Historiador y periodista argentino: "El mayor desafío de Alberto Fernández será terminar con la polarización"

Marcelo Larraquy es uno de los historiadores y periodistas más inquietos de Argentina. No solo ha escrito y trabajado en medios como Crítica, Clarín y las revistas Noticias y Rolling Stone, sino que también ha escrito guiones para series y más de una decena de libros sobre política argentina, desde una biografía de José López Rega y el Papa Francisco, hasta obras sobre Juan Domingo Perón y la Triple A. Su último libro es Los días salvajes, que narra episodios olvidados de los años 70. En esta entrevista con La Tercera, Larraquy proyecta lo que podría ser la gestión de Alberto Fernández, quien asumirá la Casa Rosada mañana martes.

¿Qué significa el regreso del peronismo al poder en Argentina? ¿Es un peronismo renovado?

Sí, el peronismo como movimiento tiene una fuerte capacidad adaptativa, que le permite interpretar el momento de la sociedad. En el nuevo gabinete de gobierno se advierte un recambio generacional, proveniente del "albertismo", y también figuras del kirchnerismo clásico con aceptación social. Es una alquimia que demuestra que lo que ganó en las elecciones fue una coalición peronista.

Mucho se comenta sobre quién ejercerá realmente el poder en la Presidencia de Alberto Fernández. ¿Qué injerencia tendrá Cristina Fernández en la toma de decisiones?

Nadie que es Presidente puede ejercer su cargo desde la subordinación a otro jefe, al menos en el peronismo. Presumo que será un gobierno de equilibrios internos bajo el mando de una autoridad presidencial. Además, el nuevo gobierno tampoco puede permitirse disputas políticas internas frente a la crisis social y económica y los compromisos de la deuda externa, que son asfixiantes. Al menos hasta la elección de medio término en 2021. Aunque CFK mantiene la centralidad en la escena política, y sobre todo por su peso emocional en el electorado, no creo que utilice ese capital para obstaculizar el gobierno del nuevo Presidente. Algunas cuestiones las definirá Alberto, otras las negociarán.

¿Cómo cree que se relacionará el ala más peronista que integrará el gabinete de Fernández frente al ala más kirchnerista del Congreso?

Ya no existe el peronismo antikirchnerista como tal. Ese intento no pudo presentarse como alternativa electoral y quedó licuado políticamente. El antikirchnerismo cerrado, hermético, desde el interior del peronismo, está agotado. Y a su vez, el kirchnerismo ya no puede aspirar un espacio hegemónico dentro del peronismo, porque existen demasiados contrapesos internos en el Congreso, y los gobiernos provinciales, además del propio poder Ejecutivo. Alberto Fernández unió las partes entre peronistas y kirchneristas. No creo que ahora que están en el poder se inicie una lucha abierta entre esas partes, que fue tan propia en la historia del peronismo.

¿Cómo describiría la evolución que ha tenido Alberto Fernández en la política argentina?

Es la de un hombre que toda su vida política estuvo detrás de un telón, negociando, intermediando, haciendo lobby por éste y aquel, y que de golpe alguien le corre el telón y lo pone en primer plano frente al público. Y le dan la posibilidad de ser Presidente. Y la aprovecha.

¿Cuáles cree que serán los asuntos más urgentes para los primeros 100 días de su gobierno?

El primero es la deuda externa, que creció de manera irresponsable durante el gobierno de Macri. El país ahora depende de recursos propios para poner en marcha la economía, porque ya no habrá auxilio externo. Pero el mayor desafío es la realización de un gobierno que termine con la polarización, el odio político y gobierne de cara a la sociedad.