Hyundai y Mazda le ponen freno al diésel
Mientras la surcoreana no desarrollará más motores con este tipo de carburante, la casa nipona dejará de vender en EE.UU. las motorizaciones Skyactiv-D, al menos como se conocen hasta ahora.
La industria automotriz, que cada vez más -y sin distinción- le ofrece la bienvenida a la electrificación, está al mismo tiempo dándole la espalda al uso del petróleo. Ahora las noticias de nuevas bajadas de pulgar para el diésel vienen por cuenta de Mazda y Hyundai. Mientras la primera anunció el cese en la venta de sus vehículos Skyactiv-D en EE.UU. (aunque no representaba su mayor porcentaje en ventas), la marca peninsular dijo que a partir de ahora no desarrollará más este tipo de motores, quedándose simplemente con el stock actual hasta que sigan vigentes.
Respecto de Mazda, fue un portavoz de la filial norteamericana quien confirmó al medio Roadshow la descontinuación de los motores turbodiésel. “Después de una evaluación de la demanda, Mazda dejará de ofrecer los bloques Skyactiv-D diésel en el mercado de Estados Unidos”, dijo sin titubeos.
El SUV CX-5 diésel ha estado ausente por más de un año en Norteamérica, lo que evidentemente ya despertaba suspicacias. Respecto del tema, en abril pasado Mazda había sostenido que “con la situación actual del mundo, muchas cosas parecen posible”. Los últimos CX-5 con motor Skyactiv-D se ensamblaron en mayo de 2020. De acuerdo con trascendidos, originalmente Mazda pensó también en dotar al sedán Mazda6 de un motor turbodiésel, eso hasta que el escándalo dieselgate en Europa expuso a este tipo de combustible y torpedeó los planes.
El Grupo Hyundai los quita de sus laboratorios
La misma demonización del diésel también parece ser la culpable de que Hyundai deje de desarrollar este tipo de motores concebidos para el trabajo más duro. Según publicó el medio local Korea JoongAng Daily, el Grupo Hyundai se abstendrá de desarrollar nuevos motores diésel desde cero, decisión que viene como consecuencia de una caída en ventas de este tipo de propulsión.
Es decir, la actual gama de motores diésel se irá ajustado a medida que se requiera, ya sea en temas de emisiones o de rendimiento. Las nuevas creaciones están descartadas, al menos para el empleo civil.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.