.
Si antes de la pandemia Internet era una tremenda herramienta para facilitarnos la vida, en los últimos años se ha convertido en un bien esencial. Es el espacio donde ahora muchos estudiamos, trabajamos y nos divertimos y por lo mismo, cualquier interferencia hoy en día, se nota.
Pero lo cierto es que, para asegurar su correcto funcionamiento, debemos tomar en cuenta no sólo el número de megas que nos llegan, sino que también el tipo de uso que le estamos dando. Porque no todos los megabytes requieren la misma atención. Conversamos con Edwin Elberg, Director Senior de Productos de Conectividad y Entretenimiento de Liberty Latin America (LLA), quien nos ayudó a perfilar a estos nuevos tipos de usuario y en qué fijarnos para solucionar sus principales problemas.
El teletrabajador
Desde el 2020, las conexiones hogareñas comenzaron a tener nuevas exigencias gracias al teletrabajo. No solo hablamos de las tareas que antes se hacían en la oficina como enviar correos, intercambiar archivos o colaborar en la nube, sino que también la llegada de las videollamadas, el formato de reuniones por defecto y que en muchos casos pueden extenderse por horas.
La reunión, ya sea por Zoom, Teams o Meet, nos explica Edwin, no significa un gran uso de datos -en general entre 0,5 a 2 Megas de transferencia tanto de subida como de bajada, pero sí es una conexión que es constante y por ende, cualquier interrupción en el flujo de datos se verá reflejada en un error. “El consumo de datos es bajo, por lo que no se soluciona con más megas, sino que mejorando la latencia”, nos explica el experto. Allí los factores que inciden son el movimiento a través de la casa -por lo que se recomienda un lugar fijo-, evitar las conexiones a través de VPN que añaden tiempo de respuesta a nuestras redes y también evitar tener sobrecargado nuestro computador con aplicaciones que también hagan que la decodificación del audio y el video se torne más lenta.
La familia conectada
¿Pero qué pasa cuando, además, debemos compartir una conexión con el resto de la casa? Lamentablemente en estos casos las matemáticas no son necesariamente la realidad. “Si todos estuviesen conectados por cable y con tarjetas de red de última generación, solo en ese caso una conexión de 500 megas se dividiría de manera equitativa con 100 megas para cada usuario en una casa de cinco”, explica Edwin. Pero la realidad es otra, sobre todo cuando hablamos de WiFi.
Lo que no se toma en cuenta es que las conexiones de una casa no solo compiten entre por lo megas, sino que también por el espacio de aire por el cual se transmite la conexión. Y las tecnologías antiguas consumen mucho más de ese aire si el equipo está muy lejos del router, para compensar la velocidad con la fuerza de la señal. “No siempre es una distribución justa de velocidad, por eso se recomienda un servicio de internet que incluya Managed WiFi que haga ese trabajo de manera inteligente”. Además, se recomienda que la mayor cantidad de dispositivos estén conectados en la banda de 5 GHz, ya que la de 2,4 es más inestable y en promedio, si una persona logra entre 30 a 50 megas de conexión en su computador o teléfono no debería tener problemas con un consumo regular.
Gamers
La mayoría de los videojuegos de hoy se mueven en ambientes totalmente online, por lo que la conexión a internet es clave para acceder y disfrutar de estas experiencias digitales. Y los gamers de hoy tienen dos requerimientos esenciales: el primero es el de la descarga, ya que hoy un juego digital puede pesar fácilmente unos 50 GB. En ese caso, lo que importa es que la conexión no tenga una cuota de descarga mensual o bien sea lo suficientemente amplia como para soportar el constante flujo de parches y juegos nuevos.
Pero también está la latencia, es decir, el tiempo que demora mi computador a consola al servidor en enviar una instrucción para que esta sea interpretada, y es allí donde ocurre la mayor cantidad de problemas. “La latencia se mide con un ping y la mayoría de los juegos te muestra ese dato, lo importante es saber que mientras se juega el consumo de datos es mínimo, pero la latencia si afecta”. Entre los factores está el uso de Cable en vez de Wi-Fi y el tipo de conexión, siendo la mejor opción la fibra y las peores las móviles y satelitales.
Casa tecnológica
Desde hace un tiempo que no solo computadores y celulares se conectan a nuestra red. También hay una serie de artículos tecnológicos que requieren de internet para funcionar: desde cámaras de vigilancia hasta ampolletas. Y todo eso requiere de algún tipo de conexión. El problema, nos dice Edwin, no es necesariamente la cantidad de objetos, sino que, para ahorrar costos, muchos de ellos poseen conectividad 2,4 GHz, la que como ya mencionamos, es menos efectiva a la hora de controlar el aire dedicado a cada conexión, por lo que un equipo, aunque consuma poco, si está muy lejos del router o tiene una capacidad débil para conectarse, afectará al resto de los equipos.
El consejo, es que se pueden tener unos 20 o 30 objetos conectados hoy, sin ningún problema, aunque hay que tener ojo y siempre, en lo posible, conectarse a la red de 5 GHz.
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