El coronavirus pone un freno y una incógnita al sector automotor

La expansión de la epidemia coronavirus surgida en la ciudad de Wuhan, ha provocado no solo el bloqueo de 17 ciudades chinas, sino también la paralización de varias plantas de fabricación de autos. Entre esas marcas que tomaron la decisión de detener sus labores para evitar al máximo posible nuevos contagios, están Toyota, Ford y Renault.

El constructor nipón hizo un alto a contar del 23 de enero en sus plantas de Guangzhou, Tianjin y Sichuan. Precisamente este miércoles 29 de mayo volvió a informar que prorrogará la medida como mínimo hasta el 9 de febrero. "Vamos a supervisar la situación y a tomar una nueva decisión", sostuvo un portavoz de Toyota a la agencia AFP.

Asimismo, Toyota donó hace unos días un millón de euros (casi $ 750 millones) a la Cruz Roja local.

Por su parte, Ford -que opera plantas en Chongqing y Nanjing (a 900 km de Wuhan)- ha advertido a sus empleados que no viajen a la ciudad donde se produjo el brote, asegurando que sus decisiones se adaptarán a las circunstancias. Respecto de su producción, esta también está paralizada, pero se reanudaría el próximo 10 de febrero.

Según publica Automotive News, Ford pidió a su socio en la fabricación de camiones, Jiangling Motor, reacondicionar 600 Ford Transit para transformarlas en ambulancias que ayuden en el traslado de pacientes infectados. Por su parte, SAIC Motor y Beiqi Foton Motor también están ensamblando furgones para implementarlos como vehículos de emergencias.

Renault es otro de los gigantes que ha decidido paralizar, extendiendo las vacaciones con motivo del Año Nuevo Chino. La firma francesa del rombo planea igualmente reabrir sus operaciones durante la segundo semana de febrero en su factoría que mantiene en conjunto con la marca local Dongfeng.

El coronavirus pospone producciones en China, pero aún nadie sabe hasta cuándo durará la paralización ni cuáles serán sus consecuencias finales.