Tesla condenada a pagar 137 millones de dólares por acoso racial

Tesla deberá pagar 136,9 millones de dólares por hacer la vista gorda ante el racismo sufrido por un ex trabajador en una de sus fábricas. De ese total, US$6,9 millones son por concepto de daños emocionales y US$130 millones por daños punitivos.

El empleado en cuestión, Owen Díaz, trabajó como operador de montacargas entre junio de 2015 y mayo de 2016 en planta de Fremont (California), donde sufrió insultos racistas y un ambiente de trabajo hostil, frente a lo cual los supervisores de la compañía no hicieron lo suficiente al respecto.

Durante el juicio, el trabajador explicó que los afroamericanos de la planta, donde también trabajaba su hijo, eran víctimas habituales de apodos racistas y menosprecio. “La imagen progresista de Tesla era una fachada que ocultaba el trato retrógrado y degradante de sus empleados afroamericanos”, denunció.

Tras la sentencia, Tesla expresó su disconformidad a través de un comunicado oficial, señalando que “los hechos no justifican el veredicto”, ya que a su entender las quejas fueron atendidas en tiempo y forma, despidiendo a dos personas y suspendiendo a una tercera.

Igualmente, su vicepresidenta de recursos humanos, Valerie Capers Workman, hizo un mea culpa al respecto.

“Reconocemos que entre 2015 y 2016 no fuimos perfectos. Aún no lo somos. Hemos recorrido un largo camino en estos cinco años y seguimos creciendo y mejorando nuestra forma de lidiar con las preocupaciones de nuestros empleados. A veces podemos equivocarnos y cuando eso ocurre se nos debe hacer responsables”.

“La Tesla de 2015 y 2016 no es la misma Tesla de hoy en día. Desde entonces, Tesla ha incorporado un equipo de Relaciones Laborales dedicado a analizar las quejas de los empleados. Tesla ha añadido un equipo de Diversidad, Igualdad e Inclusión dedicado a que cada empleado tenga las mismas oportunidades de sobresalir en Tesla”.