Editorial
Sábado 1 de abril de 2017, edición n° 725
He seguido el trabajo de Francisco Bustamante desde que estaba estudiando arte en la Universidad Finis Terrae y ganó un concurso de pintura cuyo premio era exponer en el Centro Cultural Montecarmelo, una muestra de obras en gran formato y donde los grises y negros eran el hilo conductor; muchos años adelante y varios viajes y residencias después, sigue trabajando en gran formato, pero hoy irrumpe con color y figuras, algo que surgió en Nueva York, ciudad donde está viviendo hace ya algunos años.
A punto de inaugurar, la muestra en Galería Artespacio resume el trabajo –de ya algunos años– sin mostrar al público lo que ha estado buscando y explorando. Por eso se fue de Chile; la necesidad de otros estímulos, de un silencio distinto en el taller, de ser más anónimo y con ello lograr vivir la ciudad de otra forma. El resultado: cuadros explosivos, llenos de energía, que vibran y obligan a una segunda y tercera lectura. Algunas de las obsesiones de Francisco están presentes, el uso del color es nuevo, sin duda energizado por una ciudad como Nueva York, que estimula de manera constante e insistente.
Igual de explosiva que la muestra de Bustamante fue la experiencia de estar en Barcelona durante el Mobile World Congress, la reunión anual más relevante para el mundo de la tecnología. Asistimos invitados por Huawei, una de las marcas que más están dando que hablar en el mundo de los celulares, por su constante innovación y alianzas estratégicas, como la que anunciaron este año con el Pantone Color Institute y la ya existente con Leica.
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