El Ford Territory muestra sus armas para ganar terreno

Dentro de la nueva estrategia mundial de Ford, esa que apunta a focalizarse en lo que mejor sabe hacer, SUV y camionetas, es que la firma decide traer por primera vez a la región un vehículo desde China. Para muchos eso ya es sinónimo de curiosidad. Se trata del Territory, un SUV mediano de 4,5 metros de longitud que llega a posicionarse entre Escape y Edge.

Partamos desde el inicio y de lo primero que vemos: su diseño. En el global observamos un SUV que se ve bien, que es atractivo y que está bien proporcionado. En el frontal, claramente tiene identidad Ford, con una gran parrilla, heredada de sus hermanos mayores. En el lateral se aprecia una línea recta que continúa hacia la zaga, pasos de ruedas sobresalientes que le dan mucha fuerza y un techo tipo flotante curvo hasta la tercera ventanilla. Atrás, un portalón inclinado, focos alargados y difusor bajo en color aluminio... Ahí es donde menos identidad tiene de la marca, pero no por eso se ve mal.

Sin ser del mundo premium, hay más de un guiño hacia él en el habitáculo, como las botoneras y perillas, los plásticos que utiliza tienen una buena percepción de calidad y son suaves al tacto, además usa un símil de cuero en planchas en el tablero y las puertas que se ve y se siente muy bien. Quizás lo que menos me gusta es la aplicación de tipo madera cepillada que tiene en algunas partes, pero nada para odiarlo.

En el centro se despliega el sistema multimedia del Territory en una pantalla de 10″. Muy intuitiva y rápida, tiene conexión a los sistemas Apple CarPlay y Andoid Auto y cuenta con un cargador inalámbrico. Eso sí, los íconos y colores siento que no son los mismos que utiliza la marca en otros modelos de su gama.

La habitabilidad y comodidad de este nuevo SUV es notable, ya sea para las plazas delanteras como, y principalmente, para las traseras. Lo que sí siento que se queda corto es en la capacidad de carga del maletero, que ofrece correctos 420 litros.

Otro punto a destacar es el nivel de equipamiento, tanto en confort como en seguridad. En el primer apartado la versión que probamos es la Titanium, que viene con asientos en cuero con calefacción y ventilación, techo panorámico, apertura y encendido por botón, climatizador, entre otros. En el segundo ítem viene con frenos ABS con ESP, TC y seis airbags, sistema Ford Copilot 360 con aviso de punto ciego, aviso de colisión inminente con autofrenado, control crucero adaptativo, alerta de cambio de carril y cámara de visión 360º, entre otros.

Si tuviéramos que ubicar al Territory en una categoría en el andar entre deportivo o confort, claramente me quedo con el segundo.

La suspensión de este nuevo SUV logra leer bien el terreno y ajustarse a él y va estable, aunque a veces role un poco.

Si a eso se le suma la caja CVT, obviamente ayuda a que tenga un andar fluido y noble, y que a pesar de que retarda un poco la entrega de potencia cuando se le exigen reacciones de recuperaciones rápidas o, de frentón, cuando buscas una dinámica un poco más deportiva. En honor a la verdad, más allá de que no sea de mi gusto y que crea que una de las tantas transmisiones automáticas de Ford habrían quedado mejor, igual se las ingenia para colocar al motor en el lugar correcto del tacómetro.

El motor 1.5 turbo es un buen aliado en ruta, donde va muy cómodo y entregando un torque constante.

En resumen, estamos frente a un vehículo que dependerá de lo que busca el consumidor, pues por habitabilidad y equipamiento es una de las grandes alternativas del segmento.