Continúa la investigación sobre el asesinato del Presidente de Haití

Assassination of President Jovenel Moise and aftermath
Foto: AFP

Un total de 17 personas, entre ellas 15 colombianos y dos estadounidenses, han sido arrestadas por su implicación en el asesinato a tiros del Presidente Moise, ocurrido la madrugada del miércoles en su domicilio, informó la policía haitiana el jueves.


La investigación en Puerto Príncipe sobre el asesinato del Presidente haitiano Jovenel Moise continuaba el viernes, para tratar de resolver el  misterio de quién ordenó el ataque ejecutado por un escuadrón armado de 28 personas: 26 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano.

Un total de 17 personas, entre ellas 15 colombianos y dos estadounidenses, han sido arrestadas por su implicación en el asesinato a tiros del Presidente Moise, ocurrido la madrugada del miércoles en su domicilio, informó la policía haitiana el jueves.

Tres colombianos también acusados de ser miembros del comando fueron abatidos por la policía, mientras que otros ocho permanecen prófugos, aseguró por su parte Leon Charles, director general de la policía haitiana, aunque estas cifras difieren ligeramente de otras fuentes oficiales.

Las armas y el material presuntamente utilizado por los agresores, como machetes, teléfonos y pasaportes colombianos, fueron decomisados por la policía y exhibidos a la prensa, al igual que varios sospechosos alineados contra una pared y esposados.

Al menos seis de los mercenarios del comando eran exsoldados colombianos, anunció el jueves el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano.

Uno de los exmilitares colombianos detenidos tenía formación de élite y había salido de Bogotá el 4 de junio hacia República Dominicana junto a otros tres exmiembros del ejército, reveló la prensa en Colombia este viernes, al identificarlo como Grosso Guarín, uno de los “militares mejor preparados del ejército colombiano”.

Los cuatro hombres habrían entrado a territorio haitiano por el puesto fronterizo de Carrizal, señalaron El Tiempo y W Radio citando las investigaciones judiciales en curso.

Por su parte, Taipei dijo el viernes que 11 sospechosos habían sido detenidos en el complejo de la embajada taiwanesa en Puerto Príncipe.

El Departamento de Estado de Estados Unidos, aunque no confirmó la detención de ciudadanos estadounidenses, dijo que había aceptado ayudar a la policía haitiana en su investigación.

“Necesitamos saber”

La capital de Haití, paralizada desde hace varios días, reanudaba poco a poco sus actividades el viernes por la mañana, con un mayor número de personas en las calles y el transporte público reactivando gradualmente su servicio, según testigos.

La reapertura del aeropuerto de Puerto Príncipe, solicitada por el gobierno el jueves, debería ser efectiva el viernes.

Sin embargo, todo el mundo en el país permanecía alerta, tratando de entender cómo pudo ocurrir un ataque fatal contra el jefe de Estado.

“Se trata de extranjeros que llegaron al país para perpetrar este crimen. Los haitianos estamos consternados”, declaró a la AFP un habitante de la capital. “Necesitamos saber quién está detrás de esto, sus nombres, sus antecedentes para que la justicia pueda hacer su trabajo”.

Varios altos cargos de la policía, responsables directos de la seguridad del presidente haitiano, están en la cuerda floja y han sido citados a comparecer ante la justicia, anunció el jueves el jefe de la fiscalía de Puerto Príncipe, Bed-Ford Claude.

“No he visto a ningún agente de policía víctima, solo al presidente y su esposa. Si son responsables de la seguridad del presidente, ¿dónde estaban? ¿qué hicieron para evitar que esto ocurriera al presidente?”, cuestionó el comisario del gobierno de la capital.

Otros incluso cuestionaron la posible implicación de estos policías, lo que aumentó la confusión.

“Moise fue asesinado por sus agentes de seguridad. No fueron los colombianos quienes lo asesinaron. Fueron contratados por el Estado haitiano”, dijo el viernes en la radio el exsenador Steven Benoit.

Caos político

Este atentado desestabiliza aún más al país más pobre de América, asolado por la inseguridad.

Dos hombres se disputan actualmente el liderazgo de esta nación de 11 millones de habitantes, más de la mitad de los cuales son menores de 20 años

Uno de los últimos gestos políticos de Moise, fallecido a los 53 años, fue nombrar el lunes a otro primer ministro, Ariel Henry. Todavía no había tomado posesión del cargo en el momento del asesinato.

Unas horas después de la tragedia, el primer ministro en funciones Claude Joseph declaró el estado de sitio durante quince días, que otorga al Ejecutivo mayores poderes.

Mientras la oposición acusa a Joseph de acaparar el poder, la enviada de la ONU a Haití, Helen La Lime, estimó que él es la autoridad legítima, ya que Henry no ha sido juramentado.

Un artículo de la Constitución haitiana prevé que, en caso de vacante en la presidencia, “el consejo de ministros, bajo la presidencia del primer ministro, ejercerá el poder Ejecutivo hasta la elección de otro presidente”.

El país ya estaba inmerso en una crisis institucional: Moise no había organizado elecciones desde que llegó al poder a principios de 2017 y el país no tiene Parlamento desde enero de 2020.

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